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Los puntos negros de las carreteras de Castilla y León

La Comunidad concentra el 18% de los tramos más peligrosos del país con el de la N-631 a la altura del pantano de Ricobayo en Zamora como el que registra mayor siniestralidad

Nacional 631 a la altura del pantano de Ricobayo, el punto más peligroso de Castilla y León según el Race. GGL-SW

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Las carreteras de Castilla y León han empeorado en cuanto peligrosidad un 2% respecto a 2022 y acaparan el 17,8% de los tramos más peligrosos de la red estatal, según el último estudio del Real Automóvil Club de España, publicado este miércoles. El 9,9 % de los kilómetros viarios de la Comunidad es peligroso, segundo mayor porcentaje tras el 11,3% registrado por la red viaria catalana. Los datos se ven agravados a la vista de que Castilla y León tiene dos de los 9 tramos negros nacionales, según el informe, el primero de ellos, con mayor siniestralidad, en se ubica en Zamora, en la N-631, a la altura del pantano de Ricobayo hasta Pozuelo de Tábara, y el segundo en la N-502, en Cuevas del Valle (Ávila), en el puerto del Pico.  El primero de ellos registró 4 accidentes mortales con 5 fallecidos y 4 heridos graveas en 2023, con un índice de riesgo del 118,3 según el baremo del Race (tercero más alto nacional), mientras el segundo anotó 4 accidentes mortales o graves con tres fallecidos y dos heridos, y un 98,8.

Castilla y León concentra, además, diez de los 56 tramos de carreteras más peligrosos de toda la red nacional, en los que entre 2020 y 2022 fallecieron 18 personas y otras 27 resultaron heridas. Además, según se desprende de la ‘Evaluación de la Red de Carreteras del Estado’, estudio realizado por la Fundación RACE y al que ha tenido acceso Ical, Castilla y León es la segunda comunidad con un mayor porcentaje de tramos de alto riesgo respecto a la red de kilómetros analizados con un 9,9%, solo por detrás de Cataluña (11,3%).

Con menos peligrosidad, la provincia de Ávila concentra otros dos tramos, uno en la N-601, entre Adanero (Ávila) y Montuenga (Segovia); y otro en N-110, entre La Colilla y Muñogalindo. En Segovia el tramo más peligroso, además del situado en N-601, se ubica en la N-110, entre Segovia y Torrecaballeros.

En la provincia de León aparecen otros dos tramos peligrosos, uno en la N-621, entre los kilómetros 62 y 72,8, a la altura de Cistierna (León), y otro en la N-630, entre Villaquejida y Benavente (Zamora). En Zamora también se localiza otro ‘punto negro’ en la N-122, entre Fonfría y Alcañices.

La N-122, pero en este caso en Soria, también presenta otro tramo peligroso entre Ágreda y Tarazona (Zaragoza), mientras que en Burgos se localiza uno en la N-629 entre Medina de Pomar y Quintanilla de Pienza.

A nivel nacional, en estos 56 tramos se han producido 224 accidentes mortales que han dejado 77 fallecidos y 213 heridos graves durante el periodo en estudio, en el que se han eliminado todos los tramos que presentan unos datos de tráfico inferiores a los 2.000 vehículos día y una longitud inferior a los cinco kilómetros.

A nivel nacional, la evolución de los accidentes mortales y graves ocurridos en la Red de Carreteras del Estado se ha reducción de más del 50 por ciento respecto al año 2013. Además, respecto al año anterior se han reducido las cifras de siniestralidad en más de un 2,6 por ciento. En concreto, la N-6, en Galicia, entre los puntos kilométricos 517,1 y 528,5, es la carretera con un mayor riesgo para sufrir un accidente grave. El resto de los tramos negros de alta peligrosidad se encuentran en la N-323 (Andalucía), N-631 (Castilla y León), N-345 (Murcia), N-432 (Andalucía), N-502 (Catilla y León), N-634 (Cantabria), N-340 (Comunidad Valenciana) y la N-642 (Galicia).

Los tramos que preocupan especialmente son el de la N-323 en Granada (entre los kilómetros 172,5 y 190,3 ), el de la N-634 entre los pk 232,8, y el 243,1 en Cantabria, ya que llevan repitiéndose entre los más peligrosos de España desde el informe de 2019 y 2021.

El tramo de la N-345 en la provincia de Murcia (entre los kilómetros 0 y 7,2) es el más preocupante de todos, ya que tiene un índice de riesgo alto desde el informe de 2017 al 2019.

En cuanto al perfil de las carreteras más peligrosas, en función de los datos obtenidos en el informe de evaluación del estado de las carreteras realizado por la Fundación RACE con la metodología iRAP, existen determinadas características que coinciden en la gran mayoría de los tramos más peligrosos de carreteras en España. Estos son que se trata de una carretera convencional; posee una calzada única; tiene intersecciones al mismo nivel y tiene una Intensidad Media Diaria (IMD) por debajo de los 10.000 vehículos/día.

En el sentido contrario, las carreteras más seguras son, paradójicamente, aquellas por las que transitan más vehículos. En ellas se producen menos accidentes por cada coche que circula, no se invade el sentido contrario, no hay intersecciones al mismo nivel y, al disponer de unos mayores niveles de seguridad pasiva, los accidentes tienen menores consecuencias.

Para la elaboración del informe se han tenido en cuenta un total de 2.987 accidentes ocurridos en la Red de Carreteras del Estado en el periodo considerado 2020-2022, de los cuales 982 son accidentes mortales, con un saldo de 1.096 fallecidos y 2.616 heridos graves, sucedidos en los tres años de estudio.

La evolución de los accidentes mortales y graves ocurridos en la Red de Carreteras del Estado es muy positiva, con una reducción de más del 73% respecto al año 2009, que fue el inicio del estudio, y un 50% frente a los datos de la última década (2013 -2023).

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El descenso de las cifras de siniestralidad es continuo desde 2019, donde se produjo un ligero repunte, pero que ha tenido un descenso medio del 7,1%, siendo el último descenso en la del 2,61%.