Nueve años de cárcel por agredir sexualmente a su sobrina de 15 en Ávila
El acusado además deberá de indemnizar con 100.000 euros a la víctima y no podrá acercarse durante 14 años
La Audiencia Provincial ha condenado a nueve años de prisión a un hombre por agresión sexual a la sobrina de su expareja de 15 años a la que deberá indemnizar con 10.000 euros y a la que no podrá acercarse durante 14 años . El fallo del tribunal, remitido por el gabinete de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, recoge como en otoño de 2020 el encausado, sin antecedentes penales, se dirigió al centro de menores donde había quedado con la víctima de 15 años, que se encontraba allí "tras una problemática familiar derivada de las conductas disruptivas que presentaba".
Cuando el varón llegó a las inmediaciones del centro de menores, recogió a la joven y dos amigos más, hombre y mujer, y montaron en su vehículo para ir a beber cerveza. Cuando los amigos de la joven se bajaron del vehículo, el hombre condujo hasta un descampado cercano donde continuó bebiendo y fumando droga con la víctima, relata el auto como hechos probados, informa Europa Press.
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En algún momento, el hombre se desnudó de cintura para abajo y comenzó a besarse con la menor, a la vez que dirigió la mano de la joven para masturbarlo. Cuando finalizó, él quiso hacer lo mismo con ella y comenzó a penetrarla con los dedos, pero ante la negativa de la chica dejó de hacerlo y la llevó de nuevo a la residencia.
Según la sentencia, la joven sintió "asco" tras este suceso y no se lo contó más que a una compañera en más de un año. La menor era "perfectamente conocida por el acusado desde que era una niña", dado que era sobrina de su expareja , con quien el hombre tiene un hijo menor en común aunque en el momento de los hechos no eran pareja. La relación entre la joven y el acusado "siempre fue tenida por ambos como de tío-sobrina, y era buena, afectiva y cordial", se asegura en la sentencia.
En el periodo de tiempo que siguió a los hechos, la menor salió del centro de menores y fue a vivir con su madre, y posteriormente con sus abuelos y después con su tía, expareja del acusado, y con su hijo.
La joven siguió viendo de forma esporádica al acusado, sobre todo cuando este acudía al domicilio materno para recoger o entregar al hijo menor que tenía con su tía, hasta que un día, el niño comentó que su padre le había pegado, lo que motivó que la víctima recordase lo ocurrido en el vehículo hacía más de un año.
Tras esto, se puso en contacto con "su tío" y ambos mantuvieron una conversación sobre la necesidad de la joven de contar a su madre y su tía lo ocurrido aquella noche. El acusado le dijo que juzgara ella misma los hechos e hiciera lo que debía, y la niña se lo contó a sus familiares, sin que ninguna de ambas mujeres la creyera o animara a denunciar , por lo que fue ella misma a la comisaría de Ávila a denunciar los hechos.