Castilla y León declara BIC el monumento franquista la Pirámide de los Italianos
La Junta garantiza que la edificación, inaugurada en 1939, se adaptará a la Ley de Memoria Democrática aunque su uso dependerá de los propietarios
El camino ha sido largo y no ha estado exento de polémica, pero desde este jueves la Pirámide de los Italianos , ubicada en el Valle de Valdebezana en la provincia de Burgos y levantada en los primeros años del franquismo, ya figura como Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento. La declaración a cargo de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte que dirige Gonzalo Santonja se ha llevado este jueves a la reunión del Consejo de Gobierno. Según la Junta, se han tomado en consideración las únicas cuatro alegaciones presentadas en el procedimiento, una de ellas por parte de la Secretaría de Estado, y avanzan que este monumento se adaptará a la Ley de Memoria Democrática.
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Durante su comparecencia ante los medios tras la reunión del Consejo de Gobierno el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, informó de que la declaración de la Pirámide de los Italianos como BIC cuanta con varios informes favorables , entre los que destacó el que realizó la Universidad de Burgos en 2023; y otro de la Institución Fernán González, Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes.
Asimismo, y entrando en la cuestión de la alegación presentada por la Secretaría de Estado acerca de la titularidad del monumento, Fernández Carriedo también manifestó que está "certificado documentalmente" desde 1964 que la Pirámide pertenece a la Asociación Hermandad de la Rivera de Herbosa . Además, en este punto recordó que al no ser titular la Junta, "sus propietarios pueden determinar el uso siempre que se adapte a la legislación vigente". "La declaración como BIC tiene una obligación para los propietarios que es el mantenimiento del bien", apostilló.
El mausoleo inaugurado en 1939 para homenajear a los combatientes Italianos que apoyaron a Francisco Franco en la Guerra Civil y participaron en la batalla de Santander, al que no se opuso para su nombramiento el Gobierno de España ni la Consejería de Cultura, en manos de VOX, destaca según la Junta de Castilla y León por ser "un documento histórico de un periodo reciente de nuestra historia" .
El proceso por el que se incoó procedimiento para la declaración de la Pirámide de los Italianos como BIC comenzó el pasado 21 de febrero de 2023, cuando el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), bajo los artículos 8 y 9 de la Ley 12/2002, de 11 de julio de Patrimonio Cultural de Castilla y León, para determinar posteriormente la categoría que integraría entre las de monumento, jardín histórico, conjunto histórico, sitio histórico, zona arqueológica, conjunto etnológico y vía histórica.
El Bocyl establece que la Pirámide de los Italianos es declarada BIC dentro la categoría de Monumento por resultar la "más adecuada para la protección de este bien" , y se delimita como entorno de protección la parcela en que se ubica el monumento: parcela 181 del polígono 1. Escudo. Valle de Valdebezana, como "un instrumento idóneo de preservación de la valiosa relación existente entre el monumento y el medio físico en que este se enclava".
De acuerdo con dichas normas, la declaración de BIC requería la previa incoación y tramitación del expediente administrativo por la Consejería competente en materia de cultura, es decir, la administración de la que es responsable Gonzalo Santonja, que aseguró en el mes de agosto que el Gobierno "no se opone" a la decisión, aunque indicó que desde la Secretaría de Estado de Memoria Democrática del Ministerio de la Presidencia se pidió "aclarar la titularidad del bien" y e indicar “destino final de la Pirámide una vez sea declarada como BIC” .
Tras abrirse un plazo de alegaciones, la Consejería de Cultura recibió cinco peticiones de las cuales tres eran "muy favorables" a la protección, aseguró en su momento Santonja que, además, indicó que "contra la declaración solo hay un documento de un particular de dos líneas" y el quinto documento es el del Gobierno de España, enel cual se exponía que "no tienen ninguna objeción a que se declare estatuto de protección que pudiera corresponder al inmueble” aunque se apuntaba que “tras aclarar la titularidad del bien”.
La conocida como Pirámide de los Italianos es un santuario funerario construido entre 1938 y 1939 en el puerto del Escudo, en el término municipal del Valle de Valdebezana (Burgos), para inhumar los restos de los soldados italianos fallecidos durante la Guerra Civil en la batalla del Escudo. Se trata de una construcción piramidal de 20 metros de altura , de cemento forrado con placas calizas, proyectada por el arquitecto Attilio Radic y realizada por el capellán militar Pietro di Varzi, que se enmarca en la arquitectura de entreguerras dentro del racionalismo arquitectónico imperante en la época.
Desde el primer momento de los combates de la Guerra Civil, se fueron organizando numerosos cementerios provisionales. El 14 de junio de 1938 se documenta la primera iniciativa de Attilio Radic para la construcción de este osario. En julio de 1939 las obras, a falta de algunos detalles, estaban terminadas y el ministro de Exteriores de Italia se presentó en el lugar a fin de supervisar el entierro de los combatientes italianos, que hasta ese momento habían estado enterrados en diferentes cementerios de la zona. El osario del Escudo, aunque de dimensiones modestas, se relaciona con los grandes sacrari italianos de entreguerras , modelo constructivo que en Italia en el siglo XX tuvo un enorme desarrollo con la construcción de grandes cementerios conmemorativos dedicados a los caídos en las distintas guerras, que pertenecen a lo que se ha llamado “arquitectura de la memoria” .
La fusión de arquitectura y naturaleza que confluyen en este mausoleo, enmarcan la Pirámide de los Italianos en una arquitectura romántica inmersa en la naturaleza, un enclave de montaña en el que se aúnan valores históricos, arquitectónicos y paisajísticos, que permiten relacionarlo con el Cementerio Ideal ilustrado en las magníficas acuarelas del arquitecto Teodoro Anasagasti (1880-1930). Las pirámides como tumbas y monumentos funerarios no sólo pertenecen a la historia antigua de la humanidad, sino que también fueron elementos frecuentes en los siglos XVIII y XIX de la Ilustración y el Neoclasicismo. En el caso de la pirámide del Escudo, algunos apuntan incluso influencias de las antiguas pirámides de Meroe, capital del reino de Kush , cercanas a la Abisinia invadida por los italianos en 1935.
En la actualidad la pirámide de los italianos víctima del expolio y el vandalismo de las últimas décadas, emerge, con sus veinte metros de altura junto al embalse del Ebro y la Nacional 623 , como un hito visual e histórico en la frontera entre Castilla y León y Cantabria. La pirámide de los Italianos constituye un bien singular y único dentro del patrimonio cultural de Castilla y León, por su diseño y los valores estéticos, arquitectónicos y paisajísticos que en él concurren, pero también como documento de un periodo de nuestra reciente historia que le hace merecedor de ser protegido y transmitido, debidamente contextualizado, a las generaciones futuras, para que conozcan el pasado y aprendan de él.
La disposición de la Pirámide de los Italianos presenta un perfil escalonado en sus lados Norte-Sur, que se contrapone con el perfil liso del talud de los otros dos paramentos Este-Oeste, ofreciendo una variedad de puntos de vista estilo art decó y que, para Pietro di Varzi, simboliza el camino de subida al cielo y la dureza de la batalla del Escudo . Por estas fechas se diseñan en Italia otros edificios en los que está presente esta simbología ascensional, como la Villa Malaparte en Capri o el cementerio erigido en honor de los muertos en la Primera Guerra Mundial en el Monte Grappa, obra de Giovanni Greppi. Todo el conjunto de la Pirámide de los Italianos se llevó a cabo conforme a los planos del arquitecto Attilio Radic, y siguiendo la valoración simbólica de Di Varzi, asociando la idea de pirámide con la del panteón romano en su interior.
El ingreso al interior del panteón se realiza a través de una cancela de hierro de forja geométrica, de dos hojas, cerrada con un cristal esmerilado en su lado interno, decorado con elementos alusivos a la guerra y a la naturaleza. En su interior a modo de un pequeño panteón, se abre un espacio circular y cupulado que sirve de capilla religiosa para el culto , cubierto por una semiesfera con linterna que permite pasar la luz del exterior a través de dos claraboyas en forma de cruz.
Todo el espacio circular se presenta como un columbario con una bella cuadricula, con cientos de loculi (nichos) destinados a acoger las cenizas de los soldados italianos del Corpo Truppe Volontarie, en hornacinas dispuestas en diez pisos, en su día cerradas con pequeñas lápidas con el nombre del soldado y con un número correlativo de orden de las 360 lápidas que conforman el conjunto . A través de una escalerilla vertical de hierro, se accedía a la cripta con los sepulcros de gran tamaño de los oficiales caídos en el combate.
El conjunto se caracterizaba por su total austeridad y funcionalidad, estando actualmente desprovisto de elementos ornamentales. Sí hubo algún elemento proyectado, entre los que destacaba una estatua de la Victoria alada que coronaría la pirámide, pero que nunca llegó a colocarse.
Actualmente se conserva la invocación ‘Presente’ por triplicado sobre la puerta de acceso, grito con el que se recordaba a los soldados muertos. Y al lado sur de la pirámide, todavía se puede leer un epígrafe, fruto de la erudición latina de Pietro di Varzi, en el que se juega con la palabra ‘escudo’ como sinónimo de arma y nombre del puerto de la montaña donde tuvo lugar la batalla, al que unió el salmo de la Biblia latina: «SCUTUM ENSE FRACTUM IBI CONFREGIT POTENTIAS ARCUUM SCUTUM GLADIUM ET BELLUM” (La espada rompió el escudo, y allí rompió a la vez los poderes de los arcos, el escudo, la espada y la guerra).