Condenas de 76 años de cárcel por secuestrar y torturar a un matrimonio de Segovia para robar su casa
Los cinco acusados, que se hicieron pasar por policías para el secuestro, torturaron y coaccionaron a las víctimas durante nueve horas para conseguir la información de la vivienda, donde sustrajeron bienes por valorados en más de 42.000 euros
La Audiencia Provincial de Segovia emite condenas que suman 76 años de cárcel a cinco miembros de una banda criminal que se hicieron pasar por agentes de la Policía Nacional para secuestrar a un matrimonio cuando regresaban por carretera desde el Burgo de Osma hacia Madrid. Tras ser obligados a salir de su respectivo vehículo al ser interceptados a la altura de la N-110 sentido Segovia, la pareja fue introducida en coches separados para trasladarles a una finca en Toledo, donde fueron sometidos durante nueve horas a torturas y amenazas en el interior de un contenedor de obra para que revelaran dónde tenían escondidas las joyas y el dinero en su domicilio de Madrid, además de las claves de los sistemas de alarma y posibles cajas de seguridad. La sentencia relata que los procesados recabaron información sobre el matrimonio y el alto nivel de vida que tenían.
Los hechos se remontan a cuando el matrimonio regresaba el 19 de enero de 2020 de pasar un fin de semana en Burgo de Osma. De regreso a Madrid, donde residían las víctimas, cuatro de los acusados en unión de otras dos personas no identificadas, les sorprendieron en el pk.121 de la N-110 sentido Segovia bloqueándoles la circulación con dos vehículos que tenían distintivos luminosos azules para hacerse pasar por policías, vistiendo para ello chalecos con la inscripción de Policía Nacional, armas de fuego y encapuchados .
Al grito de "policía, policía", obligaron a la pareja a salir de su vehículo para después engrilletarles y taparles los ojos para introducirles en vehículos separados. Mientras realizaban estos actos les decían “somos la policía, están detenidos, van a comisaría y el comisario ya les explicará que es lo que pasa” .
Las víctimas fueron trasladadas hasta una fincada en la localidad de Fuensalida, en Toledo, propiedad de uno de los asaltantes, y allí fueron sometidos a golpes y amenazas en el interior de un contenedor de obra. La intención de los acusados era conseguir información de su vivienda de Madrid, interesándose por el sistema de alarma y la caja fuerte, así como la ubicación del dinero y las joyas. Ante la falta de respuestas, intimidaron al hombre sometiéndole a ver cómo golpeaban a su mujer , hasta que pararon y manifestaron “estate tranquilo, esto se ha acabado, vamos a comprobar un par de cosas y si todo esta correcto os soltamos”.
Al igual que a su marido, la mujer también fue sometida a un intento de coacción diciendo “tu marido está colaborando, nos ha dicho que es un chalet en Iván”, mientras la gritaban y golpeaban, viendo cómo su marido era golpeado, llegando a amenazarla si no cooperaba con cortarle los dedos a él y la mano a ella. Después le colocaron una especie de abrazadera en el brazo como con un tornillo con el que pretendían fracturarle el mismo, y le amenazaban con fracturar a su marido una pierna, y asimismo les daban descargas con una pistola táser.
Tras lograr la información necesaria, accedieron al interior de la vivienda del matrimonio en Madrid donde robaron 30.000 euros en efectivo y diversas joyas , entre ellas unos pendientes de oro con brillantes, una medalla con cruz de Caravaca de oro, y un reloj Rolex Cellini de oro blanco de 18k. Asimismo, también se apoderaron de los móviles de los perjudicados que portaban en el momento de los hechos, elevándose hasta 12.890 euros el resto de efectos sustraídos y el montante total hasta los 42.890 euros .
Después de nueve horas de amenazas, golpes y agresiones, las víctimas fueron liberadas en las proximidades de su domicilio, no sin antes advertirles que de comunicar lo sucedido a las autoridades o denunciar los hechos les matarían .
La geolocalización de los vehículos implicados, seguimientos de los procesados y colocación de los correspondientes dispositivos de escucha y grabación, permitió realizar registros en los domicilios de los acusados, donde en uno de ellos un implicado disparó con un arma de fuego a uno de los agentes , al que le ocasionó una herida en el cuello. En las viviendas como en la finca donde los denunciantes estuvieron retenidos, se intervinieron todo tipo de armas, ropa simulada de cuerpos de seguridad y una plantación de marihuana.
La pena suma casi 76 años entre los cinco encausados por diversos delitos como pertenencia a grupo criminal organizado, tenencia ilícita de armas, detención ilegal, lesiones agravadas o contra la integridad moral, entre otros; mientras uno de los seis implicados ha sido absuelto al no quedar acreditada su participación. Si bien sus penas quedarán reducidas a nueve o 15 años en el caso más grave, los acusados también deberán abonar 21.745 euros en concepto de daños morales y por las lesiones sufridas .