RAÚL DE LA HOZ | Portavoz del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes
«Tudanca está postrado ante Sánchez buscando solo su supervivencia personal y económica»
Con febrero arranca la actividad legislativa de la Cámara autonómica, que tramita ahora seis leyes: «Va a ser fundamental en esta legislatura la del blindaje de los servicios esenciales», señala
Procurador en las Cortes de Castilla y León desde 1999 y portavoz desde 2017, el abogado Raúl de la Hoz se estrenó hace casi 25 años como miembro de la mesa de edad, al ser el más joven de la Cámara. Ha llovido mucho. Ahora echa de menos a los representantes de la oposición de aquellos años, de una mejor «calidad política». No se habían colocado, como los de hoy, «en la trinchera».
Pregunta. – El Congreso de los Diputados rechazó el martes la Ley de Amnistía. ¿Cómo valora ese asunto?
Respuesta. – Es un ejemplo más de la espiral de ignominia a la que nos está abocando el señor Sánchez. Estaba claro desde el principio que su objetivo era mantenerse en La Moncloa a toda costa, y lo está demostrando. Mientras estos señores están preocupados en cerrar su amnistía, de la forma que más interese al señor Puigdemont, tenemos a una España y a unos españoles esperando que su Gobierno se preocupe por las cosas que de verdad le importan. No tenemos presupuestos ni parece que vayamos a tenerlos, porque esos señores están enfangados en su amnistía.
El Gobierno está a expensas de un prófugo de la justicia, aceptando que su socio de gobierno insulte a la democracia, insulte a los jueces y al resto de poderes del Estado, mientras se empeñan única y exclusivamente en tratar de obtener su supervivencia política. A mí me parece una absoluta degradación de la política y, sobre todo, de la dignidad de un país como España y de la dignidad de todos y cada uno de los españoles.
P.– Hay quien sospecha que ese rechazo de Junts es algo impostado, para que el PSOE pueda presentarse a las elecciones gallegas sin el lastre de la Ley de Amnistía. Pensándolo bien, podría ser una impostura incluso la ley misma, porque... ¿cree que hay alguna posibilidad, desde lo jurídico, de que llegue a entrar en vigor?
R.– Una ley hecha con unos delincuentes para procurar que esos delincuentes se vayan de rositas por los delitos que han cometido, y están siendo juzgados o han sido ya juzgados o están siendo al menos investigados, desde el punto de vista constitucional no se sostiene, evidentemente. Eso lo saben todos los implicados. Los primeros los socialistas, que hasta hace muy poquito tiempo tenían claro, como el resto de los españoles, que eso era una barbaridad. Ahora dicen que ayuda a la convivencia.
La única convivencia a la que ayuda es a la suya propia en La Moncloa y en su relación con sus ocios, pero a los españoles, desde luego, no se les puede engañar, ni mucho menos tratar como imbéciles, que es lo que está haciendo el Partido Socialista, con la connivencia, por cierto, de los socialistas de Castilla León. Estamos todavía esperando a que den una opinión al respecto más allá de reiterarnos los argumentarios de Ferraz.
A mí me sonroja que haya algún responsable público, y más aún de la categoría de un ministro, que intente explicarnos la diferencia entre terrorismo bueno y terrorismo malo; terrorismo de primera o terrorismo de segunda, en un ejercicio de equilibrismo indecente para tratar únicamente de salvar o salvaguardar una dignidad que hace tiempo que perdieron Sánchez y sus acólitos.
P.– Ahora están en entredicho los Presupuestos, y mientras no los haya lo de la condonación de 15.000 millones a Cataluña está en el aire...
R.– Son capaces de sacarlo al margen y pueden hacerlo. Pero es una más. Eso parece que está aparcado, olvidado, pero será lo siguiente. Junts lo ha dicho. Además, la hoja de ruta, como la escribe Puigdemont, es clara. Este señor, como los terroristas, no miente. Ha dicho claramente que lo primero es la amnistía. Y una vez conseguida la amnistía, lo siguiente es la condonación de la deuda para Cataluña y los avances hacia un modelo fiscal propio de Cataluña como paso previo a la autodeterminación. Esa es la hoja de ruta que va a tener que ir aceptando el señor Sánchez si quiere mantenerse en La Moncloa. Como quiere mantenerse en La Moncloa, tenemos muy claro que todo eso va a ocurrir. Lo siguiente era la condonación de la deuda, 500 euros por persona en Castilla y León.
Nosotros intentaremos evitarlo, pero nos cuesta sabiendo que, por ejemplo, en Castilla y León quien habría de estar con nosotros peleando para que a Castilla y León no se la margine, está absolutamente arrastrado o postrado ante el señor Sánchez, buscando únicamente su supervivencia no ya política, que hace tiempo que tiene fecha de caducidad, sino su supervivencia personal o económica.
Hace tres meses coincidíamos todos en que condonar la deuda a Cataluña era perjudicar a Castilla y León. No sé por qué, hoy solamente lo seguimos diciendo los representantes del Partido Popular, y los representantes del Partido Socialista se permiten el lujo de expresar, como dijo el otro día una portavoz socialista en esta misma cámara, que Castilla y León no estaba infrafinanciada, que Castilla y León estaba fenomenal, y que no pasa absolutamente nada por condonar la deuda a Cataluña porque ya Castilla y León recibe mucho dinero. Los mismos que hace tres días votaban a favor de un informe del Consejo de Cuentas que reconocía que Castilla y León estaba infra financiada, o los mismos que hace tres meses votaban en estas cortes una reivindicación conjunta que reiteramos en el año 2016, en el 2019, en el 2021, de que Castilla y León estaba infrafinanciada y que, por lo tanto, requeríamos un nuevo modelo de financiación que se adecuara a las necesidades.
Pues bien, todo eso sobre lo que estábamos de acuerdo con los socialistas hace algún tiempo, resulta que hoy ha saltado por los aires única y exclusivamente porque los socialistas de Castilla y León, en la balanza entre Castilla y León y Pedro Sánchez, tienen claro que tienen que ponerse al lado de Pedro Sánchez y en contra de Castilla y León, y por tanto aceptar la condonación de la deuda, e intentar convencer a los ciudadanos, como si fuéramos idiotas, de que además, eso es bueno para Castilla y León.
P.– ¿El Gobierno de Castilla y León sigue estando en contra de esos 3.000 millones de euros de ‘parche’ para las cuatro autonomías más infrafinanciadas, eso que llaman ‘fondo complementario de nivelación’?
R.– Nosotros dijimos siempre que el futuro modelo de financiación habría de ser fruto del consenso multilateral de todas las comunidades autónomas en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Y que se tenga en cuenta una serie de factores que encarecen los servicios públicos. ¿Significa eso que nosotros estamos en contra de las peticiones que puedan hacer otras comunidades autónomas que invocan otros planteamientos? En absoluto. Lo que estamos diciendo es que nos debemos sentar todos en una mesa y buscar un modelo que se adecúe a las necesidades de todas y cada una de las comunidades autónomas bajo el principio de suficiencia financiera. Es decir, que la cantidad que recibamos del Estado sea suficiente para cubrir el coste de los servicios, públicos esenciales que prestamos a los ciudadanos.
No se trata de enfrentar a comunidades autónomas, como parece que quiere hacer ver el Partido Socialista, sino al revés, unirnos todas y buscar un modelo. Eso es incompatible con el hecho de que Sánchez pacte con el Gobierno de la Generalitat de Cataluña un modelo de financiación a la carta para esta comunidad autónoma, y menos aún que condone deuda a esta comunidad autónoma.
P.– Habla de la dificultad de que se elaboren unos Presupuestos Gererales del Estado, pero están pendientes también los de la Junta de Castilla y León. ¿Cómo va el proceso?
R.– Esta misma semana hemos tenido noticias. El jueves se aprobó el techo de gasto, que es el paso previo para la aprobación de los Presupuestos. Yo espero que en muy breve plazo de tiempo se puedan presentar, ahora que nos ha dado el Gobierno de España la información que requeríamos para que se pudieran elaborar. Esos Presupuestos responderán única y exclusivamente a las necesidades de los ciudadanos de Castilla y León, y en ningún caso a oscuros acuerdos que pretendan beneficiar a unos territorios en contra de otros.
P.– No responderán a oscuros acuerdos, pero se tendrán que poner de acuerdo con Vox. No sé si esas conversaciones irán bien.
R.– Afortunadamente Vox, también en esto, se está comportando de forma extremadamente leal con los intereses de Castilla y León y con los pactos que suscribió en el pasado. Ha habido, evidentemente, diálogo, negociación, pero una negociación cordial, un diálogo satisfactorio para todas las partes, porque tenemos muy claro, tanto en Vox como en el Partido Popular, que por encima de nuestros intereses de partido están los intereses de Castilla y León, y cuando eso se tiene claro, alcanzar acuerdos es, evidentemente, muy sencillo.
P.– En la legislatura anterior, cuando el pacto era con Ciudadanos, el presidente Mañueco decía en ocasiones que tenía que echar mano de la «santa paciencia». ¿Usted cree que ahora, con Vox, echa mano de ella con la misma frecuencia?
R.– Afortunadamente para Castilla y León, el señor que provocaba esa situación ya no está en el Gobierno.
P.– Hablando de Francisco Igea, ustedes apoyan que se le declare tránsfuga, pero el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, dice que no hay plazo para resolver la propuesta. ¿Qué se puede hacer con Igea exactamente?
R.– El planteamiento es sencillo: el señor Igea es un tránsfuga y además un corrupto. Es un tránsfuga según la definición que se hace en el pacto antitransfuguismo. Y es un corrupto en tanto en cuanto ha actuado en beneficio propio, traicionando el interés de su partido, su propia palabra para, de forma ilegítima, mantenerse en el escaño violentando, o defraudando, la voluntad de los ciudadanos que votaron al partido político por el que se presentó a las elecciones.
Ahora tenemos que buscar la respuesta que la democracia debe dar a personas que se comportan de forma corrupta en el Parlamento. Vamos a ver qué nos contesta la Mesa de las Cortes de Castilla y León a la petición que le hemos hecho, y dependiendo de la respuesta que nos dé la Mesa de las Cortes, actuaremos. Pero evidentemente, lo que este señor tiene que tener claro es que no se va a ir de rositas en absoluto. El presidente de las Cortes ha dicho que no tiene plazo. Es verdad. Nosotros queremos que se haga cuanto antes, y a la vista de ese informe actuaremos en consecuencia.
P.– Después de un mes de enero inhábil, ¿cuáles van a ser las tramitaciones legislativas más urgentes?
R.– Que enero sea un mes inhábil no en este, sino en todos los parlamentos, no significa que hayamos estado de vacaciones. Hemos trabajado y estamos trabajando, preparando iniciativas desde el punto de vista legislativo. En este momento tenemos varias leyes en preparación, cuya elaboración se ha sustanciado durante el mes de enero, algunas de las cuales verán la luz en el primer pleno de febrero, en el de la semana que viene. Aprobaremos la Ley de Discapacidad.
Estamos trabajando también en la Ley de Juego; en la de Patrimonio y en la de Residencias. Está en plazo de enmiendas y esperando la resolución de la Mesa de las Cortes la Ley de modificación del Ecyl, y también una ley muy importante para nosotros, la del blindaje de los servicios esenciales. En definitiva, hay una actividad legislativa muy importante en esta cámara.
A nosotros nos gustaría que su tramitación fuese más rápida, pero los plazos son los plazos, los tiempos son los tiempos. Ahora, además, deberemos hacerlo compatible con la tramitación de la ley, quizá, más importante, que es la Ley de Presupuestos, y la Ley de Acompañamiento, que introducirá importantes novedades en algunas materias. Todo ello da un trabajo importante a esta Cámara y justifica su actividad no solo desde del punto de vista del control a la actividad del Gobierno, sino también en la actividad legislativa que también nos compete.
P.– ¿Cuál considera que será la ‘ley estrella’ de la legislatura?
R.– Yo siempre digo que las leyes estrella son las de Presupuestos, porque son las que marcan la orientación de la acción de Gobierno, y ahí se plasman además los compromisos que se van asumiendo, y se recoge lo que previamente se había plasmado en el programa de legislatura y en el programa de Gobierno. Al margen de eso, yo creo que una ley fundamental es la Ley de blindaje de los servicios básicos, trasladar a los ciudadanos de Castilla y León que su sanidad, que su educación y que sus servicios sociales están garantizados en cuanto a su prestación por ley.
Es decir, que no se va a cerrar ningún centro de salud; que no se va a cerrar ningún centro educativo ni ninguna unidad de prestación de servicios sociales en Castilla y León bajo ninguna circunstancia. Es, desde luego, una garantía y un compromiso que desde el Partido Popular queremos asumir con los ciudadanos de Castilla y León, en este esfuerzo que estamos realizando para tener cada vez una mejor sanidad, cada vez una mejor de educación y cada vez unos mejores servicios sociales. Castilla y León está a la cabeza de España en la prestación tanto de servicios educativos, como de servicios sociales, como de servicios sanitarios.
P.– El funcionamiento del Ecyl es un tema sensible con los sindicatos.
R.– Esto en concreto, no. De hecho es algo que los propios sindicatos venían reclamando desde hace algún tiempo, hacer más ágil y más dinámico al Ecyl. Como ahora lo hacemos, pues ahora no les gusta a ellos. Forma parte de esta espiral en la que los sindicatos han entrado en relación con la Junta de Castilla y León.
No tiene que ver nada con las otras polémicas esta en concreto, aunque sí que es verdad que los sindicatos han decidido optar por este frentismo frente a la Consejería de Industria abandonando, espero que no de forma definitiva, un ámbito de colaboración que nosotros siempre hemos querido mantener con ellos y que tan buenos frutos ha dado para esta Comunidad Autónoma.
P.– Con el Serla sí que hay posiciones más enfrentadas.
R.– La polémica del Serla está justificada en torno a la financiación del servicio. Este es obligatorio para los conflictos colectivos, pero no para los conflictos individuales. De hecho, solamente hay Serla para conflictos individuales en Valladolid. En el resto de Castilla y León no hay Serla para conflictos individuales y no parece que pase absolutamente nada.
El Serla no es un servicio esencial, es un buen servicio que sirve para agilizar la Administración de justicia en relación con los despidos y los conflictos de ámbito individual, y creemos que se puede seguir prestando, bien a través del Serla o bien a través de la Junta de Castilla y León directamente. En todo caso, nuestra máxima es que no se perjudique ni a los trabajadores ni a las empresas. Y en eso le aseguro que no vamos a ceder.
P.– Es el procurador más antiguo, tiene experiencia. Ahora, con un Tudanca desactivado por los escándalos de su partido a nivel nacional; con un Igea que ya solo es una especie de parodia de sí mismo, y con un Pablo Fernández más preocupado por buscarse un hueco de salida a nivel nacional, ¿no lo tiene usted muy fácil en este Parlamento autonómico?
R.– Nosotros, yo como portavoz y los portavoces que me han precedido en el Grupo parlamentario popular, hemos tenido claro siempre que lo importante no era ganar a nuestros rivales políticos, sino ayudar, o servir de la mejor manera, a los ciudadanos de Castilla y León. Yo miro la facilidad o la dificultad de mi trabajo no en relación con la oposición que me toca vivir, disfrutar o sufrir, sino en relación con los ciudadanos a los que representamos. Y desde ese punto de vista, nada ha cambiado respecto al pasado.
Ahora, sí que me gustaría que los que tenemos enfrente se parecieran algo a los que tuvimos enfrente en el pasado. Me gustaría que el Partido Socialista de Castilla y León fuera un partido de oposición, como siempre ha sido, pero constructivo y que nos ayudara a través de consensos, acuerdos y diálogo a solucionar los problemas de los ciudadanos y a hacer de Castilla y León una Comunidad cada vez mejor, que no se hubieran acomodado en esta oposición radical y de trinchera, en el absoluto no a todo, mostrando una única preocupación, por no decir una obsesión: no incomodar a sus mayores de Ferraz, que por cierto, les desprecian tanto como ellos mismos desprecian a Castilla y León.
Eso me da pena como castellano y leonés: que algunos parlamentarios están dedicados exclusivamente a salvaguardar su salario personal, no incomodando a quien manda dentro de su partido y traicionando los intereses de Castilla y León únicamente para mantener su puesto de trabajo.
P.– ¿Esa es la mayor diferencia que ve con las Cortes de hace 25 años?
R.– Esa y la calidad política de sus dirigentes, evidentemente.
P.– Siguiendo en el terreno personal, si a usted le ocurriera lo que al portavoz socialista, Patxi López, y le obligaran a argumentar una cosa y la contraria de un día para otro, o defender que una cosa es constitucional por la mañana e inconstitucional por la tarde, ¿lo haría?
R.– Eso es algo que me he planteado muchas veces. Pero nosotros no somos el Partido Socialista. Nosotros tenemos principios, valores, y una ideología clara, que hace que nunca nos pueda suceder lo que le ha sucedido a la mayoría de los socialistas en Castilla y León y en España. Nosotros no tendríamos por qué decir lo contrario de lo que hemos dicho, porque nunca va nuestro partido a traicionar los principios y los valores. Ahora, si eso sucediera, yo tengo muy claro que nunca me iba a traicionar, ni a mí mismo, ni a mi dignidad, ni a mi honorabilidad. Y que lo primero, intentaría que mi partido no hiciera lo contrario de lo que había dicho que iba a hacer. Y si así fuera, yo tengo claro que ese dejaría de ser mi partido.
Esto, que es algo que debería ser normal y debería expresar cualquier dirigente de cualquier partido político, en el Partido Socialista no ocurre. Con una facilidad extraordinaria escuchamos a unos dirigentes socialistas en Castilla y León decir, después de las elecciones, incluso, que la condonación de la deuda era una barbaridad; que el establecimiento de privilegios para algunos territorios era una barbaridad; que no se podía aceptar un modelo de financiación que no fuera consensuado; que no podría plantearse en ningún caso una amnistía porque era inconstitucional, y esos mismos decir dos meses después lo contrario, única y exclusivamente porque tenían sobre ellos el mazo del señor Sánchez: «O esto o la calle». Y eligieron esto, traicionando a los ciudadanos de Castilla y León. Sus hechos evidencian cómo el señor Tudanca se ha autohumillado en su dignidad y en su honorabilidad.
P.– Compatibiliza la portavocía con la vicesecretaría de Comunicación del PP. Supongo que su partido hará examen de conciencia sobre la diferencia de resultados de las elecciones locales y autonómicas respecto a las generales. ¿Se debe a un fallo de comunicación del partido? ¿Es difícil comunicar contra un oponente que miente permanentemente?
R.– Por ser crítico con mi propio partido en ese sentido, en el Partido Popular nos preocupamos de forma extraordinaria por la gestión, por el servicio a los ciudadanos. Y dejamos a veces a un lado la estrategia política, los mensajes. Nos importa mucho más la gestión que lo que transmitamos de la misma. Y eso está demostrado que en una sociedad como la actual a veces es un defecto.
Al Partido Socialista, por contra, la gestión le preocupa bastante poco y menos los frutos de la misma. Y sí está volcado en el relato que a cada una de sus acciones debe dar. No digo que lo que hace el Partido Socialista esté bien, ni mucho menos, pero sí reivindico dentro de mi partido que debemos trabajar mucho más y mucho mejor el relato de lo que estamos haciendo, para que nuestro mensaje llegue de forma más nítida. Estoy seguro que desde la dirección nacional del partido, este nuevo equipo trabajará como lo está haciendo ya, para que nuestro mensaje llegue de forma clara a los ciudadanos y los ciudadanos entiendan perfectamente que en España la única alternativa de progreso, y de sensatez, está en el Partido Popular.
P.– Cuando sale el vicepresidente en Twitter delante del Balneario de Medina del Campo diciendo cosas ‘políticamente incorrectas’ sobre los refugiados y la inmigración; o cuando ve que Vox se opone a eliminar la palabra ‘disminuido’ de la Constitución, que no sé yo cuántos votos les dará eso... ¿Hablan sobre el tema? ¿Les aconsejan sobre su acción política?
R.– Nosotros tenemos una buena relación personal con todos ellos, aparte de una buena relación política. Cualquier acuerdo o pacto político y parlamentario se tiene que sustentar en una buena relación personal. Si no, es muy difícil que las cosas puedan salir adelante. ¿Significa eso que estamos de acuerdo en todo? No, en absoluto. Ni estamos de acuerdo en todo ni pretendemos estarlo.
Si de vez en cuando algún dirigente de Vox dice algo que a mí personalmente no me gusta, lo dice como dirigente de Vox y al margen de nuestro acuerdo de gobierno, igual que supongo que habrá cosas que nosotros decimos que a ellos no les gusten. Somos dos partidos independientes, no estamos en un proceso de fusión ni lo queremos estar. Los dirigentes de Vox son libres para decir lo que les venga en gana como nosotros somos libres también de decir lo que nos venga en gana.