Diario de Castilla y León

El bilingüismo se estanca en Castilla y León tras 5 años de freno en la adscripción de centros

Sindicatos de profesores y Ampas piden reorientar esta enseñanza y alertan de que plantea dificultades de aprendizaje y segregación del alumnado / Ningún colegio solicita alta en el programa en el último curso y 13 se descuelgan desde 2017

Alumnos del CEIP Vera Cruz de Quintanar de la Sierra en el aula. REDES

Alumnos del CEIP Vera Cruz de Quintanar de la Sierra en el aula. REDES

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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  1. Barrera

  2. Mejorable

  3. Un colegio de León, primero en conseguir que las clases en otro idioma sean opción de las familias

  4. El CEIP Vera Cruz, de la localidad burgalesa de Quintanar de la Sierra, es el último en incorporarse a la enseñanza bilingüe: «El balance es positivo»

  5. El CEIP La Antigua, de la localidad salmantina de Béjar, es el último en salir del programa porque casi la mitad de sus alumnos necesita apoyo para el español

Asociaciones de padres y madres de alumnos y sindicatos de docentes piden a la Junta de Castilla y León un «replanteamiento» del programa de enseñanza bilingüe, al que achacan diversos inconvenientes. Entre ellos, que puede que sea más lo que los alumnos dejan de aprender en asignaturas importantes, que lo que aprenden de idioma extranjero. Por otro lado, lamentan que puede suponer, en los centros, una segregación entre alumnos que pueden pagarse clases de apoyo y los que no. Además, es necesario incorporar programas de mantenimiento y formación del profesorado que no se dan, según las organizaciones sindicales.

La polémica salta en Castilla y León tras la merma de adscripciones . En el último curso ningún centro ha solicitado unirse al programa, mientras sí se ha dado de baja uno, el Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) La Antigua, de la localidad salmantina de Béjar. En el curso 22/23, los datos fueron igual de elocuentes, ya que mientras se dieron de alta en la educación bilingüe un colegio público y uno privado –el Vera Cruz de Quintanar de la Sierra (Burgos) y el Sagrado Corazón-Corazonistas de Valladolid–, solicitaron su baja cinco –Las Cogotas, de Cardeñosa (Ávila); Claret y Santa Catalina, ambos de Aranda de Duero (Burgos); San José, de Segovia y Teresa Revilla, de Fresno el Viejo (Valladolid)–. La Administración autonómica lo explica así: «El proceso lleva años abierto y la mayoría de los interesados ya lo ha incorporado».

También es significativa la tendencia del programa en el último lustro . Desde el curso 19/20 hasta el actual, 23/24, se han dado de alta 13 centros escolares, y se han dado de baja otros 13, si bien otra estadística de la Consejería asegura que hay 4 centros más en el 23/24 que en el curso 19/20, concretamente 659 frente a 655. Aun así, el estancamiento es patente, ya que en el 20/21 se contabilizaron cinco secciones bilingües menos, 660; al curso siguiente una menos, 659 y en el 22/23, nuevamente 660 secciones bilingües en las 9 provincias de Castilla y León. Supone la participación de más de 100.000 alumnos (108.249 en el registro del curso 20/21).

Además de esta merma de solicitudes, acaba de salir a la luz el estudio. La opinión del profesorado sobre el Programa Bilingüe de la Comunidad de Madrid, elaborado por la asociación de profesores Acción Educativa a través de encuestas a 1.724 docentes. En Castilla y León no se han elaborado informes parecidos en los últimos años, pero el programa de Enseñanza Bilingüe es muy similar y con un desarrollo muy parecido en el tiempo. Las conclusiones del trabajo, presentado el pasado 30 de noviembre, son demoledoras. Así, según el estudio, los profesores detectan un «empobrecimiento de la calidad» de la formación de los alumnos, efectos «negativos» en la adquisición de conocimientos y dominio del castellano y un aprendizaje «desequilibrado» de la lengua inglesa.

Barrera

El informe plantea también la «barrera añadida» que la enseñanza bilingüe supone para el alumnado, tanto con necesidades educativas especiales y dificultades específicas del aprendizaje, como sin ellas, sin los apoyos necesarios para superarla. Se recoge por primera vez la perspectiva del profesorado ante este programa. Plantea, por otro lado, que el actual modelo de bilingüismo puede ser «un caballo de Troya» para «la segregación en los institutos de educación secundaria» . Ación Educativa aboga por un «nuevo modelo» que tenga en cuenta a «todos los miembros de la comunidad educativa» y se base «en la investigación y la evidencia científica». Son conclusiones con las que se identifican los sindicatos de profesorado de Castilla y León, y también, por norma general las Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ampas).

El vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado de Centros Públicos de Valladolid (Fapava), Juan Sánchez, entidad perteneciente a Confapacal (Confederación de Federaciones de AMPAs de Castilla y León), relata que hace años las nuevas peticiones de enseñanza bilingüe «estaban paralizadas, al parecer no querían incorporar más hasta evaluar si estaba realmente funcionando bien». Desde entonces «sí tenemos conocimiento de algunos colegios que han quitado la enseñanza bilingüe, sobre todo colegios del Programa 2030 [que favorece la educación inclusiva y la prevención de la segregación escolar por razones de vulnerabilidad socioeducativa], puesto que les dificultaba más el aprendizaje. Hay diferentes casuísticas», señala Sánchez. «Por otro lado, son muy diferentes las opciones que hay en los centros bilingües . El problema que vemos es que en algunos colegios se utilice para segregar a los estudiantes, en el sentido de que parece que los que van por bilingüe son los mejores y los que no van por bilingüe son los peores. Eso puede traer efectos no deseados, Te fuerzan a elegir bilingüe aunque no estés de acuerdo con este tipo de educación». 

Mejorable

De parecida opinión son las Ampas de centros concertados. La presidenta de la Confederación Católica de Madres y Padres de Alumnos de Castilla y León (Confecampacyl), Ángela Melero, asegura que el programa «es mejorable», puesto que «la exposición exclusiva a clases de Ciencias y Educación Física en un único idioma no garantiza que los niños se desarrollen como hablantes bilingües». 

Confecampacyl propone «una educación más personalizada y la posibilidad de que las familias elijan participar en el programa de bilingüismo, especialmente teniendo en cuenta las dificultades de aprendizaje a las que algunos niños tienen que  enfrentarse». Y es que «es esencial reconocer la importancia del español en comparación con el inglés ; los niños deben dominar su lengua materna en términos de expresión oral y escrita, sin descuidar la promoción del aprendizaje de otro idioma. Además, es crucial abordar la capacitación de profesionales, ya que en ocasiones carecen del dominio bilingüe necesario para una enseñanza efectiva», concluye Melero.

De las 659 secciones bilingües de Castilla y León (puede haber centros con dos secciones de lenguas distintas), 37 pertenecen al programa British (en el que todas las asignaturas se dan en inglés); 598 al idioma Inglés; 19 a francés y 5 a alemán. Por provincias, hay 36 secciones en Ávila, 98 en Burgos, 132 en León, 47 en Palencia, 89 en Salamanca, 34 en Segovia, 47 en Soria, 131 en Valladolid y 45 en Zamora.

La presidenta del Sector Autonómico de Educación de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (Csif) en Castilla y León, Isabel Madruga, también cree que es mejorable: «Siempre hemos sido muy críticos con el modelo bilingüe de Castilla y León, porque se impuso sin ningún tipo de negociación . Hemos asistido a una transformación de plantillas de los centros sin que hubiera una planificación para ello. Digamos que se empezó la casa por el por el tejado», asegura. «Desde 2007 exigimos una negociación real del modelo bilingüe, y para nosotros la apuesta tendría que pasar por un mayor reconocimiento al profesorado que estaba en los centros bilingües y también a los coordinadores, como se hace en otras comunidades autónomas, y contar con asesores lingüísticos en los centros». 

«Exigimos una evaluación del modelo bilingüe», remarca Madruga. «Cuando se nos presentó, tampoco fue del agrado de las organizaciones sindicales, y en concreto de Csif, porque se encargó a instancias externas privadas. Nosotros veíamos que el bilingüismo en los centros docentes era segregador, demandamos que las familias puedan elegir ir por esa vía o no».

Un colegio de León, primero en conseguir que las clases en otro idioma sean opción de las familias

El CEIP La Granja de León ha abierto camino para el planteamiento de un nuevo modelo de educación bilingüe en los centros, y lo ha hecho con revolución de padres y madres de alumnos incluida. Ha sido el primero en conseguir que en la Educación Infantil y Primaria sean las familias las que escojan si sus hijos quieren seguir por esa vía o no. Es una opción que es habitual en los IES, Institutos de Enseñanza Secundaria, pero no en los CEIP.

Después de realizar una encuesta, en la que los padres y madres dejaron patente que más del 70% de las familias del centro optarían por no participar en la educación bilingüe, realizaron un ‘referéndum’ en el que 8 de cada 10 optaron por sacar el centro del programa bilingüe español-Inglés, más concretamente el 78,5% de las familias de primaria, 257 padres y madres. O dejaban elegir si se participaba o no en el programa o, sencillamente, el centro solicitaría su baja. Ante tal encrucijada, la Consejería de Educación optó por dar luz verde a la elección. Ahora, el centro tiene noticias de que otro CEIP de Burgos también lo hace así, y es previsible que la opción termine abriéndose a todos los colegios de Infantil y Primaria.

Fuentes de la dirección del centro confirman, en respuesta a este periódico, que las familias «tienen libertad de elegir bilingüe o no bilingüe, como se hace en los institutos. Ahora solo somos nosotros junto a otro colegio de Burgos los únicos de Primaria que podemos hacerlo en toda la Comunidad». «Los padres y madres hicieron un sondeo y una gran mayoría eligieron la opción de no ser bilingüe, por eso se ha puesto en marcha». 

Este curso «el 80% ha elegido ir por enseñanza no bilingüe», aseguran las mimas fuentes.«Han decidido que ese modelo les complicaba mucho las cosas. Tenemos 34 alumnos que siguen cursando la enseñanza bilingüe, frente a unos 280 alumnos, más o menos, que hay en Primaria, una inmensa mayoría no bilingüe». 

Las familias están convencidas de que el modelo pone más obstáculos que ventajas. Fue el pasado mes de mayo –después de la batalla presentada por los padres y madres del centro que puso a la Consejería de Educación en el dilema de mantener la sección bilingüe en un centro en el que fuera optativa, o renunciar a la sección bilingüe–, cuando la Administración autonómica permitió por primera vez que las familias marcasen su opción preferente en un formulario de pre-matrícula. La opción mayoritaria fue salirse del programa.

El CEIP Vera Cruz, de la localidad burgalesa de Quintanar de la Sierra, es el último en incorporarse a la enseñanza bilingüe: «El balance es positivo»

El CEIP Vera Cruz, de la localidad burgalesa de Quintanar de la Sierra, ha sido el último colegio público en subirse al tren de la educación bilingüe. Tras varios años de ensayo, lo hizo de forma oficial el pasado curso 22/23. Compartió alta en el programa con el último de los concertados en hacerlo, el Sagrado Corazón-Corazonistas, de Valladolid. 

«Nosotros lo tenemos implementado en las áreas de Educación Física y Arte para Primaria, porque nuestro objetivo era potenciar y enfatizar la expresión oral. Lo que no queríamos era memorizar cargas de vocabulario, como se hace cuando se implementan otras áreas, que suele ser Sociales y Naturales», explican fuentes de la dirección del centro. «Queríamos utilizar el lenguaje, pero de una manera funcional, por eso se decidió en estas áreas». 

«El objetivo es que escuchen instrucciones a diario para ir asimilándolas, porque lo que se quiere potenciar es la expresión oral. Tanto la escucha en lengua extranjera como intentar que se vayan expresando cada vez más», señalan. «Esa es la forma de hacerlo con estas áreas, tanto la escucha como la expresión». 

«En infantil también se enfatiza un poco, pero todo en plan fonético, con juegos y con canciones», subrayan desde el centro. «El balance es positivo, porque al final se van acostumbrando, al tener más horas escuchando y hablando en inglés. Van asimilando órdenes e instrucciones de manera funcional, no una carga memorística de vocabulario que, a lo mejor, hoy lo aprenden y mañana lo olvidan, sino que se trata de que lo apliquen, por eso al final son instrucciones sencillas». 

En el Vera Cruz de Quintanar de la Sierra son 105 alumnos los que desarrollan sus estudios en enseñanza bilingüe.  Es el único CEIP de Quintanar de la Sierra, un municipio de las comarcas de La Demanda y Pinares de 1.557 habitantes, según el censo de 2022. El pueblo también cuenta con un Instituto de Educación Secundaria (IES), bautizado con el nombre de ‘Tierra de Alvargonzález’. El número de profesores del claustro del Vera Cruz es de trece, de los que cuatro tienen la especialidad de inglés y están implicados en la enseñanza bilingüe.

Pese a las observaciones que existen en otros centros sobre las posibles deficiencias del programa de enseñanza bilingüe, en el Vera Cruz no le ponen ninguna pega. Aseguran que las necesidades que puede tener el programa «las tienen cubiertas».

El centro, al que también asisten los escolares de la cercana localidad de Neila, cuenta con las instalaciones esenciales para atender las necesidades de los escolares. Está dividido en dos edificios, uno principal con tres plantas, donde están alojadas las aulas de Primaria, la biblioteca del centro, el aula de Pedagogía Terapeútica, el aula de Audición y Lenguaje, la sala de Informática y los despachos del equipo directivo y Secretaría.

El segundo edificio aloja las aulas de Infantil y el comedor escolar, la sala de profesores, el despacho de Orientación Escolar, el aula de Música y el gimnasio, su almacén y los vestuarios. Además el centro cuenta con dos patios diferenciados, uno para educación primaria y  otro para educación infantil.

El CEIP La Antigua, de la localidad salmantina de Béjar, es el último en salir del programa porque casi la mitad de sus alumnos necesita apoyo para el español

Fachada del CEIP La Antigua, de Béjar (Salamanca). GGL SW

Fachada del CEIP La Antigua, de Béjar (Salamanca). GGL SW

El CEIP La Antigua, de la localidad salmantina de Béjar, ha sido el último de Castilla y León en salir del programa de enseñanza bilingüe. El director del centro, Chema Martín, asegura que el colegio «no entra a valorar si es mejor o es buena o mala» la enseñanza bilingüe en sí. «Simplemente ha sido por las características de nuestro alumnado. Nuestro Colegio se ha quedado muy pequeñito, cuando decidimos eso éramos 35 alumnos en total, desde Infantil a Primaria, ahora somos de 25 a 27 alumnos. Un porcentaje muy grande de ellos, por situaciones socioeconómicas, socioculturales, de desfavorecimiento, les costaba mucho seguir este el ritmo que exigía el estudiar algunas asignaturas en la lengua inglesa», detalla el docente. 

«De hecho, los profesores que venían a impartir la enseñanza bilingüe terminaban diciendo: ‘Este niño es mejor que siga en español porque no puede seguir el nivel’. Entonces, no vamos a hacer una enseñanza bilingüe para la mitad de nuestro colegio», añade Martín. «Fue por una razón meramente pedagógica, atendiendo a las características de nuestro alumnado. No entramos en este momento, aunque yo tenga mi opinión, en el debate de si es mejor o es peor la enseñanza bilingüe». 

Aunque el director del centro prefiera no entrar a valorar, sí que apunta que hay colegios que han quitado la enseñanza bilingüe «porque entienden que es peor forma de enseñar, que es preferible enseñar solo en español, y luego ir reforzando el inglés con actividades extraescolares o en clases particulares, aparte de lo que se hace en el colegio». Pero en este caso «era por la característica de los alumnos que teníamos nosotros. Imagínate una niña o un nombre que necesita refuerzo en lengua española. Era más difícil para ellos».

Es un caso muy frecuente en el centro, ya que de los 25 alumnos que tiene este curso «11 están recibiendo algún tipo de apoyo» para aprender la lengua española. En Béjar, uno de los pueblos más emblemáticos de la provincia charra, con un censo de 12.099 habitantes en 2022, hay 4 colegios públicos y 2 concertados. «Nosotros estamos en el barrio más antiguo del pueblo, el más despoblado, y nos estamos quedando sin gente», explica el director del CEIP La Antigua. 

La ley autonómica establece, según los censos de las poblaciones, que en una localidad como Béjar el centro se tiene que mantener abierto aun con 9 alumnos. Chema Martín asegura que el contar con pocos alumnos «también tiene un efecto positivo, ya que bajan las ratios y hay más tiempo para dedicarse a cada uno de ellos de forma más individualizada».

«Se trabaja mejor con 12 alumnos en un aula que con 20 o 25, eso está claro», asegura. «Nosotros solo tenemos dos unidades: de Infantil a tercero de primaria están juntos y los de cuarto, quinto y sexto están juntos». Eso sí, profesores hay «los que corresponde», pues a los profesores fijos se unen«los especialistas, que tienen que venir igual que en cualquier otro centro», dice. «A veces tenemos más recursos, pues podemos dedicarnos más intensamente a una enseñanza más individualizada», concluye.

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