Diario de Castilla y León

La economía de Castilla y León baja el pistón pero cerrará el año «muy por encima» del 1,6% previsto

Crece el 1,8% en el tercer trimestre, lo mismo que España / El aumento acumulado desde enero es del 2,8% / La Junta augura que la desaceleración continuará durante el cuarto trimestre, pero mantiene que 2023 terminará «muy por encima» del 1,6% previsto en inicio

El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo.- ICAL

El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo.- ICAL

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E.N. | Valladolid
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La economía de Castilla y León desaceleró su ritmo de crecimiento entre julio y septiembre con una subida del 1,8% frente al 2% del trimestre anterior y el 4,6% del primero del año. El aumento registrado en esta comunidad durante el tercer trimestre es porcentualmente el mismo que en el conjunto del país y muy superior al registrado en la Unión Europea y la eurozona, con una décima de incremento. 

Así lo precisó ayer el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, en rueda de prensa para presentar la contabilidad regional. Los datos revelan, por un lado, «que la economía sigue creciendo a un ritmo relevante», pero «la parte negativa», valoró, es que se aprecia «cierta desaceleración respecto a cómo habíamos iniciado el año».

La variación intertrimestral se situó en cinco décimas durante en el tercer trimestre del año, frente al retroceso de dos décimas del precedente.

Fernández Carriedo puso el foco en el dato de crecimiento acumulado en lo que va de año, que es donde Castilla y León destaca, con un aumento del 2,8%, «claramente por encima» del incremento nacional, que fue del 2,6% en los primeros nueve meses el año, y «cinco veces superior» al registrado tanto en la Unión Europea (0,5%) como en la zona euro (0,6%) en ese mismo periodo.

Los síntomas de desaceleración durante el verano «hacen prever» que la economía mantenga también el freno durante el cuarto trimestre. Fernández Carriedo anticipó que el año finalmente cerrará por debajo de ese 2,8% de crecimiento acumulado desde enero pero confió en que se situará, «casi seguro, muy por encima» de la previsión inicial del 1,6% calculada en inicio.

De cara al próximo año, y a pesar de no haber cerrado aún los presupuestos autonómicos para 2024, subrayó que «la perspectiva es seguir creciendo aunque seguramente a menor ritmo». Indicó que el próximo ejercicio «se parecerá más a este tercer trimestre y al cuarto que a lo que fueron el primero y el segundo». Entre otras cosas, contextualizó, «será difícil ver un dato tan negativo en el sector agrario» como los anotados en la contabilidad en los últimos años, con retrocesos que alcanzaron el -14% en la segunda mitad de 2022.

Desglosados los datos del tercer trimestre, el consejero subrayó que la principal contribución al incremento económico llegó desde el sector de la construcción y el de los servicios, con aumentos por encima de la media.  En concreto, la construcción registró un aumento del 3% durante el tercer trimestre del año (tres décimas más contenido que en el anterior) y los servicios lo hicieron un 2,8% (una décima más que el anterior), con especial repunte de las actividades profesionales, científicas y técnicas (12,6%),  las actividades artísticas y recreativas (8.8%) y la información y las telecomunicaciones (8%).

La industria, por su parte, se anotó una tímida subida de medio punto entre junio y septiembre, cuando tres meses antes había crecido un 2,4% y había arrancado el año anotándose un 7,7%. Entre las ramas industriales, las manufactureras descendieron en este trimestre una décima (cuando tres meses antes habían crecido el 0,9%) así como el suministro de la energía eléctrica. El titular de Economía destacó que la industria «sigue creciendo, pero a menor ritmo», y se sitúa «entre las tres primeras autonomías de España» en crecimiento industrial.

«El peor dato», desde la perspectiva de la oferta, llega del campo, con un nuevo batacazo de la agricultura y ganadería, esta vez del -8,5%, que se suma a los descensos del -9,6% y del -8,8% de los dos trimestres anteriores y a las caídas de dos cifras durante los cuatro trimestres del año 2022. La nota de prensa apostilla que «los últimos datos disponibles de producción de cultivos de la campaña 2022/2023 reflejan una caída de la producción agrícola, aunque inferior a la de la campaña anterior». En el sector ganadero se produjo «un descenso de la producción inferior a la del trimestre precedente».

El consejero portavoz indicó que la variación desde la óptica de la demanda se explica por el crecimiento del 1,5% de la demanda interna, fundamentalmente «por la desaceleración del gasto por parte de las administraciones públicas» y por la  «estabilización» en el de los hogares. 

En concreto, en verano se registró una menor contribución positiva de la demanda interna al crecimiento del PIB, que pasó de 1,8 a 1,5 puntos porcentuales durante el tercer trimestre.

El gasto de las administraciones públicas se quedó en 2,4%, frente al 3,1% del trimestre previo y del 2,9% del primero del año. El consejero reconoció que se trata de un aumento muy tibio del gasto público en el actual contexto de la nutrida canalización de fondos europeos, pero achacó lo contenido de este crecimiento al extraordinario gasto durante los años de pandemia, con un gasto excepcional en sanidad, servicios sociales y  educación para afrontar la situación de emergencia. 

«Más preocupante», es, en su opinión, «la evolución del gasto en los hogares, que no remonta», expuso antes de reconocer que son muchas las familias que tienen «problemas para llegar a fin de mes».

En concreto, el gasto en los hogares volvió a quedarse en siete décimas, igual que el trimestre previo, pero lejos de los incrementos habituales desde 2021, ya que se venía situando por encima del 2%.

La contribución del sector exterior fue de sólo tres décimas, similar al periodo anterior (0,2%) pero lejos del 1,5% con el que había arrancado el año. Tanto las exportaciones totales como las importaciones totales registraron un menos crecimiento que en el periodo anterior.

En este punto, recordó la importancia de abrir el comercio a nuevos mercados, al indicar que los principales socios de Castilla y León son países de la Unión Europea, donde el crecimiento económico es menor. Que a los socios les vaya mal «no es un buen dato».

En cuanto a la formación bruta de capital, la Comunidad anotó una variación del 2,6% en este trimestre, inferior al periodo precedente (3,2%), donde crecieron tanto la inversión en bienes de equipo como la de construcción. La inversión en bienes de equipo aumentó un 2,1% interanual, en menor medida que en el trimestre anterior (3,5%). Por su parte, la inversión en construcción registró en este trimestre un incremento del 2,9% (igual que en el periodo anterior).

El sector exterior presentó una contribución positiva de tres décimas al crecimiento del PIB en el tercer trimestre del año (0,2 en el periodo anterior), con una desaceleración de las exportaciones totales (del 2,2% al 1,6% en este trimestre) y de las importaciones totales (del 1,7% al 1,1% en el tercer trimestre).

En cuanto al empleo, que los datos de la Consejería miden en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, definidos como el número de horas trabajadas entre la jornada media realizada en puestos de trabajo a tiempo completo, refleja una variación interanual del -0,2% en este tercer trimestre (0,4% en el anterior), con una menor contracción en el empleo del sector primario, un mayor crecimiento en el de la industria y la construcción y un descenso en el de los servicios.

Preguntado por la posibilidad de que la Junta reclame al Gobierno central la trasferencia de los servicios de Cercanías, como ha manifestado el ministro de Transportes, Óscar Puente, Carriedo advirtió que para Castilla y León lo «irrenunciable es la igualdad de trato» en el reparto de las inversiones en España, más allá de la asunción de competencias.

A Castilla y León, remachó, le importan las inversiones que se acometan en le territorio. Por eso insistió en que si se garantizan 6.000 millones de inversión adicional a otras autonomías como Cataluña y un porcentaje en función de su PIB, que «se garanticen también para Castilla y León», que tiene más superficie, más territorio y más necesidades de inversión». 

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