"Hacemos bien las cosas y no nos lo acabamos de creer, es es nuestro defecto"

"Somos gente seria, cumplidora, echada para adelante, pero nos cuesta una barbaridad creer en nosotros mismos; ese es nuestro defecto", reflexionó el director general de Iberaval, Pedro Pisonero , en su análisis sobre el crecimiento empresarial de Castilla y León después de considerar que somos «los más alemanes de toda España». 

En el foro sobre la importancia del sector financiero celebrado ayer en el hotel Sercotel de Valladolid, el director de la sociedad de garantía recíproca insistió en la necesidad de poner el foco en las fortalezas y no tanto en las debilidades, como pueda ser la falta de infraestructuras o de conexiones porque, en comparación con otras regiones del continente europeo, la situación de Castilla y León es mejor, "por mucho". "Hacemos bien las cosas y no nos lo acabamos de creer", insistió antes de apuntar que, con un crecimiento del 4,5%, "somos la envidia de Europa". 

Pisonero incidió en sus discursos en que las previsiones y los datos de crecimiento están en positivo y, aunque aclaró que algún sector puede decrecer, "la gran mayoría no tiene problemas". "Llevamos tres años previendo que las cosas van a ir mal, incluso acotándolo por trimestres, y al final los cierren son buenos". Tampoco ha subido la tasa de morosidad ni la inflación está "desmadrada", continuó para argumentar que no observa razones para poner freno a las inversiones, a pesar del contexto internacional, con dos escenarios bélicos que han repercutido, por ejemplo, en el precio de los combustibles o de algunas materias primas. "Nuestra economía sigue creciendo; no veo datos objetivos para parar", dijo. 

Para el director de la sociedad de garantía recíproca el pesimismo es un "germen" que hay sobre la mesa de Castilla y León – "porque aquí ser optimista se considera pesimista", ironizó–, si bien consideró que en algunas provincias ya se vislumbra un cambio generacional , rumbo a "una visión positiva de las cosas desde el punto de vista empresarial". "No es un problema de financiación, es un problema de fe", continuó en este sentido, en referencia también a que resulta difícil encontrar proyectos en la Comunidad que se queden sin financiación. 

Así, aclaró que sigue habiendo inversiones, "aunque no tantas como otros años", y puso como ejemplo el estallido de la pandemia para transmitir que hay que tener confianza en el futuro . "En 2020, con la crisis, parecía que el sector de la hostelería se caía, pero lo único cierto es que el que se paró y decidió no invertir entonces, está ahora en una posición peor". De ahí que animara al tejido empresarial  a no adoptar un papel pasivo en el mercado, y a poner en marcha proyectos emprendedores. 

"Tenemos momentos complicados pero prácticamente en todos los casos se resuelven los problemas", añadió antes de reflexionar sobre el futuro que les depara a las empresas que tienen capacidad para invertir y no lo hacen porque sólo se centran en el ahorro.