El negocio del viento esparce 373 millones en el mundo rural en 25 años

Han pasado ya 25 años desde que se puso en marcha el primer parque eólico en Castilla y León , un sector que ha llevado a la comunidad autónoma a la primera línea de las energías renovables con 6.624 MW de potencia en 262 instalaciones, pero que promete seguir creciendo con el objetivo de duplicar esta cifra para el año 2030. Se trata de un negocio enclavado en el mundo rural, donde el año pasado dejó 30 millones de euros solo en alquiler de terrenos. Desde que hace 25 años que se instaló en Soria el primer parque de Castilla y León el cálculo es que los propietarios de los terrenos han recibido 373 millones de euros .

Hoy se conmemora en Soria la creación del primer parque eólico de Castilla y León hace 25 años. En ese tiempo, el negocio del viento ha experimentado una notable evolución y su proceso de mejora continúa vivo. La tecnología que se está incorporando en los aerogeneradores que se van sustituyendo una vez concluye la vida útil de las máquinas permitirá producir hasta un 60% más de energía (considerando la mayor la mayor potencia por aerogenerador aunque se mantenga la de evacuación). Sin olvidar que al abrir la alternativa del reciclaje de los distintos componentes las repotenciaciones están aseguradas.

La generación de la energía del viento arrancó en Castilla y León en 1998 cuando entraron en funcionamiento los 45 molinos del parque del Madero 1, en Soria , con casi 15 MW de potencia instalada (una potencia unitaria de 330 kW). Fue el despegue de la energía verde en la Comunidad que cubre ya casi la mitad de toda la demanda eléctrica del territorio, según datos de Red Eléctrica Española. Pero en este tiempo la industria ha mejorado los parques eólicos más modernos que se están instalando en la región, que cuentan con máquinas de más de 6.000 kW de potencia unitaria , casi veinte veces más de aquellos primeros, lo que está permitiendo reducir el número de aerogeneradores. 

En este negocio, el viento no solo es favorable para los promotores. Los propietarios de los terrenos donde se establece un parque eólico perciben ingresos directos por el alquiler de las fincas de alrededor de 5.000 euros por megavatio instalado , de tal modo que el año pasado los propietarios cobraron más de 33 millones de euros. Una cuantía que, desde 1998, resulta un acumulado de 343 millones, eso sí, teniendo en cuenta la potencia instalada cada anualidad y una media a lo largo de los 25 años de 3.750 euros por megavatio, según detalla el presidente de la Asociación de Promotores de Energía Eólica de Castilla y León (Apecyl), Javier Gracia. 

A esta cifra hay que añadir la repercusión por el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), lo que incrementa las ganancias hasta los 9.500 euros por MW instalado.

En todo este tiempo el sector ha invertido 6.600 millones de euros en la construcción de los 262 parques eólicos de Castilla y León , si bien este año se han incrementado los costes un 20% y los que están en construcción ya conllevan un gasto por MW de 1,2 millones de euros. Además, se ha convertido en un sector fundamental para la creación de un nuevo modelo económico y de crecimiento, con más de 6.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, en la comunidad autónoma.

En la actualidad Castilla y León se encuentra a la cabeza del escalafón eólico nacional con 6.624 MW en marcha, lo que supone el 22% de la cuota de mercado sobre el acumulado , 29.813 MW. A día de hoy genera una cuarta parte de toda la energía eólica que se produce en España y emplea a 2.000 personas de forma directa y a otras 4.000 en tareas de operación y mantenimiento. Sin olvidar que la Comunidad cuenta con proyectos para duplicar su producción eólica:  «Es el objetivo fijado para 2030» , explica el presidente de Apecyl.

Pero ya no sólo se utiliza la potencia instalada para cuantificar el sector, puesto que «la optimización de los aerogeneradores permitirá incrementar hasta un 40% más la generación de energía eólica con la misma capacidad de evacuación», añade Gracia. Y es que hasta 2030 habrá que sustituir en torno a 5.000 máquinas que suman 3.000 MW por nueva tecnología. 

Aquí también entra en juego la hibridación de los parques con un 20% más. «En Castilla y León tenemos mucha experiencia para optimizar con hibridaciones, sin olvidar de que nuestros parques van a ser de los primeros en poder ser sustituidos, y está muy madurada la capacidad de tratamiento y recuperación de los materiales, tres aspectos que nos aventajan».

Ya se están planteando distintas fórmulas en la misma evacuación y sacar el máximo partido a los terrenos e infraestructuras con los que ya cuentan, sobre todo con energía solar fotovoltaica, pero también con baterías para acumular la generación y con centrales reversibles. Utilizan el mismo punto de conexión a la red y comparten infraestructuras, como la subestación y la línea de evacuación de la electricidad producida. Además, se ubican en terrenos que ya estaban destinados a la generación renovable y permiten contar con caminos e instalaciones comunes para la operación de ambas tecnologías.

Y Castilla y León será pionera. La portuguesa EDP Renovables ha obtenido autorización para poner en funcionamiento un proyecto híbrido junto al parque eólico de Cruz de Hierro, situado en Santa María del Cubillo (Ávila), donde ha instalado más de 25.000 paneles solares. Es la primera planta híbrida instalada en España que recibe autorización de explotación y la segunda en la península ibérica, después de que EDPR pusiese en marcha en el norte de Portugal el pasado enero el que fue su primer proyecto híbrido a escala mundial. Además, Iberdrola construirá en Burgos la primera planta híbrida eólica y solar de España. Destinará más de 40 millones de euros a la instalación de dos plantas fotovoltaicas de 41 y 33 MW para hibridar el complejo eólico Ballestas y Casetona (BaCa) de 69 MW, en los municipios de Revilla Vallejera, Villamedianilla y Vallejera. En total sumarán más de 170.000 módulos fotovoltaicos.

Al ser también Castilla y León la comunidad autónoma con más potencia instalada de España es la primera que tendrá que abordar la repotenciación y renovación del parque actual. 

Apecyl calcula que entre los años 2023 y 2028 en el país está previsto desmantelar 10 GW de proyectos eólicos mientras que a nivel internacional se tendrán que desmantelar 160 GW de potencia eólica instalada entre 2000 y 2004. Actualmente, los propietarios de parques están obligados a asumir los costes de desmantelamiento y traslado a vertedero. Sin embargo, a partir de 2025, la mayor parte de estos materiales no serán aceptados en estas instalaciones, lo que ofrece una gran oportunidad para reprocesar y reciclar los aerogeneradores desde la fibra de vidrio hasta las turbinas y equipamiento eléctrico.

Según datos de Ruralia (el holding de participadas de Caja Rural de Soria del que Javier Gracia es CEO), las necesidades de retirada de estos proyectos renovables en España alcanzan actualmente un valor de mercado superior a los 250 millones de euros sólo en labores de desmantelamiento , a lo que habría que añadir otros 300 millones más que supondría la valorización de todos los elementos que componen los aerogeneradores.

Ahí se ha adelantado Caja Rural a través de sus participadas con la puesta en marcha de GIRA Wind, la sociedad liderada por Naturgy InnovaHub y Ruralia, junto con Posteléctrica Fabricación y Huso, para construir un centro integral de reciclaje de parques eólicos que se ubicará en el Parque Empresarial del Medio Ambiente (PEMA) en la localidad soriana de Garray y cuya planta piloto ya ha arrancado en Almazán con las primeras pruebas.

Con todas estas iniciativas, el sector tiene la vista puesta en el futuro, pero hoy, en Soria, habrá una mirada hacia el pasado. El parque eólico Sierra del Madero 1 celebra su 25 aniversario en un acto organizado por la Asociación de Promotores de Energía Eólica de la Comunidad, que tendrá lugar hoy, miércoles, a las 12.00 horas en las instalaciones del parque. Propiedad de Enel Green Power España (Endesa) en un 58% y de EDP en el 42% restante, la instalación obtuvo la autorización administrativa en diciembre de 1996 y empezó a producir energía verde el 4 de junio de 1998 . Fue una empresa soriana la que realizó la instalación eléctrica, Electricidad Imeba, de El Burgo de Osma. En la jornada conmemorativa está previsto, según contempla el programa, recorrer el parque eólico situado en la sierra del Madero, que comparten Ólvega y Noviercas, y descubrir una placa conmemorativa.