DÍA MUNDIAL PARA LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO
El drama del suicidio: «Vi el vacío en los ojos de mi hija, no quería vivir»
Una mujer relata los 5 intentos de su hija: "Vives con pánico" / 233 personas se quitaron la vida en Castilla y León en el último año / Suben un 55% las peticiones de auxilio al 112 por suicidios o tentativas en un lustro: 9 llamadas al día
La primera vez que lo intentó, su madre lo supo cuando recibió una llamada de la policía. La joven Alba le confesó a un amigo: ‘Voy a terminar con esto’. Tenía 17 años y trató de ahorcarse. Fue la primera de cinco tentativas «serias», según describe su progenitora. Alba está viva y se encuentra «mucho mejor». Su madre (Sofía para este reportaje), también. Residen a unos 150 metros la una de la otra en una provincia de Castilla y León que prefieren omitir -como sus nombres reales- para no perder la tranquilidad que casi nunca tuvieron.
Ambas acumulaban ‘peores días’, como esa primera vez. «En el hospital vi el vacío en los ojos de mi hija, no quería vivir. No fijaba su mirada en nada. Tenía una tristeza en su cara... Y eso se te clava en el corazón», indica Sofía. «La abracé y, cuando pude aguantar no llorar, le pregunté ‘¿por qué todo esto?’ Me explicó que era un lastre, que nos hacía daño, que no valía para la sociedad... Traté de hacerle entender que no era verdad, que la queríamos y que la necesitábamos con nosotros, pero ella en ese momento estaba completamente perdida. A partir de ahí ya siempre tuve el temor de que en uno de sus intentos acertara. Vives con pánico, en alerta constante».
El suicidio es la primera causa de muerte no natural en Castilla y León, por delante de los accidentes de tráfico. Una realidad ya de por sí tenebrosa y alarmante que a raíz de la pandemia de Covid se desbocó aún más. 4.097 personas se quitaron la vida en todo el país el pasado año, 233 en la Comunidad , con Valladolid como la provincia con más fallecimientos autolíticos ( 52 ), según las cifras provisionales del Instituto Nacional de Estadística.
Antes de continuar desgranando datos, reflexiones de expertos e historias vitales como la de Sofía y Alba, dos máximas y un número telefónico, la línea de Atención a la Conducta Suicida puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad: el 024 . Primer axioma: « El suicidio se puede prevenir en todos los casos », subraya «convencido» el gerente de la Federación de Salud Mental de Castilla y León, Ángel Lozano, sustentando sus palabras en investigación y experiencia. Segundo: « Del sufrimiento extremo también se sale . Con la ayuda adecuada se puede revertir la situación y salir adelante», aseveran Lozano y también Sofía, que ve cómo la pequeña de su prole «ha remontado después de unos episodios horrorosos durante bastantes años». Consiguió abandonar la espiral destructiva tras «muchas recaídas y recibir el apoyo de una asociación» de su provincia que aglutina a familias con la misma problemática.
Las peticiones de auxilio al Servicio de Emergencias autonómico 112 por tentativas de suicidio o suicidio aumentaron un 55% en el último lustro : 3.467 llamadas en el último año, 9 al día , aunque en lo que va de 2023 se mantienen en cantidad similar a 2022, coincidiendo con la puesta en marcha por parte del Gobierno del teléfono de atención a la conducta suicida (024) que «puede que haya provocado que se repartan las llamadas», interpreta Ángel Lozano . En lo que va de 2023, el servicio de Emergencias ya ha atendido 2.219, más que en todo 2019.
Estas cifras certifican que la salud mental, ese aspecto sustancial al que hace no mucho no se prestaba apenas atención, requiere de cuidados intensivos. «Se habla mucho de la sostenibilidad medioambiental, pero también vemos que este mundo en el que estamos viviendo tampoco es sostenible emocionalmente », argumenta Lozano. «Es muy competitivo, no facilita tener el bienestar emocional adecuado por multitud de factores y hay muchas situaciones que se están viviendo que hacen que la gente presente un sufrimiento extremo que les lleva a quitarse la vida», agrega.
Ante este escenario «preocupante» enumera una serie de factores de riesgo para una cuestión «compleja» de abordar por ser multicausal. «Es uno de los principales problemas de salud pública que hay ahora mismo. Hay muchas cuestiones que pueden influir, una situación de pobreza, de precariedad económica, de soledad no deseada, que se da más en personas mayores... Otras circunstancias propias de las enfermedades crónicas, situaciones vitales estresantes, como la pérdida de un ser querido, la separación de una pareja, la pérdida de trabajo, problemas legales, trastornos mentales graves en sí como la ansiedad, la depresión crónica, trastornos de conducta alimentaria... Es algo complejo que no tiene una sola causa y que lleva al cansancio por vivir, a un sentimiento de inutilidad». Pero a quienes se vean identificados en alguno de estos supuestos, el gerente de la Federación de Salud Mental de Castilla y León les insta a que levanten la mano o la voz para pedir la ayuda apropiada.
Si la vida se hace a veces cuesta arriba para un adulto, hay infancias del revés. En la población menor, señala Lozano, se suman otros desencadenantes, aunque algunos pueden darse en todas las edades. «Hay factores de riesgo como situaciones de violencia como el bullying, el ciberacoso, el consumo de tóxicos o de alcohol. El abuso o mal uso de las nuevas tecnologías tampoco ayuda e interfiere a la hora de gestionar las emociones». Lozano ve las aulas como «el lugar idóneo para detectar el malestar de los menores», aunque indica que para conseguirlo «los profesores deberían disponer de recursos y formación para actuar y ayudar a solventar crisis que el alumnado este viviendo».
El desasosiego de Alba comenzó temprano . «A los 11 años», apunta su madre. «Al principio no nos dábamos cuenta, pero poco a poco vimos que las mentiras no eran puntuales sino constantes. Decía que estaba con una amiga y no estaba y cosas así. A los 17 fue el primer intento. Ha probado también con pastillas. No le salía bien porque no lo planificaba, era por impulso. Lo peor fue cuando la encontramos en unas condiciones terribles de madrugada, caída en un parque, sin conocimiento, amoratada... Se salvó porque la rama de la que se colgó se rompió. Estuvo en coma, pero por suerte se recuperó. Hemos sufrido una horrible pesadilla».
Puesto que no siempre los familiares son conscientes de lo críticas que son determinadas situaciones, este experto habla de señales de alerta para intentar prevenir las conductas autolíticas. «Si unos padres notan cambios bruscos en el estado de ánimo , pensamientos que se verbalizan como ‘estoy solo’, ‘no valgo para nada’ o lesiones que se autogeneran. Si se tiene sospecha de pensamientos suicidas puede hablar con profesionales de servicios sanitarios o docentes, y a partir de ahí hay protocolos tanto en la sanidad como en la educación para atajar las ideaciones suicidas».
Desde la Federación de Salud Mental autonómica inciden en que se trata de una realidad «que se puede prevenir». De ahí que hayan puesto en marcha una nueva campaña bajo el título: ‘Elige vida’. La entidad regional, que cuenta con once asociaciones y 21 delegaciones rurales. «Las cifras hacen imprescindible seguir mejorando los planes de prevención y dotarlos de los recursos necesarios para que sean realmente efectivos. Mayor inversión, más profesionales, unidades específicas para prevenir la conducta suicida». También busca que se hable de ello. «No nos han educado para hacerlo, pero es fundamental hablarlo de una manera responsable, escuchar con empatía, que se conozcan señales de alarma, factores precipitantes y los recursos para apoyar a las personas en esta situación».
Sofía sabe por su historia personal que algo de tabú perdura. «Hablar de esto es muy complicado porque la sociedad lo rechaza, no admite que haya personas que quieran dejar de vivir y ya no sientan aliciente por levantarse. Los primeros que no, dentro del propio ámbito familiar». Verbaliza además el rechazo que sintió una vez su entorno conoció lo que le sucedía a su hija. «Les conté a mis amigas lo que pasaba con ella y a partir de ese momento la empezaron a ver diferente , la trataban como si fuera tonta , dejaron de verla igual, solo veían el problema y ella se daba cuenta», lamenta quien todavía acude a terapia, pese a que su pequeña ya ha crecido y se encuentra en otro momento vital menos crítico. «Me sirve a mí y me gusta servir de apoyo a otros padres que pasan por lo mismo que yo porque por desgracia cada vez hay más que sufren algo parecido. Les digo algo que he tardado en comprender, que no hay culpables porque cuando te sucede te sientes responsable, y no. Nadie tiene la culpa. Les doy la mano y les intento transmitir una cosa, la esperanza, esa es la palabra. Se pierde muchas veces, pero tiene que estar. Yo tuve esperanza, la tengo, también mucha paciencia. Mi hija remontó, no había ido a ninguna boda de sus hermanas ni nacimientos, había evitado todas las celebraciones familiares posibles, pero ha vuelto a disfrutar de la Navidad en familia. Ha empezado a recobrar su vida».
LOS HOMBRES ACAPARAN EL 74% DE LOS 233 SUICIDIOS
233 vidas perdidas por suicidio y lesiones autolíticas en 2022 en Castilla y León, y la gran mayoría, el 74%, son hombres, en concreto, 173 por 60 mujeres. Son cifras similares a las de 2021 cuando hubo 236, pero superiores respecto a las 213 de 2018. Valladolid se sitúa como la provincia que acumula más muertes por esta causa, 52, que suponen el 22% de las registradas en la Comunidad en el ejercicio pasado y mantiene la tónica autonómica y son más varones (35) que mujeres (17), según los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística. A la provincia vallisoletana le siguen León , con 36 fallecimientos, y Salamanca (34). En Burgos 29 personas terminaron con su vida, mientras en Palencia fueron 22, en Zamora , 19; en Ávila , 16; en Segovia , 13, y en Soria , 12. En España los suicidios batieron un triste récord con 4.097. 17 de las personas que se suicidaron el pasado año en Castilla y León tenían menos de 30 años y otras 60 superaban los 70.
Respecto a las llamadas al 112 por suicidio o tentativa de suicidio el servicio de Emergencias regional recibió 3.467 en 2022, casi un millar de ellas procedían de Valladolid, tal y como puede observar en el gráfico adjunto.