La madera quemada de la Sierra de la Culebra y Monsagro deja 21 millones para los pueblos
El volumen de los troncos calcinados asciende a 1,5 millones de metros cúbicos de los que se ha extraído casi el 90% / La Junta trabaja en la recuperación del monte calcinado que asegura que llevará diez años
La madera quemada de los graves incendios que arrasaron parte de Castilla y León el pasado año se ha vendido prácticamente en su totalidad por un importe de 20,9 millones de euros . Más de 1,5 millones de metros cúbicos de madera que se ha recuperado de los grandes fuegos que asolaron a pueblos de la Comunidad. Un dinero que revertirá directamente en los pueblos en su gran mayoría y otra parte se destinará al fondo de mejoras del monte.
Los vecinos de localidades como Losacio (el peor de la historia de la Comunidad) o Monsagro no olvidaron el verano de 2022 en el que las llamas destruyeron parte de sus municipios. Unos fuegos que el año pasado quemaron hasta 83.017 hectáreas . Una vez se consiguió dar por sofocados y extinguidos los incendios, la Junta de Castilla y León comenzó a sacar la madera quemada de los montes para apilarla en lotes y posteriormente subastarla.
Unas acciones que ven sus resultados ahora, un año después de la tragedia. De los incendios forestales que quemaron la Sierra de la Culebra zamorana, el de Riofrío de Aliste y el de Losacio, se han sacado 1,3 millones cúbicos de madera quemada . El importe de la adjudicación de este montante asciende a los 15 millones de euros divididos en 63 lotes. Según las estimaciones de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, ya se ha extraído el 80% de la madera quemada del monte .
Por otro lado, está el incendio forestal de Monsagro, en Salamanca. El volumen total de madera quemada es mucho menor en comparación con la zamorana. El volumen estimado se cifra en 208.143 metros cúbicos en 27 lotes diferentes para una adjudicación de 5,9 millones de euros . En esta ocasión el porcentaje extraído del monte es superior y alcanza el 95%.
Unas actuaciones que para el Director General de Patrimonio y Política Forestal, José Ángel Arranz Sanz , «son muy positivas» ya que en el caso salmantino «ya está casi todo adjudicado». «Las valoraciones son muy positivas si lo comparamos con otras comunidades autónomas y con otros incendios. En este espacio de tiempo y conseguir esta madera ha supuesto un esfuerzo muy importante de los trabajadores de la Junta y de las empresas de Castilla y León que han entendido la gravedad del problema».
Estas actuaciones comenzaron desde el minuto uno en el que se dieron por extinguidos los incendios. Una vez que los servicios de extinción de incendios apagaron las llamas, comenzaron los trabajos para retirar la madera quemada para su posterior venta. Un trabajo que ha durado un año a falta de un porcentaje pequeño.
Por el momento todavía queda madera por extraer del monte. José Ángel Arranz Sanz apunta que una parte pertenece a «montes de titularidad privada» por ello estudian una ampliación de las licencias «para que se pueda sacar la madera quemada».
Por el momento, en el caso de Zamora, «quedaron algunos lotes desiertos ya sea porque eran menos interesantes o por el precio y se volvieron a sacar, pero van más retrasados». A mayores, apunta que en algunas de estas zonas donde todavía hay algo de madera «se desconoce la propiedad del monte» y «pasado un plaza la madera puede generar problemas» . Pese a ello, el directivo autonómico apunta que se ha conseguido extraer «un porcentaje elevado porque había mucha madera ante unos plazos exigentes».
En relación a la situación salmantina, apunta que «está todo adjudicado». El 5% restante es un porcentaje mínimo que se da debido a «zonas inaccesibles» y que, en otros casos, se trata de «madera residual». En la misma línea señala que otra parte de esta madera «son árboles muy delgados» y se emplearán para el control de plagas y poner trampas para determinados insectos .
Así es como entre estos dos incendios, el montante de dinero conseguido con la madera quemada asciende a los 20,9 millones de euros. De la misma forma, el volumen estimado de la misma es de algo más de 1.508.000 metros cúbicos en un total de 90 lotes. El porcentaje de extracción de la madera en el monte es muy similar en ambas ubicaciones con un 95% en Monsagro y un 80% en la Sierra de la Culebra.
En el caso zamorano todavía quedan algunos lotes por vender, ya que es el que más cantidad de madera tenía disponible. Aunque en comparación con lo ya extraído no es mucha cantidad.
El hecho de vender la madera quemada de estos fatídicos incendios del pasado verano, permite avanzar para dejar atrás el negro recuerdo de los incendios y comenzar con la restauración del monte calcinado. La intención del Ejecutivo autonómico es «saber qué hacer con el monte a diez años vista» , según explica el propio Director General de Patrimonio y Política Forestal a este periódico.
Arranz explica que la venta de esta madera «permite avanzar en la siguiente fase: la restauración» . Para saber qué se hace con esta parte de la tierra quemada, «se mantienen reuniones con ayuntamientos», una situación que este curso puede demorar algo más de tiempo ya que algunas instituciones han cambiado de corporación tras las elecciones municipales del pasado mes de mayo. En estos encuentros, Junta y Ayuntamientos intercambian sus impresiones, desde el Ejecutivo autonómico se quiere «dar participación a las entidades locales».
La primera parte de este complejo proceso comienza «según acaban los incendios». Primero se recupera, si se ha perdido, el abastecimiento para la zona, se saca la madera y «se sujeta el suelo para que no se lleve el suelo fértil y se fijan las raíces con pequeños diques». Tras estas intervenciones iniciales se prepara «el plan para recuperar la vegetación en los próximos diez años» en las zonas afectadas.
Para recuperar la vegetación perdida la Junta de Castilla y León quiere mantener un diálogo con las entidades locales de los lugares donde hubo incendios, aunque la actividad y el plan no será el mismo en todos ellos.
«Hay que ayudar a las zonas de baja densidad» , expone José Ángel Arranz Sanz. En esta línea explica que hay «vegetación que se recupera de forma natural y otra que hay que ayudarla para que se recupere». Pese a que una parte de esta naturaleza se recupere por si sola, no toda lo hace de una forma heterogénea, por ello «hay que ayudar a las zonas de baja densidad».
En este proceso de recuperación de la naturaleza perdida en el monte, también entran los cuidados para evitar que estos incendios tan virulentos y grandes se vuelvan a repetir . Y en el caso de que se repitan, no afecten a tanta masa arbolada, ni sean tan graves. Con este objetivo, la Consejería de Medio Ambiente diseña cerca de las localidades «una zona de transición con menos biomasa para que no llegue hasta la el mismo pueblo» . Para ello se prepara «una zona con arbolado más separado, con plantación de cultivo para que sea más fácil de apagar».
En último lugar, el Director General de Patrimonio y Política Forestal, indica que la nueva masa forestal «puede servir como base económica para los pueblos que vivían del aprovechamiento de los montes». Por ello apunta que hablaran con los vecinos para conocer su opinión. En ese sentido, indica que su intención es recuperar la naturaleza del monte, para ello se necesitan obras en la zona, donde todavía hay margen en el trabajo del monte.