Los embalses disponen de reservas para afrontar la campaña de riego
La CHD descarta nuevas restricciones tras la segunda ronda de reuniones de las juntas de explotación | Los embalses se sitúan al 50,7% tras haber entregado agua a Portugal para cumplir con el convenio anual
Los pantanos aguantarán hasta el final de la campaña de riego . Llegarán al límite, pero los agricultores podrán utilizar en las próximas semanas todo el agua que les fue asignada en la Comisión de Desembalse del 11 de abril. Es la conclusión de la segunda ronda de reuniones de las juntas de explotación, que terminó ayer con un balance positivo según el análisis de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Las lluvias de finales de mayo y de junio posibilitaron que los embalses salieran de la situación catastrófica anterior . Se recuperaron lo suficiente como para que los regantes puedan aguantar sin temor el esprint final.
Esas lluvias lograron paliar la mala situación de los pantanos , que registraban una baja acusada de sus niveles antes de tiempo, y habían entregado gran cantidad de agua al curso bajo del Duero hasta el punto de superar con creces los volúmenes establecidos en el Convenio de la Albufeira entre España y Portugal. Incluso los niveles de pantanos de generación eléctrica , como Ricobayo, mantuvieron sus cotas mucho más altas que las de riego de los cursos altos de los ríos, como el de Riaño.
La CHD desveló ayer los resultados de los segundos contactos de las juntas de explotación. Los técnicos apuntaron que no se prevén problemas para finalizar la campaña , lo que pone de manifiesto el uso responsable de sus asignaciones por parte de los profesionales del campo. Incluso ese aporte de agua del final de la primavera ha permitido que el sistema Carrión, cuya asignación se había reducido, recupere la de abril con 4.500 metros cúbicos por hectárea (m3/ha), o que el sistema Adaja suba de esa cota hasta los 4.870. Eso sí, en el Pisuerga-Bajo Duero la dotación máxima continúa restringida «con valores muy por debajo de la media de la década».
Las reuniones de las juntas de explotación con los regantes de la cuenca para «seguir trabajando en la optimización del uso del agua en la actual campaña de riego» se suman a los mantenidos de manera periódica por parte de los técnicos del organismo gestor de la cuenca con los representantes de aquellos sistemas condicionados por las características de un año hidrológico seco , si bien con efectos desiguales en la cuenca.
Los embalses de la demarcación gestionados por la CHD se encontraban ayer al 50,7% de su capacidad , con un volumen total de agua almacenada de 1.450,4 hectómetros cúbicos (hm3) . Un valor siete décimas por encima del año pasado por esas fechas (50%) y 11,5 puntos por debajo de la media de los últimos 10 años (62,2%).
De manera general, la Confederación prevé que las reservas actuales en la cuenca permitan garantizar la campaña de riego , según las previsiones, en los sistemas Órbigo-Tuerto, Esla-Valderaduey, Tera, Arlanzón, Alto Duero, Riaza,Tormes, Águeda y Adaja, donde se ha aumentado hasta los 4.870 m3/ha la dotación máxima asignada. En el caso de sistemas como el Riaza o el Tormes, el volumen de agua embalsada «además es una base fundamental para la mejor defensa de la próxima campaña en materia de disponibilidad del recurso», señala.
En cuanto al Carrión , además de retomar la asignación de 4.500 m3/ha, el sistema registra 72,6 hm3, 25 más que el año pasado, si bien es cierto que es un valor que se encuentra todavía lejos de los cerca de 90 hm3 , media de los diez últimos años a fecha de ayer.
Modernización
El sistema más condicionado sigue siendo el Pisuerga-Bajo Duero , lejos de una campaña normal, donde existe una limitación para todos los usuarios de regadío de consumo máximo (3.500 m3/ha) . «En este ámbito se distinguen dos casuísticas: por un lado, las zonas con comunidades de regantes no modernizadas, que se van aproximando a un alto grado de consumo de la dotación asignada y que podrían terminar su campaña de riego en la segunda quincena de agosto; frente a comunidades modernizadas donde la eficiencia en la aplicación del recurso permitirá una mayor extensión de la campaña».
La campaña de riego se inició con situaciones diferentes en el conjunto de la cuenca , detalla el organismo gestor. Una coyuntura unida a un año hidrológico con mínimos históricos de aportaciones en los meses de abril y mayo en la mayoría de los sistemas, que se vieron corregidos de manera desigual por las precipitaciones durante los meses de finales de mayo y de junio.
Después de la sequía del año hidrológico 2021-2022 , el campo afronta de nuevo un año seco en la cuenca, «si bien la situación general es más favorable, en cuanto a nivel de reservas almacenadas en este momento, que en gran parte del territorio nacional», asegura la CHD. Las restricciones en la cuenca del Duero al regadío afectan, por el momento, a los sistemas Pisuerga, Bajo Duero y Torío – Bernesga.
El director técnico de la CHD, Alejandro Barriuso , asegura que una vez concluidas las juntas de explotación, «sí que se puede decir que el desarrollo de la campaña en lo que resta, agosto y septiembre, no debería presentar mayores complicaciones».
Eso sí, la restricción del sistema Pisuerga-Bajo Duero, de 3.500 m3/ha desde el inicio de la campaña « se tendrá que mantener y cumplir , porque, este sistema sí tiene una situación bastante comprometida, en torno al 30% del volumen de agua embalsado, un valor que es muy inferior al habitual en este sistema». En el resto de la cuenca los volúmenes a 30 de septiembre en los embalses «cumplirán con lo dispuesto por la comisión de desembalse del 11 de abril», asegura Barriuso.
En cuanto al sistema Carrión, «después de la complicada situación en abril y en mayo, hubo que rebajar su valor y ahora se ha podido recuperar ese valor límite de 4.500 m3/ha ». El director técnico de la CHD vuelve a sacar a la palestra el sistema Pisuerga-Bajo Duero, para apuntar que el límite de dotación establecido « va a implicar que la campaña finalice a velocidades diferentes según en qué zonas» en función del grado de modernización de sus regadíos.
ÁVILA . El sistema Cega-Eresma-Adaja tiene su embalse del Castro de las Cogotas al 65,8%, lo que se traduce en 38,8 hm3 embalsados, 1,7 más que la media de los últimos 10 años.
BURGOS . El sistema Arlanza está al 63,7% de su capacidad, con 61,8 hm3 embalsados , 9,5 menos que la media
LEÓN . La provincia acoge el sistema Esla y Órbigo, con cuatro pantanos, uno de ellos Riaño, el más grande destinado al riego de Castilla y León, y otros dos entre los cuatro primeros. El sistema en conjunto está al 47,7% de su capacidad, con 612,9 hm3 , 167,5 menos que la media de los últimos 10 años. El de Riaño, al 47,2%, es el que más contraste ha mostrado respecto al de generación eléctrica de Ricobayo, aguas abajo, con semanas en los que el segundo sumaba la mayor parte del contenido que perdía el primero. Riaño almacena ahora 302,5 hm3, 102,7 menos que la media de la década. Barrios de Luna, Porma y Villameca contienen el resto.
PALENCIA . Por la provincia Palentina discurren dos sistemas, el Carrión y el Pisuerga . El primero, con los pantanos de Camporredondo y Compuerto, está al 44,4% de su capacidad , con 72,6 hm3, 13,7 menos que la media. En cuanto al Pisuerga , con los embalses de Cervera-Ruesga, La Requejada y Aguilar de Campoo, es uno de los más críticos, con un volumen embalsado de solo el 28,9% de su capacidad . Almacena, de hecho, 91,3 hm3, cuando lo habitual, según la media de los últimos 10 años, es que almacene al menos 184,1.El menor volumen del sistema, que coincide con el de toda la cuenca, lo registra el embalse de Aguilar de Campoo, a solo el 21,8% de su capacidad, con 53,8 hm3 en lugar de los 141,4 de la media.
SALAMANCA . La provincia charra cuenta con dos sistemas, el Tormes y el Águeda . El primero, con el embalse de Santa Teresa, el segundo más grande de la Comunidad, está al 63,7% , lo que se traduce en 315,9 hm3. Son 21 menos que la media de la década. En cuanto al Águeda, con los pantanos de Igueña y Águeda, se encuentra al 55,9% de su capacidad , con 74 hectómetros cúbicos en conjunto, uno de los dos únicos sistemas que se encuentran por encima de la media de los diez últimos años, con 4,8 hm3 más.
SEGOVIA . Acoge el sistema Riaza-Duratón y Cega-Eresma-Adaja, con dos embales: Linares del Arroyo y El Pontón Alto. En conjunto suman 42,9 hm3, el 69,5% de su capacidad . Supone 1,1 hm3 más que la media de los últimos 10 años a esta fecha.
SORIA . El sistema Alto Duero con su embalse de Cuerda del Pozo está al 56,3% de su capacidad, con 140,1 hm3 , 32,6 menos que la media. Las otras dos provincias, Valladolid y Zamora, no cuentan con pantanos de riego.