Castilla y León no se apunta al julio más caluroso del planeta

Cada verano que pasa, el calor abrasador vuelve con más fuerza. Las ventanas abiertas de par en par, una nevera repleta de agua fría, helados o el aliado indispensable, el ventilador, son algunos de los remedios para sobrellevar las altas temperaturas. Según anunció la Organización Meteorológica (OMM) tras recibir los datos provisionales del Servicio de Cambio Climático Copérnico de la Unión Europea, este mes de julio se ha convertido en el más caluroso a nivel mundial desde que se tienen registros, pero en Castilla y León... no.

Aunque, en medio de esta tendencia global, un oasis: la comunidad  "no registrará este julio récord" según la Aemet, debido a que "este año las dos olas de calor registradas han sido breves" y no se espera que el mes acabe siendo uno de los más calurosos del siglo". Mientras, su máximo histórico no pilla lejos en el tiempo, se registró el año pasado con máximas de hasta 45º en la región , temperaturas que no se alcanzaban desde 1995.  Según la Agencia de Meteorología, la ola de calor que afectó el pasado año a la Península y Baleares fue la más importante desde que hay registros por su extensión, magnitud y duración. Asimismo, también fue un mes muy seco convirtiéndose así en el tercer julio más árido del siglo XXI.

En este periodo extremadamente cálido la temperatura media se sitúa en torno a los 27,5º, superándose en muchas zonas de la comunidad los 38º y con noches tropicales que llegan a registrarse incluso en zonas del Norte. La temperatura más alta se registró el día 14 en Candeleda, en Ávila, con 45,4º  y el día 15 se registró la temperatura mínima más alta, 27,4º en Segovia. La mínima más baja se registró el día 1 en Riofrío, en León, y en San Pedro Manrique, en Soria, con 1,5º.

Esta situación climática se debió a la presencia de un gran anticiclón atlántico que favoreció el desplazamiento de una masa de aire cálida de origen africano sobre la península ibérica y Baleares. En Valladolid, la intensidad del calor superando máximas de 40º estuvo presente durante cuatro días del pasado julio, aunque en la Aemet se pueden encontrar valores superiores anteriores al año 1900, como en 1887, momento en el que la ciudad alcanzó los 43º o, en 1878 al superar los 42º. En cuanto a la precipitación, el balance general fue muy seco, con un déficit de entre el 70- 75%.

Julio en Castilla y León en el tiempo

El verano siempre ha traído consigo buen tiempo y calor a la región, pero, en décadas pasadas, ¿cuánto llegó a dispararse el termómetro en máximas? En comparación con diez años atrás, Castilla y León llegó a tener durante el 2013 un julio muy cálido e inestable con tormentas  debido a la presencia de un anticiclón situado en las Islas Británicas, con bajas presiones relativas en el país. Aun así, en aquel momento se situó en el cuarto mes de julio más cálido en la comunidad desde 1950, únicamente superado en valor medio en los años 1994, 2010 y, sobre todo, en el año 2006. El valor más al alto se registró en Candeleda, en Ávila, con 39,4º.

El julio de 2014 fue de manera inusual un mes bastante frío en el nordeste y este de la comunidad, pero en zonas del oeste del Valle del Duero los valores fueron normales. En Zamora, la temperatura media se situó en 30º y 29,1º en Salamanca, en Burgos el valor se quedó en 25,2º. No fue hasta mediados, que consiguieron superarse los 33º en toda la región y se alcanzó los 39º en San Vicente de Palacio, en Valladolid, 38,5º en Zamora y 38,4º en Sotillo de la Adrada, en Ávila. En cuanto a la precipitación, el mes fue muy lluvioso, con chubascos, numerosas tormentas y también con la presencia de granizo.

En 2015, volvió a llegar un julio extremadamente cálido con el mantenimiento de las temperaturas medias por encima de lo normal, teniendo en cuenta que, durante todo el mes la temperatura media superó en 2,6º el promedio del treintenio 1981-2010, siendo aún más destacado el valor de las temperaturas máximas, alcanzando los 33,9º en Zamora o 33,3º en Valladolid, temperaturas que no se veían desde 1989 con 33,3º y en 1994 con 33,2º, respectivamente en cada provincia.

Siguiendo la tendencia, en 2016 aterrizó en las provincias un julio muy cálido caracterizado por situaciones de estabilidad y por altas temperaturas. Algunos valores registrados de madrugada tuvieron gran relevancia, ya que en la madrugada del día 20 en Ávila no se bajó de 25,1º y de 24,1º en Segovia. En la segunda quincena del mes se superaron los 34º en prácticamente toda la comunidad, con el valor más alto en Candeleda con 40º. 

En 2017, julio fue un mes cálido para la región, ya que en la segunda decena fue cuando se alcanzaron los valores más altos, siendo el periodo más cálido de manera continuada, con noches tropicales en zonas del Centro y Sur de la Comunidad, como en Segovia, cuando los días 17 y 18 el termómetro no bajó de los 23º. El valor más alto de temperatura máxima se registró de nuevo en Candeleda con 41,8º. En referencia a las precipitaciones, el balance general dejó una precipitación en torno al 61% superior a la media. No obstante, se registraron grandes diferencias, mientras en Ávila se alcanzaron los 84 l/m², valorado como extremadamente húmedo, en León la precipitación acumulada se quedó en 2 l/m², es decir, fue bastante seco.

De nuevo, ocurrió un cambio con la llegada del julio de 2018, mes que se caracterizó por tener una temperatura media normal y precipitaciones localmente intensas.  El descenso más importante fue el día 21, con máximas que no superan los 20º en gran parte del tercio Noroeste. La temperatura más alta se registró el día 31 en el Valle del Tiétar, con 37,7º. La mínima más baja correspondió a la zona de Sanabria el día 29, con 4,2º. En cuanto a las precipitaciones, este julio tuvo un carácter heterogéneo, acompañado de chubascos, algunos de ellos intensos y con granizo.

En 2019, hubo un julio muy cálido , con valores por encima su promedio, tanto de temperaturas diurnas como nocturnas. El día más cálido fue el 22, superando los 32º prácticamente de manera generalizada, con un valor extremo de 41º en Candeleda y llegando a alcanzarse mínimas de madrugada que superaron los 20º en zonas del sur de la región, destacándose los 25,5º en Segovia. En cuanto a las precipitaciones, el registro estuvo en torno a un 85-90% por encima de la media. Las mayores precipitaciones fueron en los Picos de Europa y la montaña palentina, donde se llegó a alcanzar un valor máximo de 104 l/m² en Cervera de Pisuerga.

Durante la pandemia y su confinamiento en 2020, julio fue un mes extremadamente cálido con la temperatura media más alta desde 1951, si bien el valor fue similar al registrado en 2006 y 2015. Más destacado fue el valor de la temperatura media de máximas, el registro medio más alto, con un valor de 32,2º. La máxima más alta correspondió de nuevo a Candeleda con 41,8º. También estuvieron presentes las noches tropicales, como en el Valle del Tiétar con una temperatura mínima superior o igual a 20º.

Con un nuevo cambio en tendencia, el julio de 2021 acabó siendo frío y con escasas precipitaciones,  con una anomalía negativa en torno a 0,5º. El día más cálido fue el día 22, con máximas superiores a 32º en gran parte de la región y superando los 36º en zonas del Centro y del Noreste. La temperatura máxima más alta correspondió a Candeleda con 40,8º y la mínima más baja se registró en Cuéllar, en Segovia con 1,0º. Sólo en el Valle del Tiétar, y de forma muy local en otras zonas del Sur, hubo algunas noches tropicales, con un máximo de 4 en Sotillo de la Adrada en Ávila. El déficit mensual de precipitaciones alcanzó el 65%, con dos días apenas apreciables y sin registrarse en ninguna fecha lluvias generalizadas.