Aprender música clásica al alcance de un 'click'
La UBU participa en el proyecto europeo ‘Fortissimo’ que invita a los más pequeños a conocer la música clásica de una forma lúdica y aprender más sobre los instrumentos y el lenguaje musical
El filósofo Friedrich Nietzsche defendía que “sin música, la vida sería un error” , y el propio Ludwig van Beethoven afirmaba que la música era el “trasfondo” de todo lo que hacía. Figuras como la de Beethoven, Mozart, Bach, Händel, Vivaldi o Chopin han pasado a los anales de la historia y se espera que las nuevas generaciones no pierdan la pasión por la música clásica. Para lograrlo, se ha puesto en marcha el proyecto europeo ‘Fortissimo’ que busca acercar la música clásica a las nuevas generaciones, y en el que participa desde hace un año la Universidad de Burgos (UBU).
El grupo de investigación EAPEP (Educación artística: procesos, espacios y prácticas) de la UBU, coordinado por el profesor titular de la universidad, Francisco Javier Centeno , participa como socio en este proyecto educativo que coordina la entidad italiana Fortissimio srl. La idea parte de la investigadora y docente italiana Valeria Todd, de la Universidad de Música y Arte Dramático de Viena, que se puso en contacto con profesores de universidades y colegios de primaria y secundaria de toda Europa, con el fin de llevar a cabo este proyecto, a través del cual los alumnos podrán conocer obras clásicas de forma lúdica y adquirir conocimientos sobre instrumentos y el lenguaje de la música, informa ICAL.
La herramienta, en formato online, consta de una app digital y una plataforma con material didáctico y música, que ofrecerá experiencias auditivas de realidad virtual inmersivas para niños desde los cuatro años hasta la ESO . Centeno calcula que hay alrededor de 70 personas de toda Europa trabajando en este proyecto, aunque señala que puede haber incluso más. “Estamos trabajando todos juntos en una aplicación con la que los alumnos podrán acercarse al mundo de la música clásica de una manera muy interactiva y didáctica, con una secuenciación de contenidos que estará muy bien pensada”, explica Centeno. La UBU se unió a este proyecto en junio de 2022, y mantienen reuniones trimestrales de forma online, aunque ya han realizado una física en Viena.
Este proyecto incluye la creación de una aplicación interactiva, a través de la cual los niños podrán asociar sonidos a una imagen, combinar melodías o probar juegos de memoria relacionados con los instrumentos musicales. La aplicación gira en torno a cuatro personajes que guiarán al usuario para llegar a los contenidos y actividades de la aplicación. Tal y como explica Centeno, se trata de cuatro instrumentos de la orquesta sinfónica, como son el arpa, la flauta travesera, el contrabajo y el triángulo.
Asimismo, señala que también han creado una red de auditorios y teatros de ópera de todo el continente que interactuarán con la aplicación. “Los alumnos van a poder ver cómo son los conciertos en directo, cómo se hace un ensayo, cómo funciona un teatro por dentro o cómo funciona la orquesta, de una manera interactiva”, señala. Esta red que colaboran con el proyecto está compuesta de una treintena de auditorios y teatros. Actualmente, los investigadores que trabajan en este proyecto están elaborando las unidades didácticas que configurarán la aplicación. Según explica Centeno, ahora mismo está trabajando, junto a dos profesionales de Italia, en obras como El Cascanueces de Tchaikovsky y La Pavana de Fauré. “Hemos hecho una selección de las obras bastante rigurosa y sistemática, para que puedan adentrarse en el mundo de la música clásica de la mano de obras que sean muy accesibles para los niños”, añade.
Asimismo, avanza que también pedirán colaboración a maestros de educación musical de colegios de Burgos , para que “pongan en práctica” todas las actividades de la aplicación “y comenten qué resultados les han dado en sus aulas”, señala el profesor de la UBU. “Es una forma de acercar la música clásica a los más pequeños. Las nuevas tecnologías les encantan y están muy metidos. Han nacido con un ordenador bajo el brazo y se les hace bastante cercano”, afirma el profesor acerca del uso de las nuevas tecnologías para acercar la música clásica a los jóvenes. “Es algo que atrae mucho a los niños, les engancha, y pueden tener opción a disfrutar y a tener experiencias que a lo mejor no podrían tener si apps como estas”, concluye.