Fauna silvestre y concentración ganadera empujan la prevalencia de tuberculosis bovina en Salamanca
Las comarcas charras de Vitigudino, Ledesma y Fuente de San Esteban, junto a la abulense de Cebreros, son las de mayor incidencia en la Comunidad / Cinco autonomías ganan en proporción de positivos a Castilla y León
La traída y llevada ‘crisis del saneamiento ganadero’ en Castilla y León ha creado una falsa imagen de la Comunidad Autónoma, una de las que registra una prevalencia más baja de tuberculosis bovina en España si se exceptúan las provincias de Ávila y, sobre todo, Salamanca . Hay que señalar que solo siete regiones están declaradas libres de la enfermedad –algunas con tan poco ganado bovino como Baleares y Canarias –, y que otras cinco ganan en proporción de casos positivos, con mucho, a Castilla y León .
Por otro lado, entre las comunidades que no están libres de la tuberculosis bobina, solo Castilla y León tiene provincias que sí están declaradas indemnes, y son tres: León, Valladolid y Burgos. Además otras dos, Soria y Zamora , están en proceso de conseguir tal declaración, y otras dos, Palencia y Segovia , registran tan poca incidencia –por debajo de 1–, que podrán empezar el trámite próximamente.
Castilla y León
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Solo otra autonomía, Aragón , cuenta con una provincia que ha iniciado el periodo previo obligatorio para ser declarada oficialmente indemne: Huesca . Las demás, ocho, no tienen ningún territorio declarado libre de tuberculosis bovina. Y eso que España lleva 40 años luchando contra la enfermedad, con programa tras programa de saneamiento ganadero. Es en este contexto en el que los ganaderos, a los que hay que escuchar tanto como a los veterinarios, plantean si –como ya se ha hecho con el Covid-19–, no sería mejor apartar todos los intentos de ‘erradicación’ para pasar a otra fase, la de ‘control’. Así lo defienden todas las Organizaciones Profesionales Agrarias (Opas) .
Los veterinarios, por su parte, defienden a capa y espada el cumplimiento de la legalidad, como es su obligación, pero también admiten que puede haber llegado el momento de sentarse a hablar para estudiar de qué manera pueden conciliarse, por un lado, los intereses de los ganaderos, sometidos a una presión creciente, y por otro, garantizar la salud de la población.
La primera pregunta que cabe hacerse es qué se ha hecho mal en Castilla y León para que Salamanca tenga una prevalencia de 4,47 , cuando lo ideal es permanecer por debajo de 1 . La respuesta de ganaderos y veterinarios es clara: No es que se hayan hecho las cosas mal, sino que se trata, en primer lugar, de la provincia más ganadera de Castilla y León y la que más cabezas de vacuno concentra en España. Salamanca acoge al 40,4% de la cabaña de esa especie en Castilla y León, concretamente 585.974 cabezas de las 1.454.386 censadas en la Comunidad , según los últimos datos cerrados del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa), correspondientes a noviembre de 2022.
Pero la concentración del ganado no es más que un campo de cultivo idóneo para la tuberculosis bovina . Para que esta se extienda hace falta, además, la ‘semilla’, el contacto con animales infectados. Esta es la segunda causa que apuntan los profesionales del sector, la concentración de fauna silvestre portadora de la tuberculosis, que no se somete a ningún saneamiento ni tratamiento veterinario. Se trata de un segundo parámetro de difícil cálculo, ya que para que haya positivos en los análisis veterinarios no solo hacen falta animales salvajes, sino animales salvajes infectados.
La ganadería de Salamanca es mayoritariamente extensiva, no está estabulada en cebaderos, como suele ser común en otros territorios . Por ello las reses pueden tener contacto con distintos animales como jabalíes y ciervos en libertad, los mayores portadores de la enfermedad. Según estimaciones del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC) , Ávila y Salamanca están entre las provincias donde más crece la población de jabalíes en España, junto a otras como Guadalajara y Ciudad Real. Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía, Aragón y Extremadura están entre las autonomías con mayor proliferación de jabalíes.
Concentración
Salamanca es la que más ganado bovino concentra en España seguida de Cáceres, con 544.871 . Mientras en Salamanca la prevalencia de la tuberculosis es de 4,47 , la de Cáceres es de 5,21 . Sin embargo la provincia de Lugo, tercera de España con 455.197 reses, está libre de la enfermedad.
Por contra otras provincias con menos concentración de ganado, como Jaén, con solo 27.730 cabezas de vacuno , casi triplica a Salamanca, con una prevalencia de 12,78 , la mayor de España. Le siguen en la tabla por provincias Ciudad Real, con una prevalencia de 12,25 y 108.384 cabezas ; Sevilla, con 9,00 y 102.495 reses ; y Córdoba y Cuenca, con 8,82 y 8,70 de prevalencia , respectivamente, y un censo de 155.343 y 16.064 cabezas . Un total de diez provincias en España ganan en prevalencia a Salamanca.
A la vista del mapa de España, parece dibujarse una latitud sobre la cual los territorios están más ‘libres’ de tuberculosis y bajo la cual la incidencia es la regla habitual: el paralelo que marca la latitud 41 grados norte, que pasa por el sur de las provincias de Valladolid, Zamora y Soria.
Al sur de esa línea se encuentran cuatro de las cinco autonomías que ganan en prevalencia de tuberculosis bovina a Castilla y León, que registra de media 2,07 . Son Castilla-La Mancha, con 7,16 ; Andalucía, con 6,57 ; Extremadura, con 4,00 y Madrid, con 2,39 . Solo se encuentra al norte La Rioja, que triplica la incidencia de Castilla y León con 6,78 . En cuanto a la incidencia media de las provincias de la Comunidad, a las tres provincias declaradas libres de la enfermedad –Burgos, León y Valladolid– le siguen Soria y Zamora, que han iniciado ya el periodo previo para la declaración de oficialmente indemnes. La primera registra un 0,00 de prevalencia y la segunda 0,08 . Deben permanecer tres años por debajo de 1 . En cifras bajas están también Palencia y Segovia, con 0,69 y 0,65 respectivamente, que podrán iniciar el periodo previo, mientras las que registran peores datos son Ávila, con 1,84 y Salamanca, como se ha dicho, con 4,47.
Dentro de las provincias con más incidencia, son las comarcas charras de Vitigudino, Ledesma y La Fuente de San Esteban, junto a la abulense de Cebreros, las que más incidencia registran en la Comunidad con 8,74, 6,50, 6,11 y 5,62 respectivamente. En Salamanca siguen en prevalencia Lumbrales, con 4,66 ; Béjar, con 4,65 y Guijuelo, con 3,93 . Otras comarcas afectadas son Ciudad Rodrigo ( 3,41 ), Salamanca ( 2,14 ), Tamames ( 1,08 ). Peñaranda ( 1,02 ) y Alba de Tormes ( 1,01 ).
En cuanto a las comarcas afectadas de Ávila, siguen a Cebreros las de Arenas de San Pedro ( 4,92 ), El Barco de Ávila ( 3,85 ), Piedrahita ( 2,86 ), Las Navas del Marqués ( 2,53 ), Sotillo de la Adrada ( 2,26 ), Candeleda ( 1,79 ), Navarredonda de Gredos ( 1,55 ), Navaluenga ( 1,49 ) y Ávila ( 0,67 ).
Todas las comarcas de Soria, Burgos y Valladolid registran un cero absoluto, mientras León, aun declarada indemne de la enfermedad, cuenta con una comarca que ha registrado una incidencia del 1,01 , Riaño. Los casos no son suficientes como para dar al traste con la estadística provincial. Zamora, con muy poca incidencia, también cuenta con una comarca que arroja positivos, pero por debajo de 1 . Se trata de Bermillo de Sayago, con un 0,31 .
En el caso de Palencia, registra tres comarcas con positivos: Carrión de los Condes ( 2,56 ), Guardo ( 2,00 ) y Cervera de Pisuerga ( 1,72 ). Mientras, Segovia registra otras tres: Villacastín ( 1,36 ), Segovia ( 0,99 ) y Carbonero el Mayor ( 0,45 ).
Productores
Este es el escenario en el que se inscribe esa ‘crisis’ del saneamiento ganadero, que responde a las quejas de los productores, por una parte, y la puesta en marcha de una norma autonómica que se ha saltado la legislación europea y española, y cuyos efectos han sido suspendidos por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León . El presidente del Colegio de Veterinarios de Salamanca, Antonio Rubio , se muestra conciliador en este conflicto. «No se nos puede considerar a los veterinarios como los causantes de este problema, cuando los causantes son las normas que sacan los legisladores. Nosotros damos solamente cumplimiento al ordenamiento jurídico que nos ponen, no somos el enemigo de los ganaderos», explica en respuesta a este periódico.
En cuanto a si es restrictiva o no la legislación europea, que es el debate de fondo de la cuestión, Rubio admite que «muchos de los veterinarios del colectivo somos conscientes de que cualquier programa, incluido este, un programa de saneamiento ganadero, tiene que estar abierto en el tiempo, a cualquier innovación, modificación o lo que se necesite. Eso lo vemos bien».
«¿Si todo el mundo lo ve bien, se pueden buscar algunas medidas de flexibilización?», se pregunta el veterinario. «Posiblemente, pero esas medidas tienen que estar consensuadas. Yo entiendo que con distintos sectores, sector ganadero, sector veterinario, Administración, políticos, científicos, y una vez que se consensúe exactamente, dar esos argumentos a los legisladores y que se cambie la norma. Y en el momento que se cambie la norma, lo que van a hacer los funcionarios veterinarios es aplicarla ».
Rubio opina que quizá ha llegado el momento de plantearse esos cambios. «Hay provincias oficialmente indemnes, lo cual demuestra la eficacia del programa de erradicación de la tuberculosis, pero hay una situación, y concretamente en Salamanca, con una idiosincrasia diferente al resto de la Comunidad, puesto que es el mayor censo ganadero de todos, el ganado es extensivo, puede afectar la fauna salvaje, pero creo que hay muchos más componentes que pudieran afectar a este aumento de prevalencia, y lo que se debe hacer es estudiar los casos concretos en las zonas de Salamanca».
Por su parte el portavoz de la Unión por la Ganadería de Salamanca , Ramón Guarido , deja claro que desde la plataforma que agrupa a todo el sector en la provincia condenan enérgicamente los sucesos violentos que se produjeron el pasado 5 de junio , con el intento de asalto a la Delegación de la Junta en Salamanca , pero también opina que con este procedimiento de saneamiento ganadero «no se puede seguir», puesto que ha dejado patente que tras 40 años de programa «la tuberculosis bovina no se puede erradicar, sino solo controlar. Intentar erradicar al cero la incidencia con tantos controles y sacrificios es matar moscas a cañonazos, y los que mueren son los ganaderos», concluye.