Castilla y León es la tercera que más invierte por alumno en la red pública
Destina 7.840 euros al año por estudiante, por detrás de País Vasco y Navarra, aunque sólo dedica a educación el 3,88% de su PIB / Tiene la ratio más baja de niños por aula en Infantil y Primaria
Castilla y León ha conseguido subirse al podio de las comunidades autónomas que más dinero destinan por cada estudiante matriculado en un centro público antes de llegar a la etapa universitaria y se consolida en tercera posición, por detrás de País Vasco y Navarra , frente al sexto lugar que ocupaba diez años atrás. La inversión anual se concreta ahora en 7.840 euros por pupilo, frente a los 7.406 euros de hace una década, y ese aumento de prácticamente el 6% le ha servido para ocupar en la actualidad ese ‘puesto de bronce’. Así lo refleja el Informe SoCiEducación 2023 , publicado y presentado esta misma semana, con datos en los que compara la situación de 2020 con la de 2010, y evidencia que la región ha escalado tres peldaños y ha adelantado a Asturias, Galicia y Cantabria en cuanto a gasto por alumno en centros de la red pública.
Ese desembolso de 7.840 euros que únicamente aventajan las vecinas comunidades norteñas –con 10.214 euros en el caso del País Vasco y 8.478 euros en el caso de Navarra– es, además, superior a la referencia nacional . Porque la media de España se sitúa en los 6.540 euros por escolar, lo que supone que en Castilla y León se invierte casi un 20% más .
Eso sí, el estudio elaborado por la asociación Sociedad Civil por la Educación analiza ocho indicadores en total, además del gasto público por alumno y, teniendo en cuenta todas las variables del informe SoCiEducación 2023, Castilla y León se queda en una «situación intermedia» en la evaluación global , con una calificación de 5,65 que le relega a la séptima posición en el listado.
A tenor de las notas del resto de territorios, País Vasco es la comunidad mejor posicionada, con un 6,96; seguida de Cantabria (6,9), Galicia (6,75), Extremadura (6,74), Navarra (6,41) y Asturias (6,35). Se trata de una puntuación que otorga el estudio después de poner la lupa en otros datos, y hay factores que hacen bajar la media a Castilla y León, entre ellos el dinero que destina la Junta en educación, en relación a su Producto Interior Bruto . Tal y como reflejan las tablas incluidas en el informe, que para esta variable toman como referencia el año 2019, la Comunidad desembolsó 2,3 millones de euros en este área, de los 59,8 millones de su PIB, lo que representa un 3,88% sobre el total autonómico.
Esa proporción sólo es más baja en Navarra, La Rioja, Aragón, Cataluña, Baleares y Madrid, y está por debajo de la media nacional, que se sitúa en el 4,26%.
Para llegar a la media nacional, Castilla y León tendría que invertir 227.279 euros más y, para cumplir la Estrategia Nacional de Largo Plazo. España 2050, tendría que inyectar un ‘extra’ de 729.083 euros . En este sentido, cabe destacar que sólo Extremadura y Andalucía destinan más recursos en educación que la referencia del 5,1% del PIB autonómico que ha marcado el Gobierno como objetivo en la citada estrategia.
Otro de los indicadores que rebajan la calificación final de Castilla y León es el porcentaje de alumnos de la Comunidad que están escolarizados en la red pública , pues el 67,19% anotado está unas décimas por debajo del 67,26% de media en España. La región, se aleja, además, de los primeros puestos del ranking nacional, con Castilla La Mancha y Extremadura a la cabeza, con más del 80% de sus estudiantes matriculados en centros públicos, en detrimento de los concertados o privados. En este sentido, Castilla y León necesitaría que hubiera 60.532 escolares más inscritos en centros de titularidad pública para llegar al indicador del 84,9% que se registra en la Unión Europea, según pone de releve el informe SoCiEducación 2023. En España no hay, de hecho, ninguna autonomía que llegue a esa ratio.
La tercera y última materia que ‘resta puntos’ a la Comunidad en su resumen global de calificaciones hace referencia a la tasa de idoneidad del alumnado, ya que las tablas también ponen de relieve que los datos están por debajo de los obtenidos, de media, en el país. Esta variable se centra en aclarar el porcentaje de estudiantes que están matriculados en el curso que les corresponde y se mide tomando como referencia los 15 años de edad.
Pues bien, en la Comunidad hay un 74% de chicos y chicas que sí están en el curso que deben estar, lo que implica que el 26% restante ha repetido en alguna ocasión . Sin embargo en Cataluña, que es el territorio con mejor posición en este sentido, únicamente el 13,8% han tenido que volver que utilizar los mismos libros por no haber superado las materias, y en España la media de repetidores es del 24,5% .
Tomando como referencia la Estrategia Nacional de Largo Plazo. España 2050, para que Castilla y León llegara a esa tasa de idoneidad en el alumnado que se ha establecido en el 82%, tendría que tener 1.663 chavales más de 15 años sentados en el aula que les corresponde a esa edad.
Más allá de los tres aspectos que arrastran hacia abajo a la Comunidad en materia educativa, hay otras tres variables y subvariables –además de la relacionada con el gasto por alumno, mencionada al inicio–, que permiten elevar la calificación . Se trata de la ratio de alumnado por docente, la de alumnado por unidad, la tasa bruta de graduación en Secundaria y la proporción de abandono temprano de la educación y la formación. En todas ellas, Castilla y León está por encima de la media y, en algunos casos, se sitúa incluso en primera posición.
La primera de las dos ‘asignaturas’ en las que la autonomía ostenta el título de ‘primero de la clase’ hace referencia a la ratio de alumnado de segundo ciclo de Infantil por unidad en centros públicos , con una media de 15,4 niños por clase , pues en el curso 2020-2021 había 33.062 escolares de entre tres y seis años matriculados en centros públicos y un total de 2.147 aulas para ellos. La media en España es de 18,55.
Además de ser ahora la mejor, el dato le ha servido para escalar cuatro puestos, ya que hace diez años Galicia, Navarra y Extremadura estaban por delante. Eso sí, no llega a los 15 niños que reclama la Red de Atención a la Infancia de la Comisión Europea.
Algo similar ocurre respecto al alumnado que cursa sus estudios de Primaria en la red pública. Aquí no ha habido variaciones temporales y Castilla y León sigue encabezando el listado a nivel nacional, con una media de 15,33 estudiantes por clase , pues en el curso 2020-2021 había 79.785 estudiantes en esta etapa, para un total de 5.205 aulas. En este caso la media nacional es de 19,26 y la de la Europa de los 27, de 19,5. Así que Castilla y León goza de mejores indicadores en ambos casos.
En el salto a Secundaria el escenario cambia y la Comunidad se aleja hasta el quinto puesto, por detrás de Extremadura, Canarias, Galicia y Aragón, con una media de 19,74 estudiantes por cada clase , al contabilizar 54.272 alumnos, repartidos en 2.750 unidades. Aún así, cabe destacar que ha mejorado dos escalones en una década.
Teniendo en cuenta la media en todas estas etapas – Infantil, Primaria y Secundaria–, Castilla y León se cuelga la medalla de plata, con el oro para Extremadura.
En cuanto a la ratio de alumnado no universitario por docente en centros educativos públicos, Castilla y León ocupa el cuarto lugar por detrás de Extremadura, Navarra y Asturias, con una proporción media de 8,66 estudiantes por cada profesor .
La penúltima variable que tiene en cuenta el informe de la asociación Sociedad Civil por la Educación hace referencia a la tasa bruta de graduación en la ESO, es decir, al porcentaje de alumnado que termina el cuarto curso de Secundaria y, en este sentido, Castilla y León es la séptima del conjunto del país, con una proporción de 82,98%. Está unas décimas por encima de la media nacional, que se queda en el 82,22%. Eso sí, SoCiEducación detecta que hay 1.195 estudiantes en Castilla y León que no obtuvieron el graduado en ESO .
Por último, la tasa de abandono temprano de la educación y la formación refleja que el 12,44% de los jóvenes de Castilla y León de entre 18 y 24 años consiguieron como máximo, el graduado en ESO pero no continuaron su proceso de aprendizaje. La media en este sentido se sitúa en el 13,34%, con País Vasco como ejemplo más destacado, pues únicamente el 4,83% de los jóvenes está en esta situación, y Andalucía como caso contrario, con un 17,7% de chavales que se conforman con terminar Educación Secundaria.