La ministra de Transportes vuelve a Castilla y León con 12.000 ayudas a jóvenes del bono de alquiler sin resolver

La ministra Raquel Sánchez parece ser una enamorada de Castilla y León, ya que en los últimos días se ha convertido en una visitante asidua de la la Comunidad . Sin embargo, todos esos viajes a distintos puntos de la geografía de la región, el último de ellos a Benavente, no solo no sirven para que anuncie nuevas actuaciones es la larga lista de proyectos que su departamento mantiene empantanados, sino que se producen en fechas en los que la capacidad de gestión del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se ha vuelto a poner en entredicho después de que más de 12.000 jóvenes castellanos y leoneses se hayan quedado fuera de la convocatoria de los Bonos Alquiler del Gobierno por falta de fondos.

Hace solo unos días salió a la luz que los 21 millones de euros movilizados por el ministerio de Sánchez para hacer frente a estas subvenciones en Castilla y León habían resultado insuficientes. La gestión de los mismos, que el Gobierno de España delegó en la Junta de Castilla y León, solo permitió resolver 3.827 de las 16.082 solicitudes recibidas , y es por eso que el Ejecutivo autonómico reclamó este jueves 50 millones de euros adicionales que servirán para dar respuesta a todos los interesados en los bonos.

Con los números encima de la mesa, lo que no está tan claro es que Raquel Sánchez haya vuelto este viernes a Castilla y León para dar una respuesta a esa demanda de la Junta y que, por otra parte, queda legitimada en la voluntad de la Junta de ayudar a todos los ciudadanos por igual. No en vano, en las instrucciones que recibió la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, encabezada por Juan Carlos Suárez-Quiñones, se decía claramente que los bonos se resolvería por "estricto orden de llegada" , lo cual no sería un problema si la provisión inicial de fondos hubiera sido la adecuada.

Una situación, en definitiva, que muestra las costuras del departamento de Raquel Sánchez, y que ella misma podría rectificar si, una vez recibida la carta de Suárez-Quiñones, confirmara esa ampliación de los fondos que le corresponde por ser este Ministerio el que promovió los Bonos Alquiler Joven y el que debe actuar como garante de que se puedan entregar, tal y como defendió la Junta este mismo jueves.

La visita a Benavente de la ministra, que según la convocatoria trasladada a los medios será para visitar el Ayuntamiento de la localidad Zamorana junto a la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, y mantener "un breve encuentro" con el alcalde , Luciano Huerga, no parece que vaya a dar pie a grandes anuncios, sino más bien a la habitual fotografía y las declaraciones propias de un periodo de precampaña electoral.

Al fin y al acabo, eso es lo que sucedió cuando este lunes la ministra se desplazó a Valladolid para presidir la inauguración de una estación de carga para buses eléctricos en las instalaciones de Auvasa. Después se trasladó a las obras de la variante este de mercancías, otro de los grandes proyectos de infraestructuras que se están acometiendo en la Comunidad, pero dejó de lado los dos que quizá más urgen y a los que menos atención se les presta, hasta el punto de haber caído en un abandono casi total.

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Y es que Raquel Sánchez pasó por alto los dos tramos de la A-11 que acumulan meses paralizados en Valladolid y la autovía A-60 que conecta la provincia vallisoletana con la leonesa. Dos recorridos cuya construcción se dilata en el tiempo sin que apenas existan avances. Pero lo más llamativo del caso es que, preguntada al respecto, la ministra demostró un desconocimiento total de estos proyectos puesto que no solo dijo que la Autovía del Duero avanza según lo previsto -las máquinas paradas en medio de las obras hacen pensar lo contrario-, sino que incluso reconoció no tener constancia de que la Declaración de Impacto Ambiental de la A-60 se había dejado caducar por, precisamente, el departamento que ella dirige.

Pero el caos que demuestra Transportes cada vez que uno de sus altos cargos llega a Castilla y León no termina ahí. Sin que sea algo propio de una persona con sus responsabilidades, a Sánchez bien podría habérsele pasado por alto el caso de la DIA de la A-60, pero lo verdaderamente preocupante es que la semana anterior el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, reconocía, de nuevo en Valladolid, que dicho informe había caducado y que lo pertinente ahora es redactar uno nuevo. En definitiva, una situación cuanto menos sonrojante que no hace si no caldear más los ánimos en torno a la construcción de infraestructuras en Castilla y León.

Desde el Ejecutivo autonómico e incluido su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, se ha criticado en varias ocasiones que los ministros de Pedro Sánchez están llevando a cabo un "desfile" por Castilla y León con el único objetivo de "insultar" a la Junta y a la propia comunidad autónoma por, precisamente, vistas como la de la ministra de Transportes, aunque el resto de sus compañeros en el Ejecutivo central no se han quedado demasiado atrás.