El Museo de San Isidoro de León se renueva tras Semana Santa

El Museo de San Isidoro de León inaugurará su rehabilitación después de la Semana Santa con “una nueva imagen adaptada al siglo XXI”, para lo que se accederá por la puerta situada en la plaza que lleva el mismo nombre y contará con 3.200 metros cuadrados visitables frente a los 1.200 actuales. No obstante, no será hasta el próximo año cuando esté concluido el proyecto de musealización, aunque los trabajos se desarrollarán de manera paralela a las visitas, de manera que el espacio no tendrá que cerrar al público. Así lo avanzó el abad de la Colegiata de San Isidoro, Luis García , quien trasladó su “satisfacción y alegría” por la presentación de una obra que supone “el testimonio del cuidado y la conservación” y que expresa “la óptima colaboración entre instituciones” durante varias décadas en las que la Colegiata “ha experimentado varias reformas importantes ” que concluyen ahora con los trabajos en el Museo, al que se refirió como “el testimonio de la historia, la cultura y la espiritualidad”.

Trece años después, la directora general de la Fundación Montemadrid, Amaya de Miguel , celebró haber podido llegar a “una magna obra que sitúa al edificio, un emblema de todo el país, en pleno siglo XXI”, para lo que se ha conseguido “la plena accesibilidad y la apertura al público de dos tercios que hasta ahora no eran visitables”.

De Miguel aprovechó la ocasión para avanzar que se convocará a cinco de las mejores empresas del país para que hagan el proyecto y la musealización del Museo, de manera que en un par de meses presentarán sus propuestas, tras lo que se elegirá al mejor y, en un plazo de cinco a siete meses , se desarrollará con el objetivo de que se pueda abrir al público el próximo año.

En representación del Gobierno autonómico, el director general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Prieto Vielba , que se refirió a la Colegiata de San Isidoro como “una de las joyas del patrimonio histórico y artístico español”, recordó el trabajo de la administración en “proyectos tan importantes” como la Cámara de Doña Sancha , la restauración del Claustro y la última fase de restauración de pinturas , de igual modo que esperó que se mantenga la colaboración con la Diócesis, al tratarse de un edificio que “necesita un constante mantenimiento”.

“ Salvaguardar el patrimonio”

“La Colegiata de San Isidoro en edificio muy frágil , con una presencia y atmósfera muy especial, que sufría defectos en cuanto a la circulación, climatización o accesibilidad”, puso de relieve el arquitecto director del Proyecto Museográfico, Juan Pablo Rodríguez Frade , quien reconoció que la obra “ha ido cambiando a medida que se desarrollaban los trabajos”, lo que “enriqueció el proyecto”.

Con la idea principal de que el edificio no perdiera su atmósfera, el arquitecto desarrolló una intervención en la que “se trataba de trabajar mucho para que no se notara la intervención”, lo que permite que el visitante “ haga un recorrido sin cruces en la circulación y en buen estado de climatización”, después de “haber puesto un edificio del siglo XII con la tecnología actual”.

Frade reconoció que la obra llevada a cabo fue “complicada” por haber pasado por periodos como la pandemia y la subida de precios y materiales y se centró en “ salvaguardar el patrimonio y no anular los valores del edificio ”, al mismo tiempo que “aportar las nuevas demandas de la sociedad”.

Los trabajos han permitido ampliar a 3.200 metros cuadrados los 1.200 visitables hasta el momento, para lo que se sumaron espacios que hasta ahora no eran del Mueso y se racionalizaron los usos, de manera que “la circulación ya no tiene rebotes ”, lo que permitió “ampliar notablemente la superficie expositiva”.

Visita libre

Fue el responsable de Patrimonio de la Fundación Montemadrid, Gabriel Morate , quien resaltó que esta racionalización de los usos actuó en “los tres usos” de la Colegiata, es decir, “el cultural , con el residencial porque viven los Canónicos, con el turístico y hotelero ”, lo que hace que “cada uno de ellos requiera de su ambiente”. Por ello, los primeros trabajos pasaron por esta racionalización para que “no haya interferencias en el funcionamiento futuro de la institución”.

Morate señaló que los índices de turismo cultural en España se sitúan en el 15% “a pesar de la existencia de mucho patrimonio”, lo que se debe a “la gestión de los espacios”, mientras que “de las visitas que se hacen a sitios históricos, solo el 20% están dedicadas a los Museos, mientras que el 80% son a monumentos”. Por ello, la obra partió de la premisa de que “la p rincipal pieza del Museo debía ser la arquitectura del conjunto ”, de manera que “se acuda a ver un monumento que tiene un Museo”.

Dentro del Museo de San Isidoro se llevará a cabo un modelo de visita “libre” que se saldrá de “lo tradicional” y permitirá hacer “muchas cosas”, entre las que el responsable de Patrimonio de la Fundación Montemadrid destacó “ poder salir al adarve de la muralla ” o pasear por la galería del Claustro Alto. Asimismo, existirá una conexión entre el propio Museo con el hotel y restaurante, de manera que “el espacio gana en servicios para el visitante”.