La Semana Santa llena el turismo rural y los hoteles alcanzan el 80% en Castilla y León
Jueves y Viernes Santo apuntan al completo, el resto de la semana la ocupación es del 50% y las reservas en hoteles ya igualan a las casas rurales, aún sin llegar a cifras preCovid / Zamora destaca por su mayor demanda
La ocupación en hospedaje en Castilla y León en Semana Santa apunta, de momento, a unas cifras optimistas de ocupación. No llegan a las afluencias de visitantes prepandemia de 2019, pero superarán las de 2022. Las dos asociaciones de hoteles apuntan que las reservas –realizando la media de sus previsiones– ya llegan al 80% en las noches de Jueves, Viernes y Sábado Santo (6, 7 y 8 de abril), en tanto que el resto de días de la semana de Pasión, la ocupación confirmada en estas fechas es ya del 50%. Las casas rurales elevan la ocupación al 90% .
El vicepresidente de la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León y responsable del sector de hoteles, el burgalés Luis Mata , resaltó, satisfecho, que las reservas en los hoteles de la región ya llegan al 90% para el Jueves y el Viernes Santo. El reto, dijo, es llegar al 95% o al lleno en estos días que faltan. Para el resto de días de la Semana de Pasión, las reservas cerradas llegan al 50%, y el objetivo es que suban hasta el 75%.
Mata apunta como bazas para el optimismo el hecho de que la previsión climatológica es de tiempo cálido para esas fechas, en principio. Además, resaltó que no van tener la competencia del turismo de esquí, ya que el mejor momento de nieve ya ha pasado . Sin olvidar que los meses de mal tiempo de enero, febrero y parte de marzo han ‘pospuesto’ muchas escapadas. En el caso de Burgos, su territorio, se congratuló de que el sistema de reservas en últimos tiempos se ha agilizado, hasta el punto de que ya puede presumir de que las habitaciones, en un alto porcentaje, están ya reservadas a falta de más de una semana, indicó.
Dos días y medio
Otro factor, más importante aún, es el fenómeno del espectáculo de baile que atrae a 2.500 personas a la ciudad, el World Dance Festival , que se celebra el fin de semana de 31 de marzo y 1 de abril. «Desde hace unos cuatro meses no hay una habitación libre en estas fechas en Burgos», indicó Mata.
El perfil del visitante de Castilla y León, según este empresario hotelero, es de un viajero o viajera que realiza una estancia media de dos días y medio , dentro de un turismo familiar o de pareja en el que el tema religioso y procesional prima como motivación primera sin olvidar otros reclamos como el enoturismo o el patrimonio.
Piedad Sánchez , presidenta de la otra gran patronal de hospedaje de la Comunidad, la Asociación de Hoteles de Castilla y León , rebajó ligeramente los datos de reservas que facilitó la confederación. Así, Sánchez cifró la ocupación en una horquilla entre el 70% y el 85% para Jueves, Viernes y Sábado Santo, dependiendo de las provincias, con Ávila y Salamanca en mejor posición y Valladolid (habla de hoteles y no de casas rurales) con un 70% de ocupación. Con todo, recalcó que la previsión es buena, por la climatología favorable, por lo que es «muy probable» que llegue al final al 90% la ocupación, concluyó.
Menos presupuesto
En turismo rural el pronóstico es de notable alto, aunque no roza aún el sobresaliente de los años anteriores a la pandemia del Covid-19, según resumió el presidente de la Asociación Regional de Empresarios de Alojamientos Rurales de Castilla y León (Ararcyl), Luis Chico , quien explicó que lo que está faltando a 2023 para el regreso pleno a las cifras de ocupación prepandemia es volver a un mayor presupuesto de gasto en las familias.
« Superaremos las cifras de 2022 , seguro, pero no llegaremos al 95%-100% de ocupación del año 2019 porque han surgido en el último año múltiples imprevistos de encarecimiento de combustibles, cesta de la compra, cuota de las hipotecas y suministros energéticos. En definitiva, el gasto para el ocio se va a recortar por algún lado y ese va a ser el de menos pernoctaciones», indicó Chico, que regenta una casa rural en Benafarces (Valladolid).
«En Jueves y Viernes Santo llegaremos a un 90% de ocupación, con Zamora incluso rozando el lleno por el tirón de su Semana Santa», indicó el presidente de Ararcyl. Según Chico, este ‘caché’ procesional y de poderío de arte sacro de las diferentes provincias repercute en la demanda de alojamientos rurales. «Las capitales de provincia y localidades con solera están llenas en sus establecimientos y esto favorece, por extensión, a las casas rurales. Muchos de los que vienen a ver procesiones en Rioseco, Tordesillas, Toro, Medina del Campo o Zamora, se alojan en nuestros establecimientos», indicó.
Visitas a bodegas
Chico asegura que lo más habitual es que se alojen dos noches o tres, a lo sumo, preferentemente las de Viernes y Sábado Santo. Lo que más buscan, aparte de las procesiones, son las visitas a las bodegas y la gastronomía , además de actividades pintorescas como paint-ball , sin olvidar visitas a museos y monumentos del patrimonio cultural. Por ello celebró que las elaboradoras ofrezcan gran cantidad de actividades esos días para el público especializado en enoturismo.