Veganzones se plantea ahora la continuidad del Serla mediante "negociaciones" pero aboga por "homogeneizar" la mediación

El consejero de Industria, Comercio y Empleo de la Junta de Castilla y León, Mariano Veganzones, reconoció este lunes que la continuidad del Servicio Regional de Relaciones Laborales (Serla) está “en el marco de las negociaciones” mantenida con sindicatos y patronal, aunque mantuvo su apuesta por “homogeneizar la prestación” del servicio de mediación ante conflictos laborales en la Comunidad, con el objetivo de que funcione “con un coste adecuado” .

Apostó por ello Veganzones por la labor que realizan las oficinas territoriales de trabajo de la Junta en las provincias , ya que “como entidad pública, tenemos unas obligaciones y llevamos prestándolas en todas las provincias, excepto en Valladolid ”, defendió el consejero, señalando que esta última provincia es la única donde el Serla lo presta en conflictos individuales.

Por ello, su propuesta, que incluye la eliminación de este organismo, pretende “homogeneizar la prestación del servicio en toda Castilla y León y dejar que funcione con un coste adecuado, como debe tener y tiene el servicio que prestamos desde la Administración ”.

No obstante, en declaraciones recogidas por Ical, Veganzones reconoció que la continuidad del Serla “está en el marco de las negociaciones” que se mantienen entre patronal, sindicatos y Administración para la forma en que se configurará esta labor de mediación, y que el consejero de Industria, Comercio y Empleo apuntó a que realizará aquel organismo que “mejor se acuerde entre las partes ”.

En todo caso, Veganzones defendió que desde su Consejería han trabajado “desde el primer momento” para hacer propuestas de cara a que “haya un adecuado sistema de intermediación y mediación de los conflictos colectivos” , objetivo final en el que continuarán “hasta conseguir un resultado satisfactorio”.

Criticó por ello el requerimiento que el Ministerio de Trabajo y Economía Social del Gobierno de España realizó la semana pasada a la Junta para restituir el Serla, tildándolo como “una misiva, porque no tiene fundamento” y “una piedra más en el camino que entorpece este avance hacia una solución satisfactoria para todas las partes”.