El Gobierno usa el impacto ambiental para mantener bloqueada la autovía Valladolid-León
El Ministerio de Transición Ecológica de Teresa Ribera utiliza ahora la triquiñuela de pedir información complementaria a la dirección general de carreteras, tras tres años con la DIA de la A-60 caducada
Bloqueada. Así es como mantiene el Gobierno de Pedro Sánchez la autovía entre Valladolid y León . Una A-60 que ve como desde los ministerios de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, de Raquel Sánchez, y de Transición Ecológica y Reto Demográfico, de la vicepresidenta Teresa Ribera, se usan las triquiñuelas de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para mantener el desarrollo de la infraestructura bloqueado.
El Ministerio de Transición Ecológica de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, utiliza ahora la treta de pedir información complementaria a la dirección general de carreteras de Castilla y León, en una justificación para hacer ver que se está trabajando en la finalización de un impacto ambiental que, tal y como desvelaba este periódico, se encuentra caducado desde hace más de tres años para el tramo central entre Villanubla, en Valladolid, y Santas Martas, en León.
9 de diciembre de 2019, esa es la fecha de caducidad de la DIA para ese tramo, el más importante, el eje central , de la Autovía del Duero. Claro que hasta el 5 de diciembre de 2020, prácticamente un año después, no se publicaba la actualización de ese impacto ambiental, que continúa durmiendo el sueño de los justos en el Ministerio de la vicepresidenta tercera del Gobierno.
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¿La razón? Por la petición de esa esa información complementaria a la dirección de carreteras, según detallan desde el propio Gobierno a este periódico, que señalan que «la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental es muy concienzuda». Y debe serlo porque lleva nada menos que más de dos años, desde que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicara la actualización del caducado impacto ambiental, para poder pedir, revisar y concretar toda la información que necesitara para desbloquear la DIA y, con ella, el desarrollo la autovía entre Valladolid y León.
La DIA de cualquier infraestructuras es siempre el proceso más farragoso y laborioso, del que penden todos los demás pasos desde la redacción de proyecto a la adjudicación de las obras, pasando por la licitación. La dilación del impacto ambiental sine die por parte del área de Teresa Ribera supone el bloqueo de la infraestructura, la A-60, que acumula años, veinte ya, de retrasos y de promesas incumplidas .
Y es que mientras Transición Ecológica no concluya y apruebe la Declaración de Impacto Ambiente, Transportes no podrá continuar con la redacción del proyecto. Ya después vendrá su aprobación, licitación y adjudicación . Años y más años que vendrán a esos veinte que ya acumula la autovía Valladolid-León, que puede decirse que tiene ya el triste honor de ser la gran olvidada de los diferentes gobiernos, del PP y del PSOE. El último en sumarse a este capítulo del olvido es el de Pedro Sánchez, pero a buen seguro, y por desgracia para los castellanos y leoneses, vendrán más a sumarse a esa lista.
El repaso de la historia de esta autovía deja que el hoy Ministerio de Transportes, entonces de Fomento dirigido por José Luis Ábalos y con el vallisoletano Javier Izquierdo como secretario general de Infraestructuras, dejaba caducar la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del tramo central de la autovía, en el que se incluyen los trayectos entre Villanubla-La Mudarra y La Mudarra-Medina de Rioseco, todos ellos en la provincia de Valladolid.
Tramos, estos dos últimos, para los que el entonces Ministerio de Fomento, ahora de Transportes, con Ábalos al frente había realizado dos contratos de servicio en septiembre y octubre de 2018 para que se llevarán a cabo las redacciones de los proyectos, que suponían una inversión de 2,2 millones de euros, para los 11 kilómetros entre Villanubla y La Mudarra y los 16 entre La Mudarra y Medina del Rioseco. Y todo con un plazo de ejecución de 24 meses, es decir dos años. Vamos, que tendría que haberse llevado a cabo casi antes de la pandemia.
La realidad es que la infraestructuras que, como la Autovía del Duero (A-11), es esencial para Castilla y León se encuentra parada y, lo que es peor, en el cajón del olvido de un Gobierno central que, eso sí, no deja de meter partidas simbólicas en los Presupuestos Generales del Estado. Las cifras no engañan y en ellas se refleja que en las cuentas de 2022 apenas figuran 802.530 euros para los tramos Santas Martas-Mayorga, que se lleva unos pírricos 100.000 euros; otros 100.000 para el Mayorga-Medina de Rioseco; 265.460 euros, que se destinarán al recorrido que une Rioseco con La Mudarra; y los últimos 337.070, dedicados al tramo La Mudarra-Villanubla.
Más de 802.000 euros simbólicos. Tan anecdóticos como los 2 millones de euros presupuestados en los de este año 2023, 500.000 euros para cada uno de los cuatro tramos. Y así podrían ir desgranándose las pírricas partidas destinadas en los Presupuestos Generales del Estado de los últimos años, que para poco o nada servían, ya que nada podrá hacerse mientras continúe sin aprobarse el impacto ambiental entre Santas Martas y Villanubla, que ahora se sabe se mantiene caducado, según la información oficial del propio Gobierno.
De hecho, el Boletín Oficial de Estado (BOE) publicaba el pasado 5 de diciembre de 2020, es decir prácticamente un año después de que hubiera caducado el impacto ambiental de la autovía para su tramo central el 9 de diciembre de 2019 y que el Ministerio de Transportes ocultó , el «anuncio de la Demarcación de Carreteras del Estado en Castilla y León Occidental, por la que se publica la aprobación provisional y se ordena la incoación del expediente de información pública del documento técnico «Actualización del Procedimiento de Evaluación Ambiental de la Autovía A-60. Valladolid-León. Tramo: Villanubla -Santas Martas (provincias de Valladolid y León) y su Estudio de Impacto. En el mismo, el director general de carreteras aprueba «provisionalmente» el documento técnico y su correspondiente estudio de impacto Ambiental y la actualización del procedimiento de evaluación ambiental del tramo central de la A-60 entre Villanubla y Santas Martas.
Un tramo que, según se detalla en el BOE de 5 de diciembre de 2020, contará con un presupuesto estimado de licitación de 383.839.703,61 euros, en el que incluye los 66.616.808,06 euros del 21% de IVA, proponiendo como solución más favorable la denominada alternativa dos, que no es otra que la que discurrirá, cuando se haga, en paralelo a la actual Nacional 601 .
Información que de nada sirve porque la realidad, la única constatable y reconocida por el propio Gobierno es que impacto ambiental sigue bloqueado a la espera de que resuelva el Ministerio de Teresa Ribera.