Los pueblos de Castilla y León con más de mil habitantes se reducen un 9% en la última década

Castilla y León contaba hace una década con 263 localidades que sobrepasaban la barrera de los mil habitantes , pero los últimos datos estadísticos ponen de manifiesto que ahora hay 24 casos menos , hasta quedarse con 239, lo que supone una reducción del 9% . 

Por provincias, León es la más afectada , con una pérdida de ocho casos , pues Palacios del Sil, Turcia, Villamanín, Castrocalbón, Corullón, Gradefes, Valdevimbre y Hospital de Órbigo, han bajado de esa referencia. Le siguen, a distancia, las provincias de Palencia y Zamora, con un saldo de cuatro cada una. En el primer ejemplo se encuentran Torquemada, Villada, Astudillo y Alar del Rey; mientras en el segundo están Galende, Corrales del Vino, Santibáñez de Vidriales, Morales de Toro y Trabazos, que salen del listado, si bien hay uno, Roales, que entra. 

En la provincia de Burgos los ejemplos son tres y corresponden con Oña, Sasamón y Huerta del Rey; mientras que en Ávila se encuentran en esta situación Mombeltrán y Arenal. En Segovia, por su parte, hay tres pueblos que bajaron de los mil censados, Turégano, Monzonillo y Otero de los Herreros, pero ha habido otro que ha logrado traspasar la barrera, Trescasas. En Valladolid, Carpio es el que ‘se sale del grupo’.

Más allá de esta realidad, lo cierto es que la población se concentra sobre todo en las ciudades y en los grandes núcleos, entendidos como aquellos que superan los 20.000 habitantes . Tanto es así que, de los 2,3 millones de pobladores de la autonomía, 1,2 reside en las capitales de provincia o en alguno de los seis pueblos que superan la citada referencia demográfica. En concreto, el porcentaje se sitúa en el 52%.

Sin embargo, tampoco los grandes enclaves son ajenos a la sangría y en ellos también se constata, en general, una pérdida de población. En el último año, de hecho, sólo hubo tres excepciones de crecimiento : Arroyo de la Encomienda (Valladolid), que incrementó su censo un 3,15% , con 653 vecinos nuevos hasta alcanzar la cifra de 21.369; Aranda de Duero (Burgos), que subió un discreto 0,27% al ganar 88 vecinos, por lo que se queda con 33.172; y Laguna de Duero (Valladolid), que se puede considerar en equilibrio, puesto que contabilizó nueve empadronados más, hasta los 22.642, lo que se traduce en una subida del 0,04% .

El resto de grandes núcleos, sin embargo, ‘lucieron’ el signo negativo en sus estadísticas interanuales, con mermas por debajo del 1% en Burgos, Ávila, Medina del Campo, Salamanca, Soria, Valladolid, Miranda de Ebro, Segovia, León y San Andrés del Rabanedo; y por encima del 1% en Palencia, Ponferrada y Zamora. 

De nuevo, también desde esta óptica de análisis, la capital zamorana vuelve a posicionarse en el listado como el caso más dramático de la Comunidad, pues en el último año ha restado 822 habitantes, lo que supone un descenso del 1,36% , hasta quedarse con una población de 59.475 vecinos.

Y no sólo en el último año. Con la vista puesta una década atrás en el tiempo, también es la localidad que más porcentaje de población ha perdido, pues el paso de los 64.986 que tenía en 2013 a esos 59.475 actuales suponen un descenso del 8,5% . En diez años se ha quedado sin 5.511 pobladores. Le siguen Ponferrada, con una merma del 7,44% (5.069 menos hasta situarse en 63.052) y León, que ha bajado un 7,4% y ha perdido 9.650 habitantes en este periodo (se queda en 120.951).

Los citados ejemplos son los más notables, pero lo cierto es que todos los grandes enclaves de la Comunidad han experimentado un retroceso demográfico en la última década, con la salvedad de Laguna de Duero , que mantiene estable su censo –en este periodo acumula 52 habitantes más – y, de nuevo, con Arroyo de la Encomienda como excepción indiscutible. 

La localidad del alfoz vallisoletano no ha hecho más que crecer en los últimos años y desde 2013 ha anotado en sus registros nada menos que 4.726 nuevos habitantes , con un paso de los 16.643 de 2013 a los 21.369 ya citados de 2022 que suponen un crecimiento del 28,4% . Tanto ha crecido, que ya se alza como el segundo punto geográfico más poblado de la provincia, tras haberle arrebatado el puesto a Medina del Campo, que pasa a una tercera posición.    

Más allá de los grandes núcleos, en Castilla y León hay siete localidades por encima de los 10.000 habitante que, en conjunto, suman 95.114 habitantes . También en los de este tramo de población se observa un pequeño descenso en el último año en todo el conjunto, salvo en Santa María del Tormes (Salamanca), que ha conseguido ganar un pellizco concretado en 15 vecinos más en 2022 respecto a 2021. 

Al analizar la década, sin embargo, sí se observa un descenso más drástico de este grupo, que ha perdido un 7,4% de habitantes, de media, y cuanta ahora con 7.582 pobladores menos que en 2013. Sólo Villaquilambre (León) ha experimentado una ligera subida, del 1,34% , en la horquilla analizada, pero el resto están en negativo. El caso más notable es del de Béjar (Salamanca), que en una década ha reducido su censo un 15,3% y se ha quedado en 12.099 vecinos, frente a los 14.280 que tenía, lo que supone haber borrado de su registro 2.181 habitantes. 

La siguiente franja de pueblos, que incluye los que tienen más de 5.000 habitantes pero no superan los 10.000, engloba un total de 37 localidades . En este caso, destaca que en el último año han conseguido, de media, mantener su población, pues la variación apenas ha sido de un 0,02% en positivo, al haber ganado 50 vecinos en el global. Por tanto, les caracteriza la estabilidad, si bien hay dos ejemplos –de nuevo ubicados en León–, que destacan en negativo. Se trata de Bembibre y Villablino, que han visto cómo sus censos se reducían un 2 y un 1,7%, respectivamente, en 2022.

Por el contrario, en la última anualidad despuntan Sariegos (León), Palazuelos de Eresma (Segovia) y Simancas (Valladolid), como los enclaves que han experimentado un crecimiento por encima del 2% .

Respecto al análisis de la década, este conjunto de pueblos ha perdido 6.492 habitantes , lo que supone una bajada relativa del 2,6% , con mucha diferencia entre los que más pierden y los que más ganan. En la primera situación están Villablino (León), con un descenso que roza el 20% en los últimos diez años, seguido de Guardo (Palencia), con casi el 18% de reducción, y Briviesca (Burgos) y Bembibre, que superan por unas décimas el 15% de bajada. 

Entre los que ganan, el listado lo encabeza Aldeamayor de San Martín (Valladolid), que ha sumado un 24,7% de pobladores; Palazuelos de Eresma (Segovia), con un aumento del 22%, y Carbajosa de la Sagrada (Salamanca) y Sariegos, con incrementos por encima del 11%, tomando como base de referencia la población que tenían en 2013.

Por último, hay 180 enclaves en la Comunidad que cuentan con una población de entre mil y 5.000 habitantes que, en conjunto, suman 355.333 habitantes. Aunque en el último año este listado ha perdido un 0,10% de población, donde realmente se ve el retroceso demográfico es en el análisis de la década, pues este grupo ha restado 16.271 habitantes, lo que supone una merma del 4,4%.

Con una reducción superior al 20% se encuentran, en orden decreciente, Mayorga (Valladolid), La Pola de Gordón (León), Quintanar de la Sierra (Burgos) y Bustillo del Páramo (León). En el lado opuesto está Aldeatejada (Salamanca), con un crecimiento desde 2013 del 53%, Espirdo (Segovia) y Fuensaldaña (Valladolid), cuyos casos superan el 39% de subida.