Refuerzo al operativo de rescate con el triple de inversión para un helicóptero más potente

El Grupo de Rescate y Salvamento (GRS) de Castilla y León dispondrá a partir de mayo de un helicóptero renovado, más seguro y amplio que el actual, destinado a atender las emergencias relacionadas con la búsqueda de personas , rescates en entornos de difícil acceso, traslados de accidentados o las evacuaciones que se registren en la Comunidad en los próximos cuatro años, gracias a una inversión estimada en 10,4 millones de euros .   

Se trata de la cuantía reservada por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio con destino al servicio de Protección Civil , a fin de mejorar las operaciones de rescate y salvamento por medios aéreos hasta 2027. En total, 2,6 millones de euros anuales, casi el triple de lo que cuesta en la actualidad. 

El aumento presupuestario responde al cambio de modelo del helicóptero, que pasará de una a dos turbinas, en aras de contar con «más capacidades operativas» y de «incrementar la seguridad», así como a la ampliación de horas de vuelo, que suben de las 240 a las 300 al año, según explicaron fuentes del área que dirige Juan Carlos Suárez-Quiñones . 

«Después de 17 años de operaciones de rescate y una experiencia acumulada de más de 3.800 horas de vuelo, 1.310 misiones realizadas y más de 1.150 personas rescatadas, es necesaria una evolución en el GRS, solventando así las importantes limitaciones operaciones actuales», añadieron desde la citada Consejería para justificar los nuevos requisitos del aparato y el significativo aumento presupuestario. 

Así, gracias a las mejoras, se van a «duplicar» las capacidades de volumen de la cabina, las plazas y la capacidad de carga. «El modelo permite un mejor manejo de la camilla , facilitando las operaciones de rescate sanitarizadas para rentabilizar al máximo el enfermero a bordo». 

Además del enfermero, que tiene que poseer un máster universitario en medicina de urgencia y rescate en montaña o uno en urgencias en montaña y medios inhóspitos, el equipo de rescate aéreo está formado por el piloto –que debe acreditar un mínimo de horas de vuelo–, un segundo rescatador –que posea el título técnico deportivo en media montaña– y un operador de grúa.

Ellos conforman el equipo de profesionales que se desplazan de manera «inmediata» desde la base hasta el lugar de una emergencia, cuando resulte necesario, para abordar incidentes relacionados «con riesgos naturales, tecnológicos y antrópicos », bajo la gestión de la Agencia de Protección Civil y Emergencias. 

Su contratación, según justifica la Junta en el expediente, responde a las características geográficas de la autonomía, tanto en lo relacionado a sus dimensiones, como a sus recursos turísticos y deportivos en la naturaleza. «La gran extensión de la comunidad autónoma, el elevado número de actividades al aire libre y/o en zonas de difícil acceso, hace que a lo largo del año se produzcan un número importante de incidencias por accidentes y otras emergencias en estos entornos», alegan. 

Y aunque el área de actuación sea Castilla y León, hay que aclarar que el helicóptero también se podrá utilizar en territorios limítrofes en circunstancias puntuales en caso de que lo necesiten para resolver una emergencia. 

Más allá de esta salvedad, las cifras corroboran que la evolución en las operaciones realizadas por el Grupo de Rescate y Salvamento en Castilla y León ha experimentado una tendencia al alza en el último lustro, con datos relativamente estables en los años precedentes, salvo periodos excepcionales de menor actividad. Así, el último año cerró con un centenar de rescates frente a los 86 contabilizados en 2021, lo que supone un incremento del 16%. 

Por encima de las 100 intervenciones de 2022 destaca el máximo de 134 contabilizadas en 2007, si bien en ese caso buena parte de ellas corresponden con movilizaciones sin actuación y hay un puñado de labores preventivas , mientras que en la anualidad más reciente la mayoría sí se engloban en el epígrafe de intervenciones, según se observa en el gráfico facilitado por la Consejería de Medio Ambiente. 

Además, el departamento de Quiñones aclaró que hasta la fecha no se ha aplicado ninguna sanción económica a las personas rescatadas, aunque recordaron que sí hay tasas que graban la protección ciudadana , y que se pueden aplicar, por ejemplo, cuando los afectados no hayan atendido los boletines o partes de avisos de alerta o de predicción de meteorología adversa, cuando la búsqueda o rescate tenga lugar en zonas señaladas como peligrosas o en aquellas de acceso prohibido o restringido, o cuando las personas rescatadas no llevaran el equipamiento adecuado para la actividad que estaban practicando. 

Además de la búsqueda y rescate de personas, entre las misiones del equipo aéreo también se encuentran los vuelos de reconocimiento en situaciones de emergencia, las operaciones de carga, o el traslado de víveres, materiales y personas.    

Con el objetivo de que el helicóptero se pueda desplazar en el menor tiempo posible hasta cualquier punto de la Comunidad, la Junta exige a la empresa que quiera encargarse de prestar el servicio que su base se asiente a una distancia máxima de 40 kilómetros de la capital vallisoletana. 

A la espera de que se seleccione a la empresa que se encargue del servicio a partir de mayo de este año y de que se conozca el precio definitivo de adjudicación, la Junta ha calculado que cada anualidad completa desembolsará 2,6 millones de euros para disponer de este helicóptero de rescate, así como del personal y de los medios materiales necesarios.

Se trata de una cuantía muy superior a la que se desembolsa en la actualidad. En concreto, el convenio vigente se firmó en 2021 con la empresa Eliance Helicopter Global Services por 1,76 millones de euros para un tiempo de ejecución de 24 meses, lo que se traduce en un desembolso aproximado de 882.000 euros en un año completo. Así que la nueva referencia de licitación roza el triple de lo que se abona ahora. 

La diferencia también es significativa comparándola con el contrato previo, firmado con la empresa Coyotair –la única que participó en el procedimiento–, y que estuvo operativo entre 2017 y 2021. En este caso el coste para un año completo fue de 940.000 euros .  

En estos casos, eso sí, se desprende que el modelo del helicóptero era más ‘sencillo’ que el que se quiere contratar ahora, pues se especifica que debe tener dos turbinas, y además se prevé un uso mayor, pues se han incrementado un 25% las horas de vuelo .