Los delitos informáticos se disparan un 111% en Castilla y León, la sexta en la que más crecen
Aumentan ante todo las estafas informáticas e Interior apela a la precaución al realizar compras y aportar datos de tarjetas / El avance de la cibercriminalidad contrasta en Castilla y León con el de la delincuencia convencional ya que registra menos delitos que en 2019
Los delitos informáticos se han incrementado. -E.M.
Los delitos informáticos se han incrementado en Castilla y León un 111% con respecto al año 2019, según el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior del tercer trimestre de 2022.
La incidencia de este tipo de delitos es muy superior a la media de España, que arroja un incremento del 89,3%, hasta el punto de que ocupa el sexto puesto del país con mayor subida (ver gráfico) sólo después de Murcia (aumento del 163,5%), Extremadura (144,2%), Cantabria (132,7%), Asturias (128,.7%) y La Rioja (127,1%).
El departamento de Grande-Marlaska, por primera vez en sus series trimestrales, ha querido elaborar la comparativa con los datos de 2019 no solo para dar visibilidad al avance de la cibercriminalidad, sino para tener una ‘foto’ real de dos períodos en situaciones similares de estudio: en la época preCovid (de enero a septiembre de 2019) y el mismo período de este año, ya con incidencia muy menor de la pandemia, en fase de salida.
Todo ello, explican fuentes del ministerio, «tras constatar el efecto colateral de la progresiva penetración y uso de internet en España, especialmente ligado a las crecientes formas de comercio y compras online que se vienen observando desde hace ya algunos años, y de manera muy significativa desde 2016 », precisan.
Interior advierte que, en esta vorágine de compras, « se ha producido un incremento de las modalidades de criminalidad agrupadas bajo el concepto de cibercriminalidad, y muy particularmente un fuerte incremento de las estafas cometidas por medios informáticos».
Por ello, Interior ahora pone cifras, de momento solo de ámbito nacional, para reflejar que las infracciones cibernéticas están disparándose de forma incontrolada . Así, entre enero y septiembre de 2019 se produjeron 114.946 ciberdelitos, subieron a 172.556 en el mismo período de 2021 y este año ya suman 217.571 casos, con un 89, 3% de aumento.
Las estafas informáticas son el tipo de delincuencia más en boga y han pasado de las 97.234 de 2019, a las 146.008 de 2021 hasta llegar a las 191.160 de este año, lo que representa una subida del 96,6%. Resumiendo, las estafas informáticas representan el 87.9% de toda la cibercriminalidad y el 11 % de toda la delincuencia registrada hasta septiembre en España.
La estadística de la Secretaría de Estado de Seguridad también aporta la evolución de la criminalidad convencional en España para apuntalar aún más como crece esta variante telemática. La evolución de delitos ‘convencionales’ en España es de 1.529.971 en los tres primeros trimestres de 2019 a los 1.517.054 del presente año. Es decir, caen un 0,8% (casi trece mil menos).
Caen los convencionales
Castilla y León sigue la misma tendencia , y los delitos descienden un 0,1%. De hecho, la región está plácida en la parte baja de la lista del aumento de delitos por comunidades, muy lejos del 21,5% de La Rioja, el 19% de Cantabria, el 8,9% de Galicia o el 8,6% de Murcia.
El Ministerio del Interior informó en un informe de otoño de 2021, sobre datos globales del año anterior, que Castilla y León registró 15.457 ciberdelitos en 2020 , lo que ya suponía un 41% más que los registrados el año anterior, cuando se denunciaron 10.964.
De esta forma, la Comunidad ya se posicionaba como la sexta autonomía más afectada por este tipo de delitos, después de Cataluña, Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana y País Vasco, de acuerdo al VIII Informe sobre Cibercriminalidad, publicado por el Ministerio del interior, que contabilizó 287.963 hechos delictivos vinculados con las tecnologías de la información en España, un 31,9% más con respecto a 2019.
De los 15.457 casos de la Comunidad, la práctica totalidad, (89,5%), 13.841 ciberdelitos, eran fraudes informáticos, seguidos a mucha distancia por las amenazas y coacciones, que fueron 772 en 2020 (leve descenso del dato de 2019, cuando fueron 806), y falsificaciones informáticas (362), que crecen exponencialmente desde 2011.
Asimismo, Interior precisó que los datos contabilizados en esta última década confirman que la ciberdelincuencia es un fenómeno en crecimiento y que aumenta progresivamente su peso proporcional dentro del conjunto de la criminalidad. En aquel año el número de delitos de este tipo apenas alcanzaban los 2.000 en la Comunidad.
El informe señaló que el perfil del ciberdelincuente es un hombre (73,3% de los detenidos o investigados), de entre 26 y 40 años y de nacionalidad española, presuntamente implicado en la comisión de fraudes informáticos, amenazas y coacciones y delitos sexuales.
Desde el punto de vista geográfico, la distribución de la ciberdelincuencia sitúa a Cataluña, Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana entre las comunidades, que concentran más infracciones penales. Tras ellas, aparecen País Vasco, Castilla y León , Galicia, Canarias, Baleares y Castilla-La Mancha.