Muere a los 87 años el escritor berciano Raúl Guerra Garrido, Premio de las Letras Nacional y Castilla y León en 2006
Destacó por su compromiso contra ETA y fue uno de los fundadores del Foro de Ermua
El escritor Raúl Guerra Garrido (1935) falleció hoy a los 87 años de edad. Madrileño de nacimiento pero berciano de adopción , aúna trayectoria literaria y personal mediante un compromiso social que ha llegado a poner en riesgo su vida . Su trayectoria literaria se caracteriza por la preocupación por ofrecer un testimonio literario de la realidad contemporánea a través de sus historias, que enfrentan al lector con situaciones que se desenvuelven en escenarios agitados por el drama de nuestro tiempo. Fue Premio Nacional de las Letras y Premio Castilla y León de las Letras , ambos en 2006. Públicamente estuvo comprometido contra la banda terrorista ETA y fue uno de los fundadores del Foro de Ermua tras sufrir además dos atentados contra su negocio de farmacia.
Guerra Garrido pasó su infancia y primera adolescencia en la localidad leonesa de Cacabelos, circunstancia que influyó de forma decisiva en buena parte de su trayectoria literaria. En los últimos tiempos, su obra se ha ido decantando desde el compromiso inmediato con su vivencia en el País Vasco hacia un nuevo escenario literario que se ha ido imponiendo en su narrativa desde la novela ‘El año del wolfram’ (1984).
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Autor de trayectoria dilatada y con un compromiso claro con el acto de la escritura, ha creado una copiosa obra narrativa y es responsable de algunos libros decisivos sobre espacios y referencias literarias de nuestra Comunidad. Sus obras reflejan diversos espacios y vivencias: las más íntimas y psicológicas, en las que tiene cabida una personal interpretación del paisaje berciano; la experiencia dramática del País Vasco; el espacio castellano, y el espacio madrileño, informa Ical.
Su vocación literaria, aunque temprana, no se materializó hasta pasados los 30 años. Se licenció en Farmacia en Madrid y compaginó la escritura con el ejercicio de su profesión en San Sebastián. Debutó en 1969 con la novela ‘Cacereño’ , donde abordaba la inmigración al País Vasco, y en los años siguientes dio a la imprenta ‘¡Ay!’ (1972), ‘Hipótesis’ (1976), ‘Lectura insólita de El Capital’ (Premio Nadal 1976), ‘La pluma del pavo real’ y ‘Tambor de piel de perro’ (ambos 1977), ‘Copenhague no existe’ (1979), ‘El año del wolfram’ (1984), ‘La mar es mala mujer’ (1987), ‘La carta’ (1990), ‘Tantos inocentes’ (1996), ‘El otoño siempre hiere’ (1999), ‘Cuaderno secreto’ (2003), ‘La Gran Vía es Nueva York’ (Premio de la Crítica de Castilla y León 2005), ‘La soledad del ángel de la guarda’ (2007), ‘Quien sueña novela’ (2010) y ‘La estrategia del outsider o la vuelta al mundo de Naraya Sola’ (2012).
Entre sus novelas cortas destacan ‘La sueca desnuda’ (1983), ‘Micrófono oculto’ (1989), ‘Dulce objeto de amor’ (1989) y ‘Viaje a una provincia interior’ (1990), y entre sus volúmenes de ensayos y literatura de viajes, ‘La muga en el horizonte’ (1996), ‘Castilla en canal’ (1999), con el que dio a conocer esta infraestructura ilustrada al gran público, ‘Tertulia de rebotica’ (2018) y ‘Un morroi chino con un higo en la coleta’ (2018).
En 2008 publicó, junto al fotógrafo Eduardo Margareto, la p rimera edición ilustrada de ‘Castilla en Canal’, a propósito del cual declaró: “Para mí el Canal de Castilla es la gran epopeya civil española de todos los tiempos. Es un tajo que abre las entrañas del país hacia el norte, en dirección al mar, para poner en valor estas tierras y que los trigos se pudieran comercializar. Llegó a ser el AVE de su época, un intento de locos”.
El consejero de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta, Gonzalo Santonja, subrayó el compromiso «cívico y literario» del escritor, un ciudadano «valiente y ejemplar», «Era una bellísima persona y un gran escritor» , insistió Santonja, quien ensalzó la gran amistad que les unía desde hace muchos años y que les había llevado juntos a «varias peripecias», como un viaje de diez días a México, entre algunos de los que mencionó. Santonja señaló que su muerte es un «mazazo». «No lo esperaba, estoy anonadado» , dijo el consejero.
Santonja recomendó la lectura de su obra, que es “muy sólida”, porque sus lectores “están en deuda con él; y lo mejor de las deudas es pagarlas”. Por ello, habló de novelas “absolutamente imprescindibles” y aconsejó ‘El año del wolfram’, que es “magnífica, porque a partir de la realidad crea un mundo fascinante”; o ‘La gran vía es Nueva York’, de lectura “francamente jugosa y muy moderna”.
El consejero, quien apeló a la necesidad de “ no olvidar la dimensión internacional que Guerra Garrido también tenía, con lectores en muchos otros países”, recordó que también estuvo muy cerca del escritor cuando ETA le quiso asesinar. En la mañana del mismo día en que la banda terrorista le puso una bomba en su farmacia, relató, “él y yo habíamos comido juntos en Segovia”. “Se fue seguidamente a San Sebastián y le pusieron la bomba en la parte delantera. Se salvó porque salió por la puerta de atrás, inesperadamente, después de quedarse para revisar unos papeles”, narró Santonja.
Comprometido contra ETA
Públicamente comprometido contra la banda terrorista ETA, es uno de los fundadores del Foro de Ermua. En julio de 2000, su farmacia, ubicada en el barrio de Alza, en San Sebastián, fue calcinada por los violentos; tras ello, el escritor decidió clausurar definitivamente el local. Premio Farmacéutico del Año 2001, dos años después recibió la Medalla de la Orden al Mérito Constitucional por su labor en pro de la libertad, y en 2019 la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio.
De hecho, parte de esa terrible experiencia aparece reflejada en su producción. Así, el incendio de su farmacia, en el que perdió un valioso manuscrito de su abuelo, le inspiró la obra ‘El cuaderno secreto’, mientras que su tenso relato ‘El corto viaje hacia la muerte’ recrea el impacto que generó en su ánimo el asesinato de su amigo José Luis López de la Calle.
Presidente de la Asociación de Escritores desde 1984 hasta principios de los 90 y miembro fundador del Colectivo Miguel de Unamuno (1984), en 2006 recibió el Premio Nacional de las Letras por toda su trayectoria literaria. Posee además el Premio Ciudad de Oviedo, el Premio Eulalio Ferrer y el Premio Villa de Madrid .
En 2014, la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco le dedicó una calle en agradecimiento por la labor de divulgación del Canal de Castilla.
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