ESPÍRITUS LIBRES | ANTONIO AMENS / ARTISTA
“Los Vivero son fundamentales en el siglo XV y XVI, ¡hasta el caballero de Olmedo es Vivero!”
Es del 53 y empezó a pintar a los 12 años. A los 19 hizo su primera exposición en la Galería Olenka, en Valladolid. Luego, en Barcelona, Bilbao y otras ciudades. Estudió Químicas en Valladolid. Admira a pintores como Delacroix o Vela Zanetti. Pintaba con tinta china, con ceras de colores, inventaba para poder pintar. Luego, siempre al óleo. En los años en Marbella, el pastel. Y muchos retratos a pie de acera. Hoy alterna el arte con su actividad empresarial en la hostelería, destacando por su sensibilidad en la arquitectura. La Fuente los Ángeles, en Villanubla, el Palacio de los Vivero, en Fuensaldaña, son ejemplos de sus proyectos
Esmeralda Folgado, artesana y narradora, hizo esta pregunta sin saber a quién iba destinada: ¿Cuál es tu mayor temor?
Respuesta. La mentira y la traición de esa persona que te da abrazos y luego te acuchilla por detrás.
Pregunta. ¿Qué es ser un espíritu libre?
Respuesta. Yo creo firmemente en la individualidad responsable.
P.- ¿Cómo se gana la vida?
R.- Me gano la vida con la resiliencia suficiente para hacer realidad pensamientos y sueños en los que me embarco.
P.- ¿Qué es el amor?
R.- El amor es una esfera de 360º en la que haces todas las cosas con todo el alma y la pasión.
P.- ¿Qué tal se lleva con Dios?
R.- Todos los días me levanto y le doy las gracias porque he tenido la suerte de que siempre haya puesto en mi camino algo por lo que luchar, algo que me apasione.
P.- Dígame un espíritu libre que admire.
R- . Arturo Pérez-Reverte.
P.- ¿Cuándo se cruzó en su vida la hostelería?
R.- La hostelería es un bien necesario para sacar adelante los proyectos. Lo que más me ha apasionado ha sido La Fuente de los Ángeles, porque forma parte del patrimonio de mi pueblo, Villanubla. Era un convento que estaba hundido, abandonado, y hemos logrado documentarlo desde el S. XIII, protegerlo y rehabilitarlo. Me gusta utilizar materiales que otros han rechazado, como hice con el bar de “La española cuando besa”, frente a la catedral de Valladolid. Ahora estoy embarcado en una obra de rehabilitación del convento en Fuensaldaña. Cuando esté acabado será el Convento Palacio de los Vivero.
Castilla y León
El colaborador de El Mundo de Castilla y León, Javier Pérez Andrés, Premio Nacional de Gastronomía
redaccion
P.- ¿Qué aportará a Fuensaldaña el Convento Palacio de los Vivero?
R.- En el proyecto inicial queríamos hacer una posada real, salas de reuniones y exposiciones, además de salones y la iglesia. Pero, por dificultades con la administración local, hemos tenido que reducirlo y de entrada será solo la planta calle, para eventos. Además, en la iglesia haremos actividades culturales.
P.- ¿Qué Viveros vivieron allí?
R.- María de Menchaca, que es la viuda del segundo conde de Vivero, madre del tercer conde de Vivero, que será el que convierta la casa solariega en un convento. Ella está enterrada allí. El tercer conde de Vivero es un personaje potente, el representante del rey en Flandes. Los Vivero son fundamentales en el siglo XV y XVI, ¡hasta el caballero de Olmedo es Vivero!
P.- ¿Sigue pintando?
R.- Sigo pintando, pero no todos los días. Me implico personalmente en las obras de mis proyectos y como allí con los albañiles. Intento hacer obras creativas, crear lugares con encanto. Y para eso hace falta estar ahí.
P.- ¿En Marbella, pintando retratos ganó destreza en el trazo, dinero o diversión?
R.- Tuve la suerte de trabajar muchísimo y eso me dio la capacidad de dibujo, de psicología, de aprender a interpretar el retrato. Fue importante para mí, también a nivel económico, que me permitió seguir siendo libre.
P.- ¿Realismo o vanguardia?
R.- En el mundo de la pintura, como todo en la vida, vas acumulando una experiencia y vas evolucionando. Tenemos el caso histórico de Picasso, que era un gran pintor realista y, sin embargo, marca un antes y un después en la historia del arte. Yo no me marco ningún tipo de meta.
P.- En ese cambio, ¿podríamos identificar esos cántaros, esos pastores de sus primeras obras?
R.- No, hace tiempo que quedaron atrás. Es una etapa de lo cercano, de lo inmediato, que tienes cuando eres joven. Luego, la visión ya no pasa solamente por el entorno, está dentro de ti. Encuentras otro tipo de motivaciones que son mucho más profundas.
P.- ¿Es un pintor al que le falta química?
R.- Curioso. No tenía ningún interés en ser químico. Pero mi hermano era físico y me convenció de que hiciera algo de ciencias. Está claro que los pintores trabajamos con los materiales químicos. De hecho, una vez me envenené con blanco de plomo a través de unas heridas en la mano.
P.- Déjeme una pregunta para el próximo entrevistado.
R.- ¿Entiende la vida como un compromiso personal o como un colectivo social?