Virginia Barcones: «Es momento de certezas, no de inmovilismo»
El foro ‘Somos Castilla y León’ aborda el futuro de la comunidad marcado por el nuevo escenario socioeconómico
Cinco mujeres brillantes en sus ámbitos han participado en el primero de los foros ‘Somos Castilla y León, en su sexta edición organizada por el Mundo Castilla y León.
Bajo el título ‘Las oportunidades de una tierra dinámica’ han abordado la situación actual de la región la delegada del Gobierno, Virginia Barcones; la presidenta de la Diputación de Palencia y de la FRMP, Ángeles Armisén; la vicepresidenta de CEOE Castilla y León, Ángela de Miguel; la decana del Colegio de Arquitectos de Castilla y León este, Susana Moreno; y la viceconsejera de Acción Cultural de la Junta, Mar Sancho, en una mesa moderada por la redactora jefa de El Mundo de Castilla y León, Alicia Calvo..
La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, incidía en la importancia que tiene el Plan España, con los fondos europeos que han regado con 1.800 millones a la comunidad de los cuales 600 ya se han ejecutado por parte del Gobierno de España, y 1.200 debe gestionarlos el gobierno regional: «Hay que sacar las convocatorias y que el dinero llegue a las familias y a los trabajadores y esos proyectos que hemos pensado y soñado y esas capacidades para transformar el modelo productivo». A juicio de Barcones es «momento de certezas, no de inmovilismo, es una tierra rica de acuerdos de comunidad y son necesarios y tenemos que asentarnos en el Diálogo Social, seña de Castilla y León para que nuestra comunidad prospere».
Fondos que ayuden a combatir la pérdida de población en el medio rural, algo que abordaba la presidenta de la Federación Regional de Municipios y Provincias, Ángeles Armisén. «Hay que ser conscientes de que el municipalismo es un valor. Y fomentar y apostar a todos los sectores que puedan implantarse y generar en el territorio». Aludía Armisén a que 1.600 de los 2.248 municipios ya tienen menos de 500 habitantes, y requieren tres elementos clave: «Infraestructuras de servicios suficientes, tener accesibilidad y comunicar territorios, pero también personas».
Esa falta de oportunidad ahonda en la brecha de la despoblación. En un tono menos optimista, la decana del Colegio de Arquitectos de Castilla y León, Susana Moreno, citaba a un estudio que hacía una radiografía dura de la comunidad: «De 2020 a 2035 perderíamos 240.000 habitantes en Castilla y León sería la comunidad que más habitantes perdería». Es decir perdería el 10% de sus vecinos.
Una de las potencialidades, el sector agroalimentario, puede ayudar a frenar esa sangría poblacional, según defendía la vicepresidenta de CEOE Castilla y León, Ángela de Miguel: «En torno al 50% de las materias primas que hay en la comunidad se transforma fuera, es una gran oportunidad y un reto que esa producción agroganadera que genera ese valor añadido se produzca en Castilla y León»
El patrimonio cultural puede contribuir a trabajar «de una forma deslocalizada» siempre que se ponga «en valor el pasado con el futuro y a través de las nuevas tecnologías», según exponía Mar Sancho, viceconsejera de Acción Cultural. Un turismo que aporta el 10% del PIB de la región, y el patrimonio cultural el 5%.