Castilla y León lleva la prevención del suicidio a colegios e institutos con la figura de un enlace sanitario
Desde principios de año habrá un profesional de salud mental en cada área de salud que será de referencia para centros educativos, de mayores, de servicios sociales... con el objetivo de orientar y agilizar consultas
Con el suicidio convertido en una de las principales causas de muerte en Castilla y León y en España, la estrategia para prevenirlos y abordarlos llega hasta los centros educativos y de personas mayores de la Comunidad para favorecer la detección temprana del riesgo y poder abordarlo a tiempo.
La Consejería de Sanidad diseña una estrategia de prevención de la conducta suicida por la que se creará la figura de enlace sanitario en cada una de las áreas de salud que servirá de referente para colegios, institutos, residencias, servicios sociales... En definitiva, para agentes no sanitarios que participan en la estrategia como también son los cuerpos de seguridad, bomberos o protección civil.
El coordinador de esta estrategia y ex consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado , explica a este diario que el primer desafío y problema en estos casos es la «detección del riesgo».
Castilla y León
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Conscientes de ello, con esta nueva figura pretenden proporcionar respuestas y agilizar pasos. «Que cuando se planteé alguna sospecha, como algún caso de intento de suicidio o de conductas preocupantes haya un profesional de referencia al que, por ejemplo, los educadores o los trabajadores de una residencia puedan acudir directamente. Un profesional de salud mental que oriente, resuelva dudas y dé herramientas para actuar. Y si se necesita ofrezca una atención más rápida que por los cauces habituales», indica Sáez.
En la actualidad aún se están definiendo los perfiles que encarnarán esta nueva función aunque en todos los casos tendrá relación directa con la salud mental. Podrán ser psiquiatras, psicólogos, profesionales de enfermería ... y en algún área ya ha decidido desdoblarla para adultos y menores.
La previsión es que a principios de año esté en funcionamiento en todas las provincias y se hayan definido los protocolos apropiados. Se establecerán unas directrices de intervención conjunta entre el sistema sanitario y el educativo «tanto para la atención rápido y eficaz de aquellos niños y adolescentes que llevan a cabo un intento autolítico o autolesivo, para los allegados tras tentativas o suicidios consumados en el entorno educativo, con atención particular al entorno de la educación especial».
Esta es solo una de una batería de propuestas que conforman la estrategia y que se irán aplicando paulatinamente, aunque será en los primeros meses de 2023 cuando se espera que empiece a implantarse definitivamente con el objetivo de combatir y revertir las preocupantes cifras de suicidios.
Más de doscientas personas (228) se quitaron la vida en Castilla y León en el último ejercicio de los que el Instituto Nacional de Estadística dispone de datos publicados: 2020. Diez más que en 2019. Pero los datos más recientes, los que registra el servicio de emergencias 112, arrojan resultados alarmantes: l as llamadas por tentativas o suicidios consumados se desbocaron aumentando un 75% de enero a agosto de este año respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, tal y como ha publicado recientemente este diario.
Explica el coordinador de esta estrategia que una de las características que la distingue es «el peso importante que adquiere la actuación en Educación y Servicios Sociales ya que no se limita únicamente al ámbito sanitario».
Prevenir el riesgo del entorno, la 'posvención'
Otro de los pilares en los que se sustenta este plan es el de la «posvención». La actuación de prevención del suicidio en el entorno de las personas que se han quitado la vida porque, explica Sáez, «cuando alguien se suicida afecta mucho a familiares y amigos directos y hay que estar alerta porque el suicidio de una persona cercana eleva el riesgo para quien lo sufre». El fin es que en cada caso desde Atención Primaria se tenga en cuenta y estén alerta, también en el ámbito educativo.
Autopsias psicológicas
Se trata de investigar «en los casos de especial interés» las condiciones que rodearon el suicidio y facilitar «la consulta recíproca de la información clínica y forense de los casos consumados». «Indagar sobre la situación del paciente, el estilo de vida que llevaba, la situación familiar, los problemas médicos... Conseguir información después de la muerte para analizar factores como la soledad, los problemas psiquiátricos, el consumo de drogas o alcohol, los problemas económicos graves y sobrevenidos... Hacer una retrospectiva acumulando datos para analizar mejor esos factores de riesgo». Aunque la información recabada es útil, desde Sanidad reconocen que «es difícil de realizar porque conlleva entrevistar a sus familiares y no siempre es posible».
Investigación post-incidente
Esto consiste en indagar sobre la atención sanitaria que ha tenido la persona en el tiempo más cercano a que se haya producido la muerte. «Revisar lo que hemos hecho cuando ese caso ha tenido contacto con la sanidad», expone Sáez. El objetivo es «evaluar la actuación de los servicios de atención y proponer medidas de mejora a todos los recursos implicados».
Registro de suicidios
Sanidad creará un registro de suicidios en Castilla y León que contenga información relevante de los fallecimientos por esta causa, «que no está disponible en la actualidad, como la localización, medios utilizados, profesión, etc.» El registro se creará a partir de la información que los forenses recogerán de forma sistemática en este tipo de fallecimientos, según recoge la memoria de la estrategia que incluye la guía de prevención presentada hace unos días por el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez.
Priorizar la investigación
Otra medida de esta estrategia consiste en incorporar la prevención del suicidio como una de las líneas prioritarias en las ayudas a la investigación desde la instituciones públicas. Priorizar la investigación en conocimiento epidemiológico del suicidio de Castilla y León, la evaluación de las intervenciones en los distintos niveles asistenciales, monitorizar las nuevas evidencias sobre la efectividad del tratamiento psicoterapéutico y farmacológico y la evaluación de la evidencia y efectividad de intervenciones de prevención después de una tentativa.
Evaluar el riesgo en víctimas de abuso o maltrato
Sanidad propone «evaluar específicamente el riesgo suicida en todos los casos de menores que han sufrido abuso sexual o maltrato físico».
Coordinación con el Ministerio para actuar en las prisiones
Se establecerán vías de coordinación con el plan de prevención del suicidio puesto en marcha por el Ministerio del Interior para contribuir a la prevención del suicidio en los centros penitenciarios de Castilla y León.
Seguimiento y vigilancia en los pacientes afectados por Covid
El coronavirus ha hecho estragos en la sociedad y sigue presente en ella. Deja secuelas que aún no están lo suficientemente estudiadas. Por ello, Sanidad establecerá criterios para identificar «el riesgo suicida e intervención específica en los programas de seguimiento y atención a los pacientes afectados por Covid-19, así como por otras enfermedades que puedan causar impacto emocional por sus características, falta de tratamiento o estigma».
Promover las asociaciones de supervivientes
Otra de las medidas que incluye la estrategia autonómica en este ámbito consiste en promover la creación de asociaciones de supervivientes y también impulsar las actividades de las asociaciones de familiares y personas con problemas de salud mental, así como de allegados de quienes se han suicidado o han tenido tentativas.