Salamanca estrena el nuevo modelo residencial de mayores con un centro vanguardista
La nueva residencia de Sahagún supone la creación de cerca de 200 plazas para personas mayores dependientes después de una inversión superior a los 20 millones de euros procedentes de fondos europeos
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, avanzó este miércoles que las obras de la nueva residencia de mayores San Juan de Sahagún de Salamanca estarán finalizadas durante el presente mes de septiembre. La infraestructura, que supone la creación de cerca de 200 plazas para personas mayores dependientes, cuenta con una inversión superior a los 20 millones de euros procedentes de fondos europeos. Estrenará el nuevo modelo residencial de mayares con un centro vanguardista.
El mandatario autonómico visitó los trabajos a primera hora de este miércoles acompañado por la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias y el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo. El espacio permitirá a Salamanca contar con un moderno centro multiservicio de cuidados de larga duración para personas mayores dependientes que funcionará en su totalidad en unidades de convivencia, adaptado plenamente al nuevo modelo de atención residencial “centrado en la persona” que impulsa la Junta de Castilla y León.
Ofrecer una atención residencial “de calidad” a las personas mayores o dependientes que viven en una residencia es una “prioridad” para el Gobierno autonómico, motivo por el que, durante los últimos años, y muy especialmente a raíz de la pandemia, desde la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, se está impulsando un nuevo modelo de atención residencial “centrada en la persona”, basado en unidades de convivencia que permiten la creación de entornos “íntimos y acogedores”, “lo más parecidos a un hogar”, que “evitan la masificación” y permiten una “atención integral personalizada” según sus necesidades y preferencias, de manera que el centro residencial sea “una continuidad del hogar y de la vida cotidiana de las personas”.
Las obras
Según recordó la Junta mediante un comunicado remitido a Ical, las obras comenzaron a principios de 2020 y, “a pesar de la pandemia y del difícil contexto actual”, tanto a nivel nacional como internacional, marcado por la crisis económica y los problemas de suministro de material, se ha logrado acortar los tiempos de ejecución previstos en un principio en 40 meses, hasta mayo de 2023, y terminar este mes de septiembre, adelantando así ocho meses el fin de obra.
Su puesta en marcha está prevista “durante los primeros meses de 2023”, teniendo en cuenta los trámites administrativos preceptivos para su funcionamiento como legalización de las instalaciones, recepción de la obra o licencia de primera ocupación. Desde el fin de la obra, hasta ese momento se llevará a cabo el equipamiento del centro, que incluye la cocina y la lavandería, mobiliario y productos de apoyo con modernas ayudas técnicas.
La nueva residencia supondrá la creación de cerca de 200 plazas para personas mayores dependientes de las que 170 serán en la unidad residencial distribuidas en 12 unidades de convivencia y 16 plazas de estancias diurnas en el nuevo centro de día que funcionará también en una unidad de convivencia. Además, tendrá plazas de convalecencia sociosanitaria.
El nuevo centro contará con los 91 trabajadores que actualmente prestan servicios en la residencia San Juan de Sahagún y, además, su puesta en marcha conllevará un importante incremento de personal, en torno a un 70%, principalmente en la categoría de atención directa. Tanto la gestión del centro como la plantilla de personal tendrá carácter público, es decir, será gestionado directamente por la Gerencia de Servicios Sociales y la plantilla de personal estará formada por empleados públicos.
Sostenibilidad
La nueva residencia de Salamanca es un centro “sostenible y de alta eficiencia energética” basado en la reducción de la demanda, el empleo de renovables y el uso de equipos adecuados. Posee una calificación energética tipo A que corresponde a los edificios energéticamente más eficientes ya que para lograr la mayor eficiencia se ha elegido la mejor orientación de las diferentes dependencias, especialmente de las habitaciones de la residencia, y se utilizarán energías renovables. El centro cuenta con una caldera de biomasa y cerca de 100 paneles solares fotovoltaicos.
En la construcción del nuevo centro se han tenido en cuenta criterios de economía circular que tienen por objeto reducir tanto el consumo de materiales y energía como la producción de residuos, cerrando los ciclos o flujos económicos y ecológicos de los recursos.
Además, la nueva residencia de Salamanca contará con “los más modernos sistemas de innovación tecnológica”, que suponen una “mejora de la calidad y de la gestión del servicio que se presta a las personas mayores y facilitan la labor de los profesionales del centro”. Especialmente “relevantes”, según la Junta, son la implantación de estaciones de Telemedicina Avanzada, que proporcionarán una medición de parámetros y constantes vitales de los residentes en el control rutinario, así como de otros parámetros y pruebas diagnósticas, almacenando los datos resultantes en un sistema de información centralizado de la Gerencia de Servicios Sociales, y el Sistema de Atención y Comunicación residente-personal sanitario que agilizará la comunicación de estos a través de distintos dispositivos de aviso o llamada que se instalan en la habitación al alcance de la persona mayor, facilitando así el trabajo del personal del centro y aportando seguridad al residente.
Distribución
El nuevo centro se ha construido en una parcela de 13.000 metros cuadrados y se organiza en una planta baja con un gran vestíbulo que sirve de espacio de comunicación entre los distintos recintos y espacios comunes, incluyendo salas de estar, cafetería, salas de visitas, fisioterapia, terapia ocupacional, comedor y peluquería. En la planta baja también se ubican las zonas de servicios, como administración, cocina y lavandería, y el centro de día.
Por otra parte, la zona residencial se distribuye en tres plantas, cada una con cuatro unidades de convivencia que tienen capacidad para entre 13 y 16 personas y están dotadas con dormitorios dobles e individuales, con baño propio y con espacios y servicios comunes. A todo ello se suma un sótano para instalaciones.
Se trata de un centro abierto al exterior, en el que está muy presente la vegetación, como demuestra el hecho de que la cubierta de la planta baja sea ajardinada, con acceso desde los espacios comunes de la planta primera y con plantas tapizantes que constituyen un tapiz vegetal, continuación de las zonas ajardinadas exteriores. Tres patios abiertos en la zona de las habitaciones de los residentes son los que comunican el centro con el exterior. Cuenta también con un espacio destinado a aparcamiento, separado del edificio por puertas automáticas y control de acceso, donde se han instalado puntos de recarga para vehículos eléctricos.