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Los incendios ya han arrasado este año tantas hectáreas como los cinco anteriores en Castilla y León

Medio Ambiente contabiliza casi 83.000, la mayor extensión quemada en incendios forestales desde hace 37 años en Castilla y León / La Comunidad acapara el 36% del total del suelo calcinado en España

incendios en la Sierra de la Culebra, en Zamora.- E. PRESS

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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La mayor ola de incendios forestales en 37 años y tanta superficie quemada como la suma de los cinco anteriores. Tal es la dimensión de los fuegos que asolan Castilla y León este verano y que han consumido ya nada menos que 82.724,96 hectáreas, según la contabilidad aún provisional de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio. Significa que la Comunidad acapara, en lo que va de año, el 36% del total de suelo calcinado en España. Una superficie que el satélite Copérnicus, del Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales (EFFIS) cifraba ayer en 229.193 hectáreas con fecha de valor de 30 de julio.

Todo iba más o menos bien hasta el pasado 15 de junio, cuando se declaró el primero de los diez grandes fuegos de los últimos dos meses. Ardía la Sierra de la Culebra, en el término municipal del municipio zamorano de Serracín de Aliste. Faltaban 15 días para activar el operativo especial de incendios y la Administración autonómica se resistió a activarlo hasta unos pocos días antes del 1 de julio.

El resultado, casi 25.000 hectáreas arrasadas. Las críticas a la Consejería de Medio Ambiente arreciaron pero un mes después, el 17 de julio, con todo el operativo activo y en guardia, se produjo el mayor siniestro ocurrido en la historia de la Comunidad autónoma de esas características: nada menos que 31.473 hectáreas consumidas en los alrededores de la localidad de Losacio , también en Zamora. Es el segundo mayor incendio forestal de la historia de España, solo por detrás del ocurrido en Riotinto (Huelva) en 2004, que afectó a 34.291 hectáreas.

El consejero del área, Juan Carlos Suárez-Quiñones , defiende que las especiales condiciones meteorológicas, con temperaturas extremadamente altas, ausencia de lluvias y fuertes vientos hicieron imposible apagar esos dos grandes incendios forestales, por mucho operativo que se hubiera activado: «Solo cuando se produjo una oportunidad por cambio de dirección del viento, u otras similares, se pudo acometer el control de las llamas».

Sea cambio climático o sean «anomalías climatológicas», como se han empeñado en decir estos días algunos miembros del Ejecutivo autonómico, lo cierto es que hay que remontarse a 1985, hace 37 años, para encontrar más superficie quemada que en el ejercicio en curso.Ese año, récord del último medio siglo, ardieron 105.726,3 hectáreas, 23.000 más que de enero a julio de 2022. El segundo de la tabla, único junto a 1985 con más superficie de monte quemada que este ejercicio, es 1978, con 104.634,9 hectáreas, hace 44 años.

Así, la casuística da para todos los gustos, tanto para los que apuestan por la teoría dominante sobre el cambio climático como para los que lo niegan, ya que existen precedentes históricos que constatan el mismo fenómeno hace 37 y 44 años. Eso sí, si se vuelve la vista solo hasta el inicio del siglo XXI, este año es el más demoledor de todos. Aparte del segundo peor del siglo, el año 2000, con 66.610 hectáreas calcinadas, 2022 contabiliza casi el doble de superficie quemada que los dos siguientes de la tabla, 2005, con 46.406 y 2012, con 43.557. Más del doble que el sequísimo 2017, con 39.599 o 2003, con 32.800 hectáreas.

Todo iba más o menos bien, decíamos, hasta ese pasado 15 de junio. ‘Solo’ eran 5.552,96 hectáreas las que habían ardido en las nueve provincias de Castilla y León –ya era suficiente, ejercicios como el 2014, 2018 o 2020 habían cerrado con menos suelo en negro–. Antes del inicio de las 10 grandes catástrofes ese número total de hectáreas se dividía en 494,74 de monte arbolado, 4.640 de matorral y monte bajo y 416,22 de pastos.

Pero llegó el siniestro de la Sierra de la Culebra y multiplicó la superficie perdida por seis. Llegaron los otros nueve y la multiplicaron por 15. Y aún queda todo el mes de agosto, con una de las peores previsiones de los últimos años en cuanto a peligro de incendios. Si en este inicio de semana el termómetro ha rozado los 40 grados, en la próxima semana no hay previsión de lluvia y las temperaturas permanecerán por encima de los 35 grados.

En el conjunto nacional las previsiones tampoco son halagüeñas. Esas 229.193 hectáreas quemadas de las que hablaba ayer el satélite Copérnicus con fecha de referencia del pasado sábado, en un total de 336 grandes incendios forestales, de seguro no serán las únicas pasto de las llamas en 2022. 

En el total de España sí que supone la mayor extensión calcinada del siglo , más incluso que la registrada en el año 2012, que cerró con otra astronómica cifra de 189.000 hectáreas quemadas en las 17 comunidades autónomas, con 255 grandes incendios. Le siguió en gravedad el año 2017, con 130.925 hectáreas quemadas en 317 grandes fuegos. Nada que ver con el año 2008, el más benigno de la serie con ‘solo’ 10.073 hectáreas perdidas en 37 grandes siniestros.

Volviendo a la comparación de los datos autonómicos, las 229.193 hectáreas calcinadas hasta ahora suponen 198.746 más que la media de los últimos 15 años a 30 de julio, fijada en 30.447 hectáreas. Y es más: suponen 100.863 más que el dato máximo contabilizado en ese periodo de 15 años y en la misma fecha (118.330 hectáreas). 

Así las cosas, los dos incendios que afectan a Losacio y la cercana localidad de Losacino, en Zamora, eran los únicos de la Comunidad que permanecían activos ayer, según el parte de la Consejería de Medio Ambiente. Se trata de los declarados los pasados 17 y 24 de julio, respectivamente, y que continúan en el nivel 1 del Infocal.

Los demás pequeños incendios de los últimos días se han dado por controlados. Se trata del declarado en la tarde del lunes en la localidad burgalesa de Medina de Pomar, que se dio por controlado a las 20,36 horas; los de Cebreros y Collado del Mirón (Ávila); Quintanilla del Coco, Espinosa del Camino y Orón (Burgos); Montes de Valdueza, Paradaseca, Otero de Naraguantes y La Uña (León); el de Villorquite de Herrera (Palencia); los de Monsagro y Candelario (Salamanca); Navafría (Segovia); y Sarracín de Aliste y Figueruela de Abajo (Zamora).

Son parte de una larguísima lista de 257 incendios forestales en lo que va de año –sin contar 564 conatos menores de una hectárea–, de los que la mayoría no rebasaron las 5 hectáreas (166 de ellos), otros 81 las superaron y los 10 restantes se convirtieron en bestias que consumieron, cada uno, cientos de millones de metros cuadrados. Son los siguientes:

SIERRA DE LA CULEBRA

En el término municipal de Serracín de Aliste (Riofrío de Aliste, Zamora), el incendio iniciado el 15 de junio ha supuesto una superficie quemada perimetrada provisionalmente de 24.737 hectáreas. Otro incendio iniciado el mismo día en la Sierra de la Culebra fue el de Ferreras de Abajo, con una perimetración provisional de 489 hectáreas.

MONSAGRO

El incendio de Monsagro (Salamanca), iniciado el 11 de julio, aún en proceso de perimetración, se estima provisionalmente en una superficie quemada de 8.622 hectáreas.

CANDELARIO

El fuego del término municipal de Candelario, en la provincia de Salamanca, se inició el 11 de julio. La Consejería de Medio Ambiente estima de forma provisional una superficie afectada de 800 hectáreas.

NAVAFRÍA

En el término segoviano de Navafría se inició uno de los últimos 10 grandes incendios el 15 de julio. Se contabiliza, también de forma provisional, una superficie afectada de 893 hectáreas.

LOSACIO

El más grave de los incendios forestales ocurrido hasta el momento en Castilla y León se inició en los alrededores de la localidad zamorana de Losacio el 17 de julio. Aunque sigue en proceso de perimetración, el satélite europeo Copérnicus ha estimado una superficie provisional afectada de 31.473 hectáreas.

MONTES DE VALDUEZA

En la pedanía ponferradina de Montes de Valdueza, en la comarca leonesa de El Bierzo, se inició un incendio el 18 de julio. La superficie estimada por ahora es de 1.406 hectáreas.

CEBREROS

El incendio de Cebreros-Hoyo de Pinares (Ávila), iniciado el 16 de julio, también está en fase de perimetración y se estima provisionalmente una superficie afectada de 4.262 hectáreas.

SAN JUAN DE LA NAVA

El fuego de San Juan de la Nava (Ávila), iniciado el pasado 24 de julio, afectó a una extensión de monte que se estima provisionalmente en una superficie total de 450 hectáreas.

QUINTANILLA DEL COCO

El gran incendio de la localidad burgalesa de Quintanilla del Coco, en la comarca de Arlanza, se inició el 24 de julio y afectó, según la estimación provisional de la Consejería de Medio Ambiente, a una superficie total de 2.540 hectáreas.

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LOSACINO

El último de los grandes incendios de julio se inició también el día 24 en la localidad zamorana de Vegalatrave y siguió en Losacino. Aunque está en fase de perimetración, como la mayoría de los producidos durante el mes, la Administración autonómica estima provisionalmente una superficie afectada de 1.500 hectáreas.