Lechero Fett, el youtuber burgalés que enseña historia da el salto a TikTok
Con más de 400.000 suscriptores en ‘A toda leche’, su apuesta por la actualidad desde un canal paralelo a raíz de la guerra en Ucrania le ha permitido afianzar su presencia en otras plataformas
Su peculiar estilo, tanto estético como comunicativo, es de todo menos impostado. Salta a la legua que Lechero Fett se divierte, que sarna con gusto no pica aunque detrás de cada vídeo -de la mayoría, al menos- haya horas, e incluso días, de trabajo previo. Creador de contenidos, propios y con afán divulgativo, este youtuber burgalés ha dado el salto a otras plataformas como Twich y Tik-Tok mientras diversificaba su material. De su nave nodriza, A toda leche (más de 400.000 suscriptores), emergió un canal paralelo apegado a la actualidad bajo el título Noticias Ilustradas . Lo hacía en paralelo a la guerra entre Rusia y Ucrania, gustó de inmediato en su comunidad y ya acumula 127.000 fieles seguidores .
«Orgulloso de ser un Lecherista ilustrado», comentaba un usuario en el vídeo de presentación, donde Lechero pregunta abiertamente si estamos cansados de que «las noticias estén mal explicadas y sean un rollo». La idea, cocida a fuego lento durante las pasadas navidades, surgió a raíz de un primer guion al más puro estilo «El Mundo Today». Sin embargo, cambió el enfoque al descubrir, ya en fase de montaje, que «no hacía gracia y no aportaba nada». Fue entonces cuando decidió «escribir noticias a mi estilo en vez de magufadas». Y acertó de pleno, ya que el trabajo dio sus frutos a las primeras de cambio.
Lo del Noticias Ilustradas, así como la conquista de otras plataformas, sirvió para contrarrestar un «shadowban muy bestia» por parte de Youtube. Es decir, un bloqueo de contenido en la citada red social o, mejor dicho, «censura en toda regla». Cuando esto ocurre, «tu canal poco a poco va muriendo» porque la visibilidad brilla por su ausencia. ¿Por qué se aplicó esta política tan restrictiva sobre A toda leche? Tal y como explica Lechero, porque aborda temas a priori controvertidos como las drogas o la Segunda Guerra Mundial. Y no han sido una, sino varias, las ocasiones en las que sus vídeos son desmonetizados por este motivo.
Con su segundo canal viento en popa a toda vela, TikTok llamaba a sus puertas irremediablemente. Por cuestión de formato, sus vídeos de corta duración arrasaron en esta plataforma, hasta el punto de sumar 300.000 suscriptores en apenas un mes y alcanzar los 11 millones de visualizaciones en uno de sus Noticias Ilustradas. No en vano, también ha sufrido una «censura a nivel estratosférico» por los temas a tratar pese a la imparcialidad que le caracteriza. Por otro lado, recuerda que hace medio año otro usuario de esta red social le robó uno de sus vídeos, lo resubió tras eliminar la marca de agua y «no le banearon». Como es lógico, el youtuber reclamó su autoría pero a día de hoy no ha recibido respuesta.
También era cuestión de tiempo que Lechero se trasladase a Twitch , donde las emisiones en vivo son el pan de cada día . Empezó con «directos de gaming, hablando con la gente y recogiendo basura por la calle o en la playa». Lo malo, advierte, es que el «monopolio de los directos» ha derivado en una considerable reducción de las ganancias que obtienen los creadores de contenido. Así las cosas, no queda más remedio que «meter un montón de horas» para que el trabajo sea rentable.
Visto lo visto, da la impresión de que «está explotando la burbuja de Twitch». El proceso, a juicio de Lechero, se inició a raíz del «bum» de la pandemia. Desde entonces, lo que prima es el «contenido rápido y sencillo» . El clásico usar y tirar que se impone sobre los canales divulgativos con base documental y horas de investigación previas. Triste pero cierto, el youtuber observa que «la gente no quiere pensar y prefiere consumir contenido basura».
Ante este panorama, el creador de A toda Leche que tanto ha ayudado a los alumnos de Segundo de Bachillerato a sacarse la EBAU prefiere mantener su esencia en lugar de dejarse llevar por la corriente. Eso sí, reinventándose a través de múltiples vías como los reportajes a pie de calle. Ni corto ni perezoso, lleva un tiempo poniendo a prueba los conocimientos de jóvenes universitarios sobre diversos países o la guerra en Ucrania. Sin buscar el aplauso fácil de su público ni humillar a los interpelados, lo único que pretende es generar inquietud y animar a cualquiera a ponerse al día sobre temas que desconoce.
A tenor de las cifras que maneja en cada una de las plataformas en las que está presente, cualquiera pensaría que Lechero está montando en el dólar. Nada más lejos de la realidad, aunque lo cierto es que ha logrado, no sin esfuerzo, vivir de su trabajo . ¿Logrará hacerse millonario? «En esta vida no va a ser, a lo mejor en la siguiente partida», bromea mientras agradece el «apoyo» de sus seguidores, especialmente de aquellos que le financian, en calidad de micromecenas, a través de Patreon.
De cara al próximo curso, con un especial sobre la Segunda Guerra Mundial en ciernes, el youtuber burgalés se ha tomado un respiro con los directos. Entretanto, ha puesto a la venta unas cuantas unidades de su mítico gorro e incluso camisetas lecheristas. Al mismo tiempo, no pierde de vista su faceta como monologuista, que le encantaría «retomar» en cuanto le dé la vida. A corto o medio plazo, tampoco descarta lanzar un cómic, junto a la ilustradora Patricia Benedicto, sobre «curiosidades o historia».