SANTIAGO APARICIO | Presidente de CEOE Castilla y León
«Hay que explicar a Vox qué es y qué beneficios tiene el diálogo social»
Acaba de ser reelegido como presidente de CEOE Castilla y León y Santiago Aparicio busca mantener la paz social en la organización empresarial. Al soriano le suena bien la música del discurso de investidura de Alfonso Fernández Mañueco, pero pide que los empresarios puedan ayudar a poner letra a esa melodía. Frente las intenciones de Vox al entrar en el Ejecutivo respecto a recortes para organizaciones empresariales y sindicatos, apuesta por hacer «pedagogía» y explicar las ventajas del diálogo social a una organización política que, como «partido nuevo», las desconoce.
PREGUNTA.- Recién reelegido presidente de los empresarios en Castilla y León, y poco antes de los de Soria. ¿No teme eternizarse en el cargo?
RESPUESTA.- No. En los cargos está quien quiere estar y con el respaldo de la gente que tiene que respaldarte. En FOES, en esta legislatura dije de dejarlo pero el comité ejecutivo dijo que no, que tenía que acabar una serie de trabajos que teníamos pendientes y que tenía todo el apoyo. Y en Cecale pues prácticamente lo mismo. Anuncié que había elecciones en marzo o abril, porque se cumplían los cuatro años y los mismos de la junta me dijeron que tenía todo el apoyo y que siguiera adelante. En ese sentido, yo agradezco ese apoyo tanto de una organización como de otra. Si alguien quiere que sigas es por algo.
P.- ¿Qué propone para esta nueva etapa?
R.- En Cecale hemos pasado una serie de fases muy complejas y llevamos cuatro años ya de una paz a nivel interno importante. Creo que eso hay que mantenerlo por encima de todo. Antes de llegar a cualquier enfrentamiento, lo que hay que tratar es de no levantarse de la mesa, de seguir negociando, seguir hablando para llegar a consensos. Y eso lo que realmente se va a hacer a futuro en Cecale. Luego hay muchas cosas que hacer todavía. En Cecale estamos ahora mismo creando todas las comisiones a imagen y semejanza de CEOE y realmente creo que están dando un resultado fantástico.
P.- En una economía global, en tiempos de guerra, en medio de una pandemia, con crisis políticas… ¿en qué situación están las empresas de Castilla y León?
R.- Las empresas de Castilla y León están como las del resto de España, en un situación de una enorme preocupación porque no salimos de una y estamos metidos en otra circunstancia y cada vez quizá más grave. Estábamos en 2019 con alrededor de un 30% de pequeñas y medianas empresas que todavía estaban compensando las pérdidas del año 2008 o 2009 y de repente nos vemos con una pandemia que paralizó la economía a nivel mundial. Las empresas empezaron a encontrar una situación muy complicada, muy difícil, inédita, que nunca había existido, y se vieron abocadas muchas de ellas a una situación de cierre, otras a una situación de supervivencia, con Ertes. Esa situación ha ido poco a poco ralentizándose, aunque todavía la situación del covid no ha terminado….
P.- Y llega la guerra…
R.- Y antes de la guerra llegan la subida de la energía, del gas, del petróleo, de las materias primas, la subida del transporte, la subida de prácticamente de todos los productos y de todos los servicios que realmente mueven el mundo. En ese sentido nos vemos a final de año con una inflación del 6,5% y ahora en marzo estamos con una inflación del 9,8%. Eso hace que la situación sea muy complicada y hay una enorme preocupación sobre cuándo va a acabar esto. Pensábamos que era una situación coyuntural pero se está volviendo casi estructural y eso nos preocupa enormemente. Tenemos que ser conscientes de que, aunque no nos gusta a ninguno, hay que tener medidas de contención, y todos lo costes que podamos tener a la baja o mantenerlos, hay que mantenerlos o incluso bajarlos. Si entramos en esa espiral inflacionista va a pasar como en los años ochenta cuando si la inflación era el diez se subía el 10 más dos o el 10 más 3 para que no se perdiera poder adquisitivo. Creo que eso hay que corregirlo y hay que aprender de las situaciones malas vividas y que nos llevaron durante muchos años a estar en una situación compleja y muy delicada.
Castilla y León
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redaccion
P.- ¿Cuándo se habla de pacto de rentas se habla de salarios y de pequeños empresarios, porque en las grandes empresas, como las energéticas, no parece que vayan con ellas esas cosas y no reducen beneficios?
R.- Las empresas están para ganar dinero, y lógicamente ellos ganan lo que realmente ganan y reparten dividendos, lo que creen que deben repartir. Tratar de corregirlo de alguna manera por parte del Estado es de un intervencionismo que no es lógico en una economía de mercado. Es lo que realmente nos preocupa mucho, que seamos la diana de las políticas intervencionistas del Estado cuando tenemos que ser el espejo del trabajo bien hecho, del esfuerzo y eso es lo se debe quedar de lo que hacen los empresarios, no ser la diana del intervencionismo de las políticas del gobierno.
P.- Pero solo habla de contener costes, de salarios…
R.- Sí, pero vamos a ver, el pacto de rentas nosotros creemos que lo tenemos que hablar con los sindicatos, no tiene que intervenir el gobierno para nada. Tenemos que hablar con los sindicatos y se está hablando. La última propuesta no la admitieron, pero era bastante razonable por parte de CEOE, en la cual en tres años se subía un 8%. Era un 3,5 este año 2022, un 2,5 en el 2023 y un 2% en el 2024 y luego ya cada convenio colectivo irá con arreglo a la situación en la que esté el sector. Son las partes las que tienen que regularse y las que tienen que ponerse de acuerdo. Ese pacto de rentas del Gobierno nunca lo hemos visto y creo que se tiene que dejar tanto a empresarios como a trabajadores que lleguemos a los acuerdos pertinentes para paliar la situación.
P.- ¿La coyuntura actual ha pillado a contrapié a Castilla y León por su proceso electoral?
R.- Desde luego no ha ayudado, porque estar más de cien días con un gobierno en funciones que no puede tomar una serie de medidas que son importantes pues eso sí que ha perjudicado. Entendemos que un pacto de gobierno es complejo y complicado, sobre todo cuando hay dos partidos con intereses en algunos campos muy diversos. No es una tarea de una semana, pero creo que aquí se ha alargado más de lo normal. Es la primera vez que Vox entra en un gobierno y ha puesto encima de la mesa su paquete de medidas y hay que negociar y en ese sentido creo que sí que ha perjudicado al devenir de la economía y de la sociedad en Castilla y León.
P.- ¿Qué le parece que la Junta de Castilla y León sea el «piso piloto» de Santiago Abascal para enseñar a los españoles?
R.- Yo lo que veo es lo que han decidido los ciudadanos de Castilla y León con sus votos el 13 de febrero. Tenemos que ser muy respetuosos con lo que los ciudadanos piensan.
P.- Vox propone reducir las aportaciones de la Junta a los sindicatos y a las organizaciones empresariales, ¿qué le parece? ¿Cree que lo harán?
R.- Eso está dentro del desconocimiento de algunos partidos que son nuevos de cómo funcionan las organizaciones empresariales y los sindicatos. El artículo 7 de la Constitución nos da la legitimidad y la representatividad de los empresarios y de los trabajadores. La representatividad de los empresarios la tiene CEOE y todas sus organizaciones miembros, y la representación de los sindicatos la tienen UGT y CCOO. Aquí hay que hacer pedagogía, hay que explicar lo que es el diálogo social, lo que ha supuesto el diálogo social para Castilla y León, para sus ciudadanos y para sus empresas y sus trabajadores en los más de 105 acuerdos que se han firmado, que han sido muy buenos para la ciudadanía y realmente explicarlo y hacerles ver cuál es el objetivo final del diálogo social. Está claro que todo es cambiable pero dentro de un marco y dentro de un acuerdo. En ese sentido, lo que vamos a tratar de hacer es hacerles ver y explicar cuál es nuestro trabajo. Nosotros estamos desarrollando un trabajo como cualquier institución o como cualquier persona. Y eso es lo que hay que hacer ver, porque creo que ellos en su trabajo cobran y nosotros en nuestro trabajo cobramos. Eso creo que es lo lógico.
P.- ¿Pero necesita explicación…?
R.- No, es que no se conoce, es lo que he comentado antes.
P.- … porque el diálogo social se convirtió en seña de identidad de Castilla y León, mostrada con orgullo por gobierno y oposición…
R.- El diálogo social es la mejor herramienta que se ha podido dar Castilla y León y eso se ha demostrado en estos últimos años. Yo creo que, al que no lo conoce, hay que explicárselo, cómo funciona, qué es y qué beneficios tiene. Eso es lo que vamos a hacer. Desde el primer día nos vamos a sentar y nos vamos a reunir, porque es nuestra responsabilidad.
P.- ¿Cómo ve el reparto de poder en la Junta con las consejerías?
R.- Eso un pacto de gobierno, nosotros ahí no entramos. Nosotros entraremos a juzgar pasado ya un tiempo, que se vea el trabajo que se ha hecho.
P.- Antes de juzgar es el momento de las peticiones a este gobierno todavía en fase de formación. ¿Qué pide como representante de los empresarios de Castilla y León?
R.- En primer lugar lo que él [Alfonso Fernández Mañueco] anunció, una bajada de impuestos. Es importante la bajada de impuestos en el ámbito rural y la bajada del primer tramo del IRPF, pero creo que falta una suspensión del Impuesto de Patrimonio. Es un impuesto totalmente regresivo que penaliza doblemente a todo el patrimonio que tiene una persona, porque ya se cotiza en renta. En Europa, España es el único país que lo tiene y hay alguna Comunidad Autónoma que no lo tiene y creemos que eso supone mucho para los ciudadanos de Castilla y León y para las empresas y para los empresarios, porque ese dinero bien se podría emplear en inversiones y esas inversiones en la creación de empleo. Pero bueno, nosotros hemos dicho que estamos de acuerdo prácticamente con lo que el presidente dijo en su discurso de investidura. Lo dijimos, la música suena bien. Ahora hay que poner la letra y creo que para poner la letra en muchos acuerdos económicos tenemos que estar los empresarios y se tiene que contar con nosotros para que la letra la podamos hacer con arreglo a la música que ha dictado el gobierno de Castilla y León. Hay que seleccionar las prioridades dentro del gobierno en materia económica, porque creo honestamente que no se puede llegar a desarrollar todo lo que dijo el presidente de la Junta. Hay que tener unas prioridades y el presupuesto suficiente como para poderlas empezar a trabajar. Ahora mismo no hay presupuesto en Castilla y León, no sé si al final se aprobará un presupuesto este año o se prorrogará, pero eso en principio va a ayudar muy poco a todas las propuestas que se hicieron por parte del presidente Mañueco. En ese sentido, siempre se lo hemos dicho, para colaborar, para trabajar y por eso creemos que debemos ser parte importante a la hora de desarrollar la letra de esa música.
P.- El empresariado, sobre todo el de Soria, pero también el de Castilla y León en su conjunto, recibió en abril de 2021 con ilusión la posibilidad de fiscalidad diferenciada para luchar contra la despoblación ¿qué sabe usted de ella?
R.- La fiscalidad diferenciada tiene la potestad para poderla tener la Comisión Europea. Es la que dice si aprueba o no una fiscalidad diferenciada para alguna de las regiones. La aprobó para Soria, Cuenca y Teruel por ser provincias que tienen menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, y se lo dijo al Gobierno de España, que si veía bien eso, y el Gobierno dijo que sí, que estaba de acuerdo con esa fiscalidad diferenciada, con esas ayudas de funcionamiento, pero el Gobierno de España no las ha implementado y llevamos un año desde que eso se aprobó por la Comisión Europea y el Gobierno no ha dicho ni palabra.
P.- ¿Pero por qué no se mueve nada si el gobierno había dicho que sí?
R.- Pues es lo que nos sabemos y estamos pidiendo explicaciones y aquí nadie da explicaciones y nadie dice nada. Nosotros vamos a seguir trabajando y vamos a seguir siendo un incordio para el Gobierno para que eso se implemente cuanto antes.
P.- Puede estar detrás el temor a protestas de otras provincias o regiones.
R.- Podrán decir, pero es totalmente legal. Lo que no era legal y se lo cargó la Comisión Europea eran las vacaciones fiscales vascas. Eso sí que era competencia desleal, pero esto no, porque está aprobado por la propia Comisión. Otra cosa es que políticamente piensen que tal, pero oiga, no lo acepte usted. Si usted ha aceptado que esas ayudas de funcionamiento son buenas, y usted le ha dicho a la Comisión Europea que sí, que las apruebe y nos las mande a España, que las aceptamos, coño, luego no diga que no.
P.- ¿Los desequilibrios territoriales en Castilla y León son insuperables?
R.- Este es uno de los temas que comenté después del discurso de Mañueco. Si se quiere luchar contra la despoblación y revertir esa situación de despoblación tan importante, solo ha habido un modelo en todo el mundo, solo. Lo demás son todo palabras, propuestas, que se las lleva el viento, propuestas cortoplacistas que no nos llevan a ningún sitio. Ya se lo dijo Soria Ya y nosotros lo hemos dicho en muchas ocasiones, que el único modelo que ha habido que ha revertido la despoblación es el modelo de las Highlands [Escocia]. Es un modelo a muy largo plazo en el cual se creó una oficina de representación en el que está la sociedad civil representada, que era la que proponía los proyectos al Gobierno de Escocia. El Gobierno de Escocia los aprobaba, los dotaba económicamente y se los daba a esta oficina. Esta oficina empezaba a trabajar y ha revertido la situación. Cada seis años cambiaban sus miembros. Empezaron en los años sesenta, pararon la sangría y ahora mismo ha crecido esa población en un 25%. Es un modelo que aquí en España es creo que impensable, porque aquí solo se hacen proyectos a muy corto plazo, que en la mayoría de los casos no sirven para nada. Aquí lo que quieren es resultados electorales. Entonces, claro, para que pase lo que ha pasado en las highlands hay que ser consecuentes, tiene que haber un pacto de Estado o un pacto autonómico entre los principales partidos para decir, oiga, el tema de la despoblación es muy grave en Castilla y León, vamos a trabajarlo de esta manera, vamos a poner dinero desde la Junta, cuáles son los proyectos necesarios para poder hacerlos y a partir de ahí vamos a dejar que la sociedad civil trabaje.
P.- Pero no todo el mundo está de acuerdo con eso…
R.- No, no, perdona, yo lo que digo es que es el único modelo que ha habido en el mundo que ha revertido la despoblación. Es el único modelo, los demás no han servido.
P.- … Lo digo porque hay otras propuestas. Por ejemplo, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, proponía que para luchar contra la despoblación lo mejor era centrar todos los esfuerzos en Valladolid. Supongo que habrá empresarios que estén de acuerdo en priorizar las inversiones en Valladolid. ¿Hay también batallas territoriales entre los empresarios?
R.- No, entre los empresarios no. Los empresarios lo que quieren es que Castilla y León funcione como un tiro. Los empresarios lo que quieren es trabajar, invertir y crear puestos de trabajo. Esas cuitas políticas de decir que había que invertir todo en Valladolid realmente no lo comparto y creo que es un gravísimo error por parte del alcalde de Valladolid.
P.- Se habla de los localismos crecientes en la Comunidad. Soria, León, Ávila… ¿Le preocupan?
R.- Me preocupan mucho, porque tenemos una ley electoral en España que no es la más adecuada. Se está haciendo un país ingobernable. La culpa de todos estos localismos es de los dos partidos mayoritarios, porque no han hecho los deberes como los tenían que hacer. La gente se ha enfadado, ha dicho que hasta aquí hemos llegado y vamos a crear nuestro propio partido para tener la posibilidad de ser llave para la formación de gobierno y entonces ahí pedir y que nos hagan caso, porque si no, no nos hacen caso. A mí eso me preocupa muchísimo, porque estamos llegando a una situación de ingobernabilidad de España, y eso es lo peor que nos puede pasar. Yo creo que eso no es bueno y que tenían que haber, en su momento, cambiado la ley electoral. Todavía estamos a tiempo de cambiarla entre el Partido Socialista, el Partido Popular y todas los partidos que tengan ámbito nacional, para que no pase lo que está pasando, porque si no va a ser un país ingobernable y si es ingobernable se va a perder competitividad, posibilidad de crear riqueza, empleo, se van a perder cantidad de cosas.
P.- Pero FOES apoyó a Soria Ya, no en el momento de su paso a la política, pero tampoco se opuso estando dentro.
R.- Nosotros hemos estado en el Consejo Asesor de Soria Ya y hemos apoyado a Soria Ya, pero ya llega un momento en el que si dan el salto a la política... Nosotros lo dijimos claramente, que no lo veíamos, y como no lo veíamos no podemos apoyar ese salto a la política. Las cosas hay que pensarlas mucho, porque ya no está en juego los beneficios que tenga Soria, que pueda tener por ser llave, sino que es que hay muchos temas, el 99% de los temas, que son leyes a nivel nacional sobre las que hay que opinar. ¿Y esos votos cómo se decantan con dos diputados? Es muy complicado y sé que esto puede acarrearme muchas críticas, pero yo siempre he pensado lo mismo. Es un peligro el que tenemos actualmente. Ahora 70 diputados nacionalistas e independentistas de 350 es un 20%, pero estoy convencido de que la próxima legislatura no van a ser 70, pueden ser 80 o más, y eso supone gobernar con un montón de gente, que eso es muy complicado.
P.- La despoblación es un lastre para las empresas de Castilla y León?
R.- No es una carga positiva. Aquí tenemos un problema grave de encontrar mano de obra cualificada. Hay mucha menos gente y eso para nosotros a la hora de encontrar trabajadores es un hándicap negativo.