La Guardia Civil recupera dos tablas renacentistas robadas en 1979 en Zamora
Fueron sustraídas en Barcial del Barco y un comprador las devolvió sin contraprestación alguna tras darse cuenta de que eran robadas
La Guardia Civil recuperó dos tablas renacentistas robadas en 1979 de la iglesia de Santa Marina, en Barcial del Barco (Zamora), cuyo retablo mayor contará de nuevo con las piezas sustraídas.
Las tablas se encontraban en la predela, la parte baja del retablo realizado en 1540, con el posible mecenazgo del Conde de Benavente, cuyo escudo aparece en el remate del retablo, “teniendo en cuenta ese escudo que se conserva aquí junto con otro escudo, que aparece un báculo y que posiblemente sea un escudo episcopal o un escudo abacial”, según precisó el delegado episcopal para el Patrimonio de la diócesis de Zamora, José Ángel Rivera.
La iglesia de Santa Marina acogió el acto de entrega de las tablas, que contó con la presencia del obispo de Zamora, Fernando Valera; el párroco de Barcial del Barco (Zamora), Santiago Martín, y el delegado episcopal de Patrimonio, José Ángel Rivera; el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco; el jefe del Departamento de Delincuencia contra las Personas y el Patrimonio de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, Javier Rogero; el jefe del Grupo de Delitos contra el Patrimonio, también de la UCO, Roberto Tirado, y personal técnico de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deportes, encabezado por el subdirector de Registros y Documentación del Patrimonio Histórico, Carlos González, informa Ical.
El jefe del Departamento de Delincuencia contra las Personas y el Patrimonio de la Guardia Civil, Javier Rogero, consideró una “satisfacción” poder restituir a Barcial del Barco piezas de elevado valor sentimental que fueron sustraídas hace 40 años.
“Una de nuestras prioridades, incluso más allá de capturar a las personas que cometieron el hecho delictivo, es que, allá donde esté el bien, tener la oportunidad de recuperar el patrimonio expoliado”, afirmó. “El tiempo transcurrido ha hecho que prescriba el delito. En este caso, además, es muy difícil seguir el rastro a la inversa pero lo intentamos porque nos podría conducir a recuperar otras piezas”.
Aplicación ID-Art
En el caso de las tablas robadas, resultó “fundamental” la aplicación ID-Art, de uso gratuito y público, que puso en marcha la Interpol y que cuenta con reseñas de más de 52.000 obras de arte sustraídas en 130 países. “Quien poseía las piezas, adquiridas de buena fe, como sucede muy a menudo, una persona dedicada al mundo de las antigüedades, pensaba que eran legales pero, como eran verdaderos amantes de los bienes culturales, accedió a la aplicación y comprobó que habían sido expoliadas de esta iglesia”, explicó. “Es una persona de bien que hizo un desembolso económico pero que entendió que las obras deberían estar en Barcial del Barco y sin percibir ninguna compensación económica”, destacó.
De esta forma, el propietario se puso en contacto con la sección de Delitos contra el Patrimonio histórico de la Unidad Central Operativa, que trabajó de forma conjunta con la Comandancia de Zamora y la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte para recuperar las piezas. “Hemos podido culminar una parte importante del cometido, que es restituir el patrimonio. Lo hacemos en territorio nacional y, cuando se localiza en otros países, colaborando con las embajadas, se logra en un buen número de ocasiones restituir el patrimonio. Es lo que nos hace ser un país referente en cuanto a la protección de bienes culturales se refiere”, aseguró.
La mayoría de delitos contra el patrimonio en ermitas e iglesias en países como Italia y España, donde abundan las piezas artísticas, se ven facilitados por la dificultad para establecer una “protección elevada” de forma exhaustiva por todo el territorio. “Los ladrones aprovechan las vulnerabilidades del sistema y competen un robo con fuerza para llevarse piezas que consideran que pueden tener mejor salida en el mercado negro”, indicó Javier Rogero.
Más robos
La iglesia de Santa Marina ha sufrido el robo de numerosas obras en diferentes años y todavía está pendiente la recuperación de La Anunciación y El Abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la Puerta Dorada , que, aunque no formaban parte del retablo, fueron robadas también en 1979.
El subdirector de Registros y Documentación del Patrimonio Histórico, Carlos González, también destacó la actitud del “cliente de buena fe” que tuvo acceso a las piezas y decidió que “no podía comerciar con algo que sabía que era robado” y apostilló: “Las entregó voluntariamente. Las piezas estuvieron en custodia en la cámara de seguridad del Ministerio de Cultura hasta que se pudo organizar la entrega de hoy”.
Por su parte, el delegado episcopal para la Cultura y el Patrimonio, José Ángel Rivera, explicó que el conjunto pictórico del retablo mayor de la iglesia de Barcial del Barco es “una de las más destacadas aportaciones” de la pintura renacentista en la diócesis de Zamora
En 1772, la iglesia se hizo de nuevo y el retablo, que es anterior, “tuvo que ser adaptado a la altura del testero, quedando fuera del conjunto dos tablas con temas religiosos y dos más con las armas de los Pimentel y otro episcopal o abacial”, anotó.
Los tableros, pintados al óleo sobre madera de pino, fueron ejecutados por dos maestros con amplia participación de oficiales . “Se reconoce muy bien: uno, cercano a las pinturas coetáneas que se hacían por entonces en León, como las de Cristóbal de Colmenares, y otro, más vanguardista, heredero del estilo de Juan de Borgoña y cercano a los pintores que tenían taller en Toro y en Zamora. Y a este último corresponden las tablas que hoy, com mucha alegría y mucho gozo, recibimos en Barcial del Barco”, expuso.
“Al pintor leonés o al taller cercano a León corresponden las pinturas de los tres pisos y dos cuerpos y la del centro. Es una pintura de tipo berruguetesca, muy oscura, con el canon de las figuras muy alargado, etcétera, y la mitad izquierda corresponde al taller del pintor toresano o zamorano, heredero de Juan de Borgoña, aquel que pintó la sala capitular de la Catedral de Toledo”, añadió.
Las dos tablas recibidas hoy corresponden, precisamente, al segundo pintor. “Se supone que, después de la restauración de estas tablas que hoy se reciben, se coloquen en el lugar que les corresponde, que es el lado izquierdo. Y la otra, la que está en el lado izquierdo, pasará al lado derecho. A principios del siglo XX, el historiador granadino Manuel Gómez Moreno catalogaba el retablo y contabilizaba entonces 17 tablas”, apuntó.
El obispo de Zamora, Fernando Valera, agradeció “a todos quienes hicieron posible la devolución” de las tablas al retablo de la iglesia de Barcial del Barco . “Es un orgullo para todos hacer este acto de reparación con un pueblo, una historia, el arte y el bien”, destacó.