El ex consejero de Cultura consigue una plaza de alto funcionario que convocó él mismo
El PP nombra jefe de Servicio a Javier Ortega por su «docilidad y sumisión» tras apartarse de Cs y de Igea en campaña electoral / La plaza la convocó Ortega en noviembre y quedó desierta en febrero; estaría bajo las órdenes de Vox si ocupa esta Consejería
Se declaró enemigo de los 'chiringuitos'… de los de los demás . Podría ser un ejemplo de ‘yo me lo guiso, yo me lo como’. La plaza de alto funcionario que el PP ha otorgado al ex consejero de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, Javier Ortega, la convocó él mismo .
El premio por su «sumisión» y «docilidad» –según fuentes del PP– tras ser el único consejero de Ciudadanos en apartarse del partido y de Francisco Igea durante la campaña electoral resulta ser un puesto que él mismo ofertó en noviembre cuando estaba al frente de la Consejería de Cultura, pero que quedó desierto en febrero , con el Ejecutivo ya disuelto y él teniendo que volver a su plaza de archivero en el Ministerio de Cultura. .
El nombramiento, discrecional, como jefe de Servicio de Estudios y Documentación ha sido publicado este viernes en el Bocyl, y se trata de una plaza de alto perfil político, dado que sus responsabilidades pasan por preparar las comparecencias del consejero y dar respuesta a las preguntas parlamentarias. Si finalmente, como avanzó este periódico, Vox se hace con la consejería de Cultura, Ortega pasaría a estar a las órdenes de la formación de Abascal.
Una plaza que cuando el Ejecutivo aún no había saltado por los aires, el entonces consejero de Cultura publicó con el objetivo, según relatan fuentes de la Consejería a este diario, de que quien estaba desempeñando esas funciones en comisión de servicio consolidara el puesto. Sin embargo, sorpresivamente, el 25 de febrero quedó sin cubrir , cuando Ortega ya había regresado a su puesto en el Ministerio tras su cese el 20 de diciembre al convocar Mañueco elecciones. Fuentes cercanas a Ortega señalan que perdió su plaza en el Archivo de Simancas y tuvo que reincorporarse a otra en Madrid. «Tenía que ir y venir todos los días a Madrid», apunta un ex compañero de partido de Ortega. Pasaron tres meses desde que se convocó la plaza hasta que se resolvió y se declaró desierta, mientras ahora en tan solo uno se le ha adjudicado al ex consejero.
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El PP nombra jefe de Servicio al ex consejero de Cultura de la Junta por su “docilidad” y “sumisión”
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El dicho de ‘todo queda en casa’ también puede aplicarse a este insólito nombramiento. Fue compañero de gobierno de quien hoy le nombra, su sustituta en funciones, Rocío Lucas, y de quien depende el proceso para declararla desierta, a la sazón el secretario general que era el número 3 de Ortega. Así este viernes se cerró el escandaloso círculo de este proceso y Javier Ortega obtiene la plaza de funcionario con mayor perfil político de la Consejería que un día dirigió.
Su remuneración en este puesto se suma al cobro durante dos años de un complemento por haber sido alto cargo. De este modo, se situaría en lo que llaman el nivel ‘ficticio 33’. Unas retribuciones sustancialmente superiores a las que percibiría si hubiera seguido trabajando en el Ministerio de Cultura.
El nombramiento ha caído como una bomba en los ámbitos políticos y especialmente en el departamento de Cultura de la Junta de Castilla y León, pero no todas las reacciones han ido en esta dirección. El ex vicepresidente de la Junta y único procurador electo de Ciudadanos tras su debacle electoral, Francisco Igea, se desmarca de la indignación general y se congratula de este nombramiento. Lo aplaude en Twitter asegurando que «Javier fue un excelente consejero de Cultura y estoy seguro de que no hay nadie con mejor perfil para ese puesto». Algo parecido refleja el Bocyl, donde aparece que «es el candidato más idóneo de entre quienes han optado a dicha plaza para desarrollar de manera eficiente las funciones inherentes al puesto convocado». Se desconoce quién más optó, pero evidentemente, fuentes de la consejería aseguran que el nombramiento es más que recurrible.
Javier Ortega accede a este puesto de libre designación después de que fuera el único consejero que tomara distancia en campaña de una formación que estaba abocada al abismo. Su desaparición del mapa político contrastó con la omnipresencia de Amigo y Casado arropando a Igea. «Es un premio a su docilidad y sumisión », confiesan fuentes tanto desde el PP como desde el partido que todavía preside Inés Arrimadas. Un premio que ha causado estupor e indignación.
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