Diario de Castilla y León

La gran industria empieza a resentirse de la huelga con paros en Luengo, Michelin y Renault

Los supermercados asumen que «si sigue la huelga, el fin de semana las cosas serán más complicadas» mientras piden a los consumidores mantener la calma

Movilizaciones de camioneros en Burgos.- ICAL

Movilizaciones de camioneros en Burgos.- ICAL

Publicado por
Ricardo García
Valladolid

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La huelga del transporte sigue, y con ella las peores consecuencias para el sector industrial. La escasez de materias primas afecta fundamentalmente a la gran industria de Castilla y León, hasta el punto de que las grandes fábricas de la Comunidad se han visto obligadas a parar su producción.

Una de las que lo ha hecho ha sido Legumbres Luengo, concretamente en sus instalaciones de Riego de la Vega, en León, que ha permanecido sin actividad los dos últimos días como parte de un paro que también se extenderá durante la jornada de hoy . Según informaron ayer, la huelga de transporte ha afectado a las operaciones de la fábrica, al limitar la capacidad de carga de productos terminados y el aprovisionamiento de materias primas y auxiliares. De estas últimas forman parte los tarros, pallets y otros materiales de embalaje que, ante su escasez, ha obligado a interrumpir la actividad hasta que se pueda volver a contar con ellos.

El consejero delegado de Legumbres Luengo, Pedro Luengo, señaló en declaraciones a El Mundo de Castilla y León que la empresa se encuentra ante «una situación sin precedentes» . Su objetivo es «volver a trabajar la semana que viene si todo e reactiva», reconocía, aunque aseguró que «sin tarros y sin pallets es imposible».

A esta problemática se suma también que la escasez de suministro se ha producido, según Luengo, en una «época del año de consumo alto». De hecho, la capacidad productiva de la empresa de leguminosas también sufre las consecuencias por ese «acopio que ha habido con el pánico» de la población ante un riesgo de desabastecimiento.

Actualmente, la fábrica de Luengo de Riego de la Vega no solo tiene problemas para aprovisionarse de envases, si no que el producto terminado se acumula en sus instalaciones . Habitualmente, de allí salían a diario entre veinte y treinta camiones cargados de legumbres crudas y preparadas, según contabiliza su consejero delegado, y ahora que lo haga uno resulta casi anecdótico.

Pero Legumbres Luengo no es la única gran empresa de Castilla y León obligada a detener su producción. Michelin informó ayer a los trabajadores de la planta de Valladolid que paraliza la producción de forma total o parcial en cinco líneas este fin de semana y el 2 de abril debido a las «dificultades de aprovisionamiento» y la «tensión constante» en la recepción de materias primas, que explica está provocando «roturas de stock» en «semiterminados». 

En su comunicación a la plantilla, la empresa explica que las medidas afectarán de forma total este sábado a tres líneas y siete equipos de trabajadores y de forma parcial a dos líneas y cuatro equipos. El domingo 27 de marzo la actividad queda suspendida de forma total en una línea, lo que afecta a un equipo. Además, el 2 de abril la compañía prevé paralizar una línea , lo que deja sin trabajar a dos equipos, informa Ical. 

Estas medidas se adoptaron este jueves, tras una reunión «extraordinaria», entre el comité de empresa de Michelin y la representación de la compañía debido al «problema de abastecimiento» en las materias primas y en la logística por la guerra de Ucrania y la huelga del sector de los transportes . Además, aclara que «no se realizarán ni cierres, ni arranques en ninguna actividad». 

También a última hora de la tarde ayer se conoció que la dirección de Renault comunicó nuevas paradas en las factorías de Valladolid y Palencia al inicio de la próxima semana como consecuencia del desabastecimiento de semiconductores, según informaron a Europa Press fuentes de CCOO y de la empresa del rombo.

En concreto, el lunes y el martes, días 28 y 29, pararán las factorías de carrocería y montaje de Valladolid y también la fábrica de Palencia y, además, el lunes lo hará también la de motores.

El Comité Intencentros recibió los correspondientes anuncios en la tarde de este jueves y la causa, según explicaron fuentes de la compañía, es consecuencia de la falta de semiconductores.

Por su parte, la compañía Nissan advirtió de que aunque «no hay un riesgo de bloqueo de las operaciones industriales aún» por la huelga de transportes, determinados materiales «llegan con retraso» a su planta de Ávila. En este sentido, fuentes consultadas por Ical, explicaron que las protestas «sí están teniendo incidencia» en su industria y advirtieron que «de continuar así, obviamente, aumentará la misma poniendo en riesgo las operaciones industriales de la planta».

En una situación bastante similar se encuentra la compañía Iveco, que informó ayer por la mañana de que en ese momento no tenía programadas nuevas paradas en Valladolid aunque todo dependerá de la evolución de la huelga de transportistas. La empresa de producción de camiones ligeros detuvo la producción de su factoría vallisoletana este miércoles por la falta de componentes fundamentales y en aplicación de las medidas de flexibilidad recogidas en el convenio colectivo.

La situación derivada de la huelga del transporte se sigue agravando en Castilla y León, ya que a los problemas que asumen las grandes industrias también hacen mella en la población. Por parte del sector de la distribución, desde la Asociación de empresarios de Supermercados de Castilla y León (Asucyl) se mantenían ayer a la expectativa de lo que sucedía en la reunión entre el Gobierno de España y la patronal del transporte.

Aseguran que lo más necesario es «parar esta situación», ya que «si siguen los paros el fin de semana las cosas serán más complicadas». Y no es para menos, ya que la cercanía del fin de semana puede generar una nueva oleada de compras compulsivas que tensiones todavía más el flujo de producto en los supermercados.

Por ello, desde la asociación quisieron lanzar un «llamamiento a la calma» dirigido a los consumidores, y aprovecharon para recordar que «no hay desabastecimiento como tal». «Hay huecos en los lineales pero van cambiando», señalaron, en referencia a que aunque se agote un producto en concreto, se intenta que haya otra muy similar a disposición del cliente.

El objetivo, según señalaron desde Asucyl en declaraciones a este periódico, es «garantizar la compra global», aunque ello implique «sustituir algunos productos» pero siempre tratando de que no haya cambios importantes en la cesta de la compra prevista.

En lo que respecta a los mercados centrales de Castilla y León, vivieron ayer una jornada de normalidad en su actividad de aprovisionamiento y distribución de mercancías a pesar del paro del transporte. Además, en los de abastos, la mayoría el género llegó sin incidencias, aunque se registraron algunas problemas con el pescado u otros productos frescos, si bien quisieron enviar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos.

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