Diario de Castilla y León

Vox deshoja la margarita entre 4 consejerías: Cultura, Fomento, Agricultura e Industria

Mañueco dice que el pacto incluye eliminar el adoctrinamiento no porque exista, sino «para hacer hincapié» / «Que nos juzguen por lo que vamos a hacer, no por lo que piensen que vamos a hacer», pide

Alfonso Fernández Mañueco, en su comparecencia de ayer tras reunirse con los presidentes provinciales. ICAL

Alfonso Fernández Mañueco, en su comparecencia de ayer tras reunirse con los presidentes provinciales. ICAL

Publicado por
Ricardo García
Valladolid

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El acuerdo de investidura suscrito este mismo jueves entre el PP y Vox ha supuesto para la formación de Santiago Abascal la consecución del objetivo que se habían marcado antes incluso de conocer los resultados de las elecciones. La rúbrica que tras la sesión de constitución de las Cortes escenificaron Juan García-Gallardo y Alfonso Fernández Mañueco no es más que el primer paso en su lista de deseos. Ahora, con uno de los suyos al frente del Parlamento autonómico y con la legislatura iniciada, llega el momento de elegir las tres consejerías que ocuparán una vez se constituya la Junta, de entre las cuatro que les resultan más apetecibles.

No es una elección sencilla, pues no en vano es la primera vez que Vox participa en un gobierno desde su creación, y eso implica pararse a pensar para decidir con tino. 

Ante el partido que encabeza en la Comunidad Juan García-Gallardo se abre un abanico de diez áreas de gobierno, una más que las contempladas inicialmente, y que se repartirán con el PP con siete para los de Fernández Mañueco. Sin embargo, solo cuatro aparecen en las negociaciones de Vox. Cultura, Fomento, Agricultura e Industria son las candidatas, pero una deberán cedérsela irremediablemente al Partido Popular.

Actualmente, de esas cuatro carteras hay dos que están descabezadas, ya que hasta diciembre del año pasado estaban en manos de los consejeros de Ciudadanos que Mañueco cesó al tiempo que convocaba el adelanto electoral. Sus funciones han recaído en otros miembros del equipo de Mañueco, que han duplicado sus funciones, pero no dejan de estar en tierra de nadie.

Por otra parte, tanto Cultura como Industria, que en la última legislatura estaban atadas a Turismo y Empleo, respectivamente, siempre han figurado de manera extraoficial entre los deseos de Vox. Lo mismo ocurre con Agricultura, hasta el momento con el ‘popular’ Jesús Julio Carnero al frente, y a la que los de Santiago Abascal también tienen en su punto de mira.

Fomento también es una alternativa viable, más ahora que parece que se separaría de Medio Ambiente (puede que también lo hagan Economía y Hacienda como en la época de Juan Vicente Herrera) para cubrir el hueco que deja la desaparición de Transparencia y Ordenación del Territorio. Una consejería ficticia, creada tras las elecciones de 2019 para que Francisco Igea tuviese un área de gobierno a su cargo. Sin embargo, la función estadística que llevaba a cabo este departamento bien podría asumirla Presidencia, al tiempo que Ordenación del Territorio y Acción Exterior tendrían cabida en Fomento. De hecho, antes de la llegada de Igea al gobierno autonómico, estas funciones ya estaban repartidas.

Además de estas cuatro, ambas formaciones también habrían hablado de Educación, un departamento que en los últimos dos años y medio, casi tres, ha estado bajo la batuta de Rocío Lucas. Una gestión a la que poco se le puede reprochar, con una pandemia de por medio, y que ha logrado mantener en alta estima para los indicadores internacionales el sistema educativo de la Comunidad. En definitiva, una consejería muy consolidada que el PP quiere mantener bajo su control.

Y aunque parece que los ‘populares’ han insistido en retener este departamento, estar al frente de Educación abriría a Vox las puertas para luchar contra ese adoctrinamiento ideológico que se menciona en el punto catorce de las acciones del pacto de gobierno como algo a eliminar. Adoctrinamiento que, por otra parte, para Alfonso Fernández Mañueco no existe en Castilla y León, como reconoció ayer en rueda de prensa, pero del que justifica su presencia en el documento. «Nos parecía importante hacer hincapié», señaló.

Hasta la fecha, las jornadas vertiginosas que precedieron la constitución de las Cortes no dio lugar al PP y a Vox de hablar sobre las consejerías. Así lo han señalado varias veces García-Gallardo y Mañueco, tanto en declaraciones conjuntas como por separado. Lo único que parece decidido, según palabras del propio dirigente ‘popular’, es que la cuestión de los delegados territoriales «dependerá de la consejería del PP que lleve ese ámbito», dejando claro que la de Presidencia será una de las áreas que conserve su partido, actualmente dirigida por Ángel Ibáñez.

Para dirigir estas diez carteras sobre el tablero, por parte del PP se espera que mantenga a sus consejeros de la última legislatura. Mientras, por parte de Vox, todo apunta a que el partido no recurrirá a alguno de sus trece procuradores para colocarlos al frente de estos departamentos, sino que optarán por consejeros con formación en el ramo y que pueda aportar cierta experiencia técnica tal y como reconocía el jueves Juan García-Gallardo. Por el momento no se barajan los nombres definitivos, al tiempo que la formación tampoco ha determinado quien será el portavoz del grupo parlamentario. En la sesión de constitución de las Cortes fue García-Gallardo que asumió estas funciones, pero ahora que se convertirá en vicepresidente será necesario encontrarle un sustituto aún sin determinar. Por el momento, el único cargo que cobra fuerza es el de secretario, con las miradas puestas en el procurador por Palencia, David Hierro.Así las cosas, lo equipos de ambos partidos ya se han puesto en marcha para avanzar en las negociaciones.

El objetivo es dejar este asunto resuelto antes de la sesión de investidura, que a su vez no debería demorarse mucho. Para cumplir con la agenda el nuevo presidentes de las Cortes, Carlos Pollán, empezaría la ronda de contactos con los grupos parlamentarios a partir de la próxima semana, que una vez concluida dará lugar a la proposición de Mañueco como candidato a presidir la Junta. Y todo ello, preferiblemente, antes de que se celebre el Congreso del PP, con la votación de Alberto Núñez Feijóo como nuevo presidente el 1 de abril. Los días entre el 21 y el 24 de marzo siguen siendo una opción viable.

En cualquier caso, y antes de entrar a valorar como será el gobierno de coalición entre el PP y Vox, Mañueco pidió ayer esperar hasta que se constituya la Junta. Después de suscribir un acuerdo de legislatura que ha suscitado  muchas incógnitas acerca de lo que supondrá la entrada del partido de Santiago Abascal en el ejecutivo autonómico, el presidente del PP de Castilla y León solicitó esperar «al menos a que podamos nombrar los consejeros».

Fue su respuesta a varias preguntas que recibió durante la rueda de prensa ofrecida tras su reunión telemática con los presidentes provinciales de su formación, en la que los medios se interesaron por la Ley de Violencia Intrafamiliar propuesta en el acuerdo. También se habló de esas acciones dirigidas a eliminar el «adoctrinamiento» en las aulas o de la apuesta por la «inmigración ordenada».

Cuestiones todas ellas que han causado un gran revuelo, ya que parecen responder a las ideas políticas del partido de Santiago Abascal. Sin embargo, Mañueco invitó a ser prudentes hasta que se conozca el reparto de las áreas de gobierno. «No nos juzguen por lo que ustedes piensen que va a ocurrir», demandó, «júzguennos por lo que hacemos y por lo que decimos».

Asimismo, en cuanto a las críticas que han surgido en las últimas horas, Mañueco también expresó su respuesta. En primer lugar habló del ex presidente del PP nacional, Pablo Casado, de quien dijo que su reacción le había causado «sorpresa». En este sentido, recordó que cuando Casado fue presidente del Comité Ejecutivo del partido, le expresó su apoyo para que actuara con libertad a la hora de buscar pactos de gobierno. «Cuentas con el respaldo para negociar un gobierno de éxito», leyó Mañueco de las declaraciones textuales del es dirigente ‘popular’.

Por ello, el candidato del PP a la presidencia de la Junta reiteró una vez más que «tenía las manos libres», al tiempo que respondió también al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a quien acusó de no haberse enterado de que las elecciones del 13 de febrero iban de Castilla y León y en las que el Partido Socialista «sufrió un varapalo». Además, a las declaraciones de Sánchez de que el PP «pagará caro» el pacto con Vox, Mañueco le espetó que «no puede dar ejemplo».

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