EVA MARÍA FERNÁNDEZ
«Es loable la respuesta ciudadana con Ucrania pero la solidaridad tiene que estar ordenada»
Coordinadora de Cruz Roja Castilla y León. Pone en valor la corriente de ayuda humanitaria surgida en la Comunidad Autónoma tras la invasión y subraya que ya ocurrió con la pandemia, pero alerta: «Todo el mundo quiere aportar pero esto es una carrera de fondo, los vamos a necesitar más adelante»
Eva María Fernández coordina la rama autonómica de una de las instituciones solidarias más visibles en España. Cruz Roja gestiona 78 asambleas comarcales en Castilla y León, territorio donde cuenta con más de 95.000 socios, 12.000 voluntarios, más de 800 trabajadores, y atiende las necesidades de más de 400.000 personas en un año estándar. Se trata de unos números que se superaron ampliamente con la crisis sanitaria, y que ahora tienen un nuevo factor multiplicador con la situación bélica en Ucrania.
«La ciudadanía es ahora más solidaria que nunca, y es loable la respuesta que está teniendo respecto a la guerra en Ucrania», subrayó ayer durante su cita con el programa televisivo La Quinta Esquina de La 8 de Valladolid, EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN y Castilla y León EsRadio. «Lo que pasa es que la solidaridad tiene que estar ordenada», subrayó.
Se trata de un aspecto en el que «tenemos que hacer pedagogía todos, las organizaciones y los medios de comunicación, porque las personas no tiene por qué conocer cómo funciona: por qué las mantas deben tener determinadas calidades, o por qué determinados productos tienen que ser iguales», añadió.
Por esos motivos, apuntó que en estos momentos «lo más adecuado es materializar la ayuda con dinero en metálico, pues no es momento de ponernos a clasificar mercancías y paletizar. No hay tiempo para ello». Así, aseguró, «lo que se adecúa más a las necesidades de la población es una ayuda económica, que tiene una trazabilidad». Por otro lado, Cruz Roja realiza compras del material necesario cerca del lugar en conflicto «de manera que así se crea también riqueza en la zona».
Fernández puso de manifiesto que Cruz Roja «es una organización que tiene su ADN en la emergencia, en la ayuda humanitaria, y desgraciadamente en los últimos tiempos nos ha tocado trabajar mucho en esa línea incluso en nuestro propio país, en la pandemia, durante la crisis del volcán en La Palma...».
Cruz Roja también actúa en Ucrania. «Tenemos otras Cruces Rojas que están allí, en la frontera con el país, trabajando, y en Castilla y León y en España estamos trabajando». Sin embargo, «en este conflicto hay una diferencia respecto a otras ocasiones: Aparte de los contingentes que generan los gobiernos, se suman personas que por lazos familiares llegan por iniciativa privada».
En la Comunidad está en marcha el mecanismo para acoger a refugiados. «Tenemos un sistema con el que hemos venido trabajando, en Castilla y León ya hay personas refugiadas de otras nacionalidades. Hay un sistema de protección que se va a poder encargar», apuntó. «Vemos la posibilidad de que esa afluencia sea mayor, es un programa en el que se prevé la atención en el minuto cero, hasta una fase de autonomía».
Aprobada el pasado 3 de marzo la directiva de la UE que otorga dar protección temporal a ucranianos afectados, se activa un mecanismo por el que «las personas tendrán asesoramiento jurídico, apoyo psicológico, sanidad y educación y bajo el amparo del sistema de protección». Cuando lleguen a Castilla y León «el sistema se activará y está muy pautado».
Ese protocolo cuenta con tres fases y la primera de ellas, la ‘fase cero’ dura «unos 15 días a un mes, para hacer una valoración de las personas que llegan, sus necesidades, dónde quieren estar». Después llegan otras fases como establecer el lugar donde van a vivir. «Ahora tenemos 300 plazas en Castilla y León con posibilidad de crecer si es necesario», explicó.
A la fase de acogida temporal sigue otra de autonomía, que dura unos 18 meses. «Se trabaja en la integración. Los refugiados tienen la posibilidad de trabajar en nuestro país pero también de recibir apoyo psicológico y apoyo jurídico». Aún se está determinando qué espacios podrán acoger a refugiados en el territorio de la Comunidad, «pero lo que está claro es que hay más de dos millones de personas que han salido de ese país, y hay que actuar», apuntó.
La coordinadora autonómica de Cruz Roja aseguró que Castilla y León es «una tierra muy solidaria, como se ha demostrado en la pandemia», una solidaridad que se demuestra en que la Institución «tiene aquí más socios que el Real Madrid». Alabó además la labor de los voluntarios: «Llegamos donde llegamos por ellos. Estoy convencida de que cuando se necesiten, todo el mundo querrá ayudar, pero esto es una carrera de fondo, y a la población hay que decirle que les vamos a necesitar más adelante».
La disposición ciudadana quedó patente con la pandemia del Covid 19, ya que «hubo un incremento de más de 3.000 voluntarios que vieron que se necesitaba trabajar». Y es que «cualquier persona puede echar una mano en Cruz Roja. Luego existe por nuestra parte un itinerario conforme a lo que lo que se necesite de cada voluntario. Somos una organización que atiende a distintos colectivos, personas mayores, niños... En todas necesitamos el apoyo de las personas».
Por ejemplo, «ahora todas las personas que sepan ucraniano nos serán de gran ayuda», manifestó. «Pero también todas que faciliten el ocio... Todas tienen su papel».
Por otro lado, la empleabilidad «es muy importante» para Cruz Roja, aseguró Fernández. «Nos volcamos en la formación de personas que no tenían oportunidades. Y en una Comunidad como esta nuestra obsesión es llevar los servicios al mundo rural, a los municipios de menos de 5.000 habitantes. A la España despoblada, vaciada, y los que somos de pueblo sabemos lo que eso significa», concluyó.