Diario de Castilla y León

Las restricciones de la Junta para Semana Santa de Castilla y León que ponen en pie de guerra a las cofradías

Sanidad elabora un borrador que obliga al uso de mascarillas en exterior a participantes y espectadores, recomienda evitar calles estrechas en los recorridos y eliminar las faldillas de los pasos

Alejandro Vázquez y Sonia Tamames, el día de la toma de posesión de esta última como directora general de Salud Pública. ICAL.

Alejandro Vázquez y Sonia Tamames, el día de la toma de posesión de esta última como directora general de Salud Pública. ICAL.

Publicado por
Pablo R. Lago
Valladolid

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Los planes y restricciones que la Junta ha diseñado para el regreso de las procesiones de Semana Santa, suspendidas por la pandemia los dos últimos años, han puesto en pie de guerra a las cofradías de la Comunidad , que ya conocen las intenciones de la Consejería de Sanidad a través de un borrador de cuatro páginas al que ha tenido acceso El Mundo de Castilla y León.

La Dirección General de Salud Pública establece el uso obligatorio de mascarillas en actos y procesiones, tanto en exteriores como en interiores . Y eso pese a que el gobierno suprimió hace ya más de un mes la obligatoriedad de mascarillas en exterior. La obligatoriedad que establece la Junta es para cofrades y para los espectadores de las procesiones.  "Este requisito será exigible tanto para las personas que lleven la cara descubierta como cubierta , no siendo equiparables las vestimentas a las mascarillas", precisa el departamento que dirige Alejandro Vázquez en la primera de las normas obligatorias.

Estas medidas se anuncian pese a que la propia Dirección General de Salud reconoce que el ritmo de descenso de la incidencia hace prever que en Semana Santa, a principios de abril, Castilla y León se sitúe en riesgo bajo , es decir, entre 25 y 50 casos por cada cien mil habitantes. Nada que ver con los 543 casos que ahora registra la Comunidad de media, según los últimos datos publicados por el portal Covid de la Junta.

Las cofradías están que trinan , según fuentes consultadas por este periódico. Incluso amenazan con no celebrar los actos procesionales si no se retiran una serie de restricciones que no han estado en vigor ni en los momentos más desatados de la sexta ola, cuando el propio consejero dijo, para no acometer restricciones, que querían "que los ciudadanos fueran dueños de sus vidas y sus destinos". Claro que entonces había unas elecciones por delante. Y ahora los comicios han pasado y sí llegan las restricciones que tanto repudió el consejero haciendo caso omiso del comité de expertos.

Este marco de normas y condiciones establecidos para la Semana Santa ha sido elaborado unilateralmente por la nueva directora general de Salud Pública, Sonia Tamames, sin tener en cuenta la opinión del comité de expertos, que no ha vuelto a reunirse tras el polémico y controvertido encuentro de finales de año.

Prohíbe la participación en actos y procesiones de personas con una prueba positiva en los últimos siete días o con síntomas. También exige evitar expresiones culturales de afecto que impliquen contacto físico, como los besapiés o los besamanos. En la misma línea prohíbe la celebración de "comidas o meriendas multitudinarias por no poder respetarse el uso de las mascarillas ni la distancia" de seguridad entre no convivientes. Este apartado no precisa que son "multitudinarias" y no parece prohibir los desayunos o cenas, al especificar comidas y meriendas. Parece insólito que esto forme parte de un documento sanitario, tal y como reconocen fuentes de la  propia Consejería de Sanidad, que no entienden estas restricciones después de haber dejado que el virus campara a sus anchas con la sexta ola fuera de control.

Los recorridos es otro aspecto controvertido y fundamental del documento. Recomienda restringir la presencia de púbico y modificar los trayectos . Las procesiones en Castilla y León transitan esencialmente por cascos antiguos cuyas calles no son precisamente la Castellana, recuerdan fuentes de algunas cofradías, que no entienden esta batería de impedimentos para la Semana Santa después de que en Navidad, con las calles y los centros comerciales atestados de gente no se adoptaran restricciones.

Eso sí, la Junta dice que "colaborará en la elaboración de cribados" con las cofradías para los participantes en las procesiones. Piden que se comunique a la Juna con antelación para la planificación de las pruebas y añade que en este apartado “(falta desarrollo)”. Así acaban los cuatro folios del documento que llevan sobreimpresos en grandes letras de fondo la palabra "Borrador".

En cualquier caso, se trata de un borrador, que supuestamente debe ser consensuado por el comité de expertos, si es que sirve ya para algo ese órgano. Un documentos que los rectores de las cofradías confían en que se rectifique, porque de otra forma muchas de las principales procesiones de Semana Santa están en riesgo. Esenciales son la obligatoriedad del uso de mascarillas en exterior para los cofrades y la modificación de recorridos.

Las quejas ya han empezado a llegar a la Junta y a los consistorios. Es hora de que el consejero, Alejandro Vázquez, dé explicaciones de unos planes que ha escondido hasta que pasaran las elecciones, porque fue en campaña cuando su jefe y candidato, Alfonso Fernández Mañueco, anunció que este año volvería la Semana Santa a las calles de Castilla y León. La transparencia parece que sigue huérfana en la Consejería de Sanidad pese a la marcha de la oscurantista Verónica Casado.

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