El boletín interno de Ciudadanos que irrita a la militancia: "Hemos superado las encuestas"
La formación envía a los militantes una complaciente comunicación sin un ápice de autocrítica en la que se consuelan: "Ciudadanos tiene la misma representación que Podemos"
El que no se consuela es porque no quiere y los hay que no quieren en aras del más elemental realismo. Tras la hecatombe electoral, los mandos de Ciudadanos se despachan con un complaciente boletín interno que roza lo esperpéntico y sin un ápice de autocrítica . Un texto más propio de un partido al alza o con un buen resultado, en vez del hundimiento que casi les lleva a desaparecer y les relega a un escaño del Grupo Mixto.
El comunicado, según ha podido saber este diario, ha soliviantado a parte de los militantes por la ausencia de autocrítica y no reconocer el castigo infligido por las urnas. Como si sus responsables vivieran en un universo alternativo, no se habla en ningún apartado sobre qué se ha hecho tan mal como para pasar de ser un partido de gobierno a uno minoritario y sin relevancia para la gobernabilidad. Y se limita a sujetarse en que los pronósticos eran todavía peores. Si cabe . “Hemos superado las encuestas y a todos los agoreros” , se felicita la formación naranja en este escrito al que ha tenido acceso este diario.
En él detallan resultados negativos de otras formaciones, pero pasan por encima de los suyos. En otra insólita comparación, subrayan que “Ciudadanos tiene en Castilla y León la misma representación que Podemos , un partido que está en el Gobierno de España”. Esto dicen, lo que olvidan reseñar es que ellos también estaban en el gobierno y, más en concreto, del que estaba en juego en estas elecciones. No solo formaban parte del Ejecutivo autonómico, sino que eran su voz y la cara más visible a través del candidato que ahora ha hundido a Ciudadanos, Francisco Igea, que ejercía de portavoz. Además se olvida de dónde venía, cuando en 2019 Cs obtuvo doce escaños y una confianza que los castellanos y leoneses les han retirado drásticamente. Tampoco refleja que la caída de Ciudadanos es de doce a uno, sacando 150.000 votos menos. Podemos ha pasado de dos procuradores a uno en Castilla y León.
Y de lo que dicen no todo es cierto. Su principal argumento, el de que han superado las encuestas, se contradice con numerosos sondeos y con las declaraciones del candidato que ha llevado a Cs a una debacle absoluta. El propio Igea se agarraba a los hasta 5 escaños que vaticinaba el CIS, ese del que tantas veces antes había renegado y repudiado y que no acertó ni una en estas elecciones, para asegurar que “estaban creciendo” y que serían “decisivos”. De hecho, Igea, en su cuenta de Twitter, donde es muy activo, no publicó encuestas que les abocaran a la desaparición, sino precisamente las que les daban más de ese solitario escaño que han obtenido. Y sus mensajes solían ser un “estamos creciendo”.
El resto del boletín, igual que las declaraciones del candidato en la noche electoral, hace referencia a la responsabilidad del Partido Popular o a los resultados de los 'populares', pero sobre el porqué los ciudadanos sí votaron al PP y no a Ciudadanos, no hay mención. Como tampoco dicen nada sobre en qué ha fallado la formación naranja para estrellarse en las urnas de este modo. Más bien las consignas son todo lo contrario: “Cs resiste en Castilla y León y somos más necesarios que nunca”, se dicen a sí mismos. “El centro liberal mantiene su voz en Castilla y León”, añaden. Una voz mucho más apagada que cuando sí tenían grupo propio y eran la tercera fuerza política de la Cámara. Ahora, son la séptima del Parlamento.
El descalabro de estas dimensiones tiene cierto paralelismo con el de las elecciones nacionales, aunque las reacciones, no se parecen. Entonces, a diferencia de lo ocurrido en Castilla y León con Francisco Igea o a nivel nacional con Inés Arrimadas, el que fuera líder de la formación Albert Rivera asumió la derrota y dimitió. Tras las elecciones del domingo, Cs, lejos de reconocer su incontestable fracaso, celebra haber resistido sin u ningún ejercicio de reflexión o un juicio crítico sobre las acciones propias, en vez de las ajenas.