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LA ESPUELA | INÉS RODRÍGUEZ HIDALGO

"Para que las niñas puedan elegir ser científicas hacen falta referentes"

DIRECTORA DEL MUSEO DE LA CIENCIA. Doctora en astrofísica, dejó su Salamanca natal para hacer la tesis en el Instituto de Astrofísica de Canarias. Allí se quedó 23 años. Fue profesora en la Universidad, directora del Museo de la Ciencia de Tenerife... "Me sentía a gusto con la labor de divulgación", relata. Hace trece años tomó el testigo del museo vallisoletano. No lo dice, pero está claro que ella es también un referente

La directora del Museo de la Ciencia, Inés Rodríguez Hidalgo. -PHOTOGENIC

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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Pregunta.– El viernes se celebró el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. ¿Cómo lo celebra el Museo?

Respuesta.– El 11 de febrero tuvimos dos representaciones de la obra ‘Olvidadas’, del grupo Líbera Teatro. No es un día en el cual todas las niñas y las chicas tengan que salir diciendo: "Quiero ser física, o química, o bióloga, ingeniera o matemática". Lo que a mí me gustaría es que salieran ellas y ellos inspiradas o inspirados para ser lo que quieran ser. Si esa vocación, en el caso de las chicas, es en la rama de la ciencia, estupendo. Lo importante es que las chicas y las niñas puedan ser lo que quieran, a pesar de que a lo largo de la historia se haya omitido sistemáticamente a una mitad de la humanidad.

P.– ¿Deben aprender a tener más ambición a la hora de elegir estudiar una carrera u otra?

R.– No me gustaría poner el foco en la ambición. Creo que hay que poner el foco en la capacidad de elección. Y para poder elegir con total libertad hacen falta referentes, personas a quienes admirar e imitar. En el caso de la ciencia, probablemente cuando un chaval o chavala quiera ser científico o científica le va a venir a la cabeza Einstein, o Hawking, pero pocas veces le va a venir a la cabeza María Blasco o Margarita Salas. Y ese es el problema, que tenemos que dar visibilidad a todos los referentes femeninos en el campo de la ciencia y la tecnología para que las futuras generaciones sepan dónde mirarse.

P.– El ‘día’ internacional se va a convertir en toda una semana de la mujer en la ciencia, ¿no?

R.– Efectivamente. Una exposición que se inauguró el viernes, que nos ha cedido el Instituto de Investigaciones Científicas y Ecológicas (Inice), está dedicada a investigadoras, a visibilizar el papel de la mujer en la ciencia. La acogemos hasta el 13 de marzo en el vestíbulo, que es de acceso gratuito.

No me sé todos los nombres de las científicas que están representadas, pero te puedo decir tres españolas, y además dos de ellas vivas: Margarita Salas, la gran dama de la ciencia española, que falleció hace algo más de dos años, la mujer que es autora de la patente que más dinero ha dado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic) en este país; María Blasco, de la escuela de Margarita Salas, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (Cnio), que trabaja sobre el envejecimiento y el acortamiento de los telómeros. Otra persona representada también es Mara Dierssen, una neurocientífica nacida en Santander y afincada en Barcelona, que estudia el funcionamiento del cerebro. 

Y para completarla, el jueves que viene Mara Ruiz Lozano nos va a venir a hablar de Recordadas, no de ‘olvidadas’: mujeres científicas de los últimos cinco milenios para inspirar a las mujeres de los próximos cinco milenios.

P.– El sábado 12 se celebra el Día de Darwin...

R.– Otros años hemos realizado un programa para ese día, pero este no ha tocado. En el año 2009, el año Darwin, aniversario de la publicación del Origen de las Especies, hubo una exposición temática. Este es un Museo de la Ciencia generalista. El tema Darwin siempre está presente, porque no se puede entender la biología si no es a la luz de la Teoría de la Evolución. Es una teoría viva y en continua construcción.

Recuerdo un año que trajimos a Carolina Martínez Pulido, una bióloga que es autora de muchos libros sobre el papel de la mujer en la evolución. Lo repetimos otro año, para combinar también el 11 de febrero y el 12 de febrero, pero este año no ha cuadrado.

P.– Eso de ser un museo generalista se ve a través de las dos últimas exposiciones temporales.

R.– Están funcionando muy bien. Una es sobre el ferrocarril, de juguetes ferroviarios antiguos, de entre 1880 a 1980, que recorren toda la historia del ferrocarril. Se ha completado con paneles que exploran toda la ciencia y la técnica que hay en el mundo ferroviario. Sin olvidar a los ingenieros españoles que han contribuido y las mujeres. Además contamos con un simulador de conducción real, colaboración de Asvafer, de Amigos del Ferrocarril de Valladolid.

La que hemos inaugurado más recientemente es Marte, la conquista de un sueño. Es una producción de Fundación Telefónica con la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, que estrenaron en Madrid hace unos años y luego hicieron una versión reducida para itinerar. Explora todos los aspectos del planeta rojo, desde el aspecto científico hasta la evolución de las observaciones y su papel en la cultura en general. Muestra incluso hologramas de siete tipos de marcianos que han aparecido en la literatura.

P.– ¿Algún proyecto inmediato?

R.– Estamos preparando para el año que viene un programa para celebrar el 20 aniversario del museo, pero no voy a hacer spoiler. Sí que hay que decir que el museo está pasando por un momento de esa palabra que se dice tanto ahora, resiliencia, porque las dificultades han sido muchas y muy extendidas en el tiempo por el Covid. El museo estuvo cerrado dos meses y medio en 2020, y la exposición permanente, cuatro plantas, ha estado cerrada un año y cuatro meses, porque es un espacio interactivo. 

La visita ha estado prohibida por la normativa. Todavía tenemos limitado el aforo a la mitad. Con todos estos problemas, en el año 2021 hemos tenido 52.000 visitantes, que supone un 164% más que 2020, pero se queda a un 55% de 2019. También nos hemos reinventado. Lo que hicimos en ‘primero’ y ‘segundo’ de pandemia fue reforzar la oferta online. Hemos reforzado la oferta virtual, aunque nada es comparable a lo presencial.

P.– Un museo con dos escaparates diferentes.

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R.– Un museo de la ciencia interactivo, como el nuestro, no es solo lo que exhibe. Tiene unos contenidos expositivos, pero además es siempre un agente impulsor e inspirador. El museo es lo que exhibe y lo que organiza, lo que moviliza. Y nos gustaría seguir siendo un lugar de encuentro donde la gente se reconcilie con la ciencia. Y un lugar de entretenimiento inteligente.