Ómicron deja más de 300 muertos en un mes en Castilla y León
La incidencia de contagio a siete días vuelve a caer por segundo día consecutivo en el conjunto autonómico y se consolida la tendencia descendente salvo en Burgos y Zamora en una jornada con 8.049 positivos y 21 fallecidos
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Continúan los síntomas de flaqueza de ómicron , sin embargo, en apenas un mes, la sexta ola del coronavirus ha acumulado más de 300 fallecidos . El escenario está cambiando en Castilla y León, con una tendencia que se consolida a la baja al caer por segundo día consecutivo la tasa a siete días en el conjunto autonómico.
El dato global desde el inicio de la sexta ola, a mediados de diciembre, es de 307 fallecidos, contabilizando la cifra desde el 15 de diciembre , jornada en la que la Consejería de Sanidad notificó el primer caso de ómicron en la Comunidad, lo que supone que, unos días antes ya había contagiados de la cepa ya mayoritaria.
La letalidad ha disminuido, pero no las muerte s. El nivel descontrolado de casos diarios, nunca antes visto en la pandemia, acumula más de 300 muertos en un mes. Esto significa que continúan existiendo muertes, aunque la variante sea menos letal. De hecho, en comparación con otros tramos de la pandemia, en la cuarta ola, que duró mes y medio aproximadamente, entre abril y mayo de 2021, se produjeron un total de 155 fallecidos por Covid, mientras que en la quinta, entre julio y septiembre de 2021, se notificaron 348 decesos. En este segundo caso se mueven cifras similares a las actuales, en menos tiempo, lo que confirma que la letalidad como porcentaje es menor pero que el número de muertos será mayor por la cantidad de contagios que se han notificado en este breve período, impulsados por la virulencia de ómicron.
Si bien es cierto, lejos quedan los datos de la segunda o tercera ola , con más uno y dos millares de decesos, respectivamente, las etapas más letales de la pandemia. No obstante, las cifras actuales acompañan a un escenario de cambio. La reducción de los nuevos positivos en los últimos días ha provocado un notable descenso en la incidencia a siete días, con una caída generalizada en las nueve provincias por segundo día consecutivo. Actualmente, con 2.238 casos por cada cien mil habitantes, también refleja una tendencia a la baja respecto a la tasa a catorce días, de 4.596, un dato casi exacto al de la jornada anterior.
La similitud de los datos entre lunes y martes en la mayoría de territorios consolida la estabilización de ómicron en la Comunidad, lo que fortalece la reducción de la incidencia a siete días y la tendencia a la baja que registran siete de las nueve provincias, salvo Burgos y Zamora, aunque su tendencia al alza está levemente marcada. Por otra parte, Castilla y León anotó ayer 8.049 nuevos casos y 21 decesos en los centros hospitalarios. El número de muertes se mantiene similar durante las últimas jornadas, mientras que el de positivos suma una nueva jornada sin alcanzar los 10.000 que sí se superaron en varias ocasiones hace más de una semana.
Por último, respecto a los centros hospitalarios, la presión disminuye levemente en la diferencia entre ingresos y altas. Así, la ocupación en planta del lunes acogía a 886 pacientes Covid, mientras que las UCI registraban 113, un total de 999 enfermos en las instalaciones autonómicas. Sin embargo, la última actualización de Sanidad notificó un conjunto de 983 ingresados por Covid, de los cuales 114 corresponden a críticos, uno más, y 869 a la ocupación en planta, 17 menos que en la jornada anterior, lo que supone un alivio para los centros hospitalarios de la región.
El escenario está cambiando y la situación sanitaria inicia un proceso de meseta, tras un mes de virulencia extrema y números de contagios e incidencia totalmente fuera de control, con menor repercursión sobre los hospitales y con una tasa de letalidad que, por el momento, no alcanza los datos de otras olas.