Diario de Castilla y León

Castilla y León refuerza Atención Primaria pagando a médicos para pasar consulta por la tarde

La saturación asistencial y la cifra creciente de sanitarios de baja por el coronavirus lleva a la Consejería de Sanidad a ofrecer hasta 314 euros para los sanitarios voluntarios que acepten atender a 70 pacientes diarios

Largas colas en el punto de detección Covid-19 de Salamanca, ubicado en el centro de salud de San Juan.- ICAL

Largas colas en el punto de detección Covid-19 de Salamanca, ubicado en el centro de salud de San Juan.- ICAL

Publicado por
Ricardo García
Valladolid

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El aumento desmedido de los contagios no deja opción. La saturación a la que desde hace semanas se enfrenta la Atención Primaria  y con parte de sus efectivos de baja por el coronavirus ha obligado a la Consejería de Sanidad a adoptar medidas urgentes ante «un peligro inminente de colapso» de este servicio, desbordado por la atención de los enfermos Covid y aquellos con otras patologías. Para tratar de cubrir esta demanda, el departamento de Alejandro Vázquez emitió ayer una orden para que aquellos profesionales con agendas sobrecargadas puedan pasar consulta por la tarde voluntariamente y reforzar así el principal muro de contención que sufre las acometidas de la furia de la variante Ómicron.

Cabe recordar que los últimos datos actualizados por la propia Consejería indican que cerca de 1.500 profesionales sanitarios de Castilla y León se encuentran en aislamiento, lo que impide que puedan realizar sus funciones y que hace que sus compañeros deban asumir una mayor carga de trabajo. Es cierto que no todas estas personas pertenecen a la Atención Primaria, pero sin duda habrá una parte que sí formen parte de uno de los eslabones sanitarios en una situación más delicada.

Pero el problema va todavía más allá, puesto que el propio Consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, reconocía este pasa miércoles que la falta de enfermeros y enfermeras había obligado a que fueran técnicos sanitarios los que realizaban los test de antígenos en las unidades móviles de la Junta. Y más allá de la polémica surgida en torno a esta circunstancia, pone de manifiesto hasta qué punto llegan las carencias de personal del sistema autonómico de salud.

Una polémica que, por otra parte, continúa trayendo cola, puesto que el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) expresó ayer su «profundo malestar» ante las críticas a la realización de test de antígenos en las unidades móviles contratadas por la Junta por parte de técnicos sanitarios ya que consideró son «alarmistas» e «infundadas».

En un comunicado, recordaron que tanto los técnicos en cuidados de enfermería como en emergencias sanitarias son profesionales perfectamente capacitados y cualificados para la realización de los test de antígenos por lo que no hay ningún riesgo en que estos profesionales realicen estas pruebas. De hecho, consideró que en la situación de pandemia actual es «más peligroso» alarmar a la población con mensajes «infundados, carentes de rigor y que únicamente se basan en el afán excluyente» que tiene una parte de la enfermería en querer ser siempre los protagonistas de cualquier actuación sanitaria y para ello el argumento es «denigrar y menospreciar» al resto de profesionales sanitarios.

Por su parte, Vázquez aseguró que tienen la «obligación de utilizar todos los recursos a su alcance para luchar contra la pandemia», respondiendo así a las críticas de varios colectivos de profesionales que cuestionan la decisión de la Administración autonómica de «privatizar» los test masivos de antígenos.

«Entiendo las posturas de cada uno y creo que deben entender también las nuestras. Estamos en la obligación de utilizar todo lo que esté en nuestra mano», afirmó, recordando que las plantillas están «cansadas, en periodo de descanso y con incidencia de infección en el Covid». 

Asimismo, a preguntas de los medios sobre su opinión acerca de las críticas sobre de la eficacia de los cribados, Vázquez señaló que las noticias de las que él dispone apuntan a que estas medidas están «aliviando la Atención Primaria y sobre todo los servicios de urgencia». «Entiendo que increpen, pero yo tengo otra información», añadió en declaraciones recogidas por Ical.

Sin embargo, la situación asistencial actual no sería tan crítica si la variante Ómicron no hubiese desatado su furia provocando un estallido de contagios inédito hasta ahora en Castilla y León en el que los casos diarios se cuentan por miles. Sirva como ejemplo la cifra publicada ayer por Sanidad, que indica que 15.459 personas dieron positivo entre los días 5 y 7 de enero.

La gran mayoría de estas personas presentan la sintomatología leve que habitualmente caracteriza a esta cepa del virus, lo que hace que su diagnóstico y cuidados, de ser necesarios, recaigan sobre los sanitarios que trabajan en Atención Primaria y que son los mismos que se encargan de realizar los test diagnósticos, parte del seguimiento y que además vacunan prácticamente a diario.

Por todas estas causas y durante los próximos dos meses, siempre que no se determine suprimir esta actuación antes, los médicos de familia, pediatras y el personal de enfermería con mayor carga asistencial podrán ofrecerse voluntarios para pasar consulta por la tarde. Se trata, como se recoge en el Bocyl de este viernes, de «medidas urgentes como consecuencia de la grave situación epidemiológica producida por la Covid-19», y que abren la puerta a que estos sanitarios puedan pasar consulta entre las 16 y las 20.00 horas de la tarde cuando sus agendas superen los 40 pacientes en el turno de mañana.

Estas consultas extra permitirán la atención de un máximo de 30 personas en horario vespertino, lo que hará que a diario se pase consulta a 70 pacientes. No obstante, se han establecido una serie de requisitos a cumplir antes de que facultativos y personal de enfermería puedan ofrecerse voluntarios. En primer lugar, se debe dar el caso de que no existan profesionales en la correspondiente bolsa de empleo temporal y, en segundo, que el profesional que participe atienda su agenda completa.

Esta actividad voluntaria, que según la orden de Sanidad «respetará el régimen de descansos establecido» y que «se repartirá entre los profesionales adscritos al equipo y que muestren su deseo de participar» contará también con su correspondiente retribución por este «especial rendimiento» en el desempeño de las funciones del personal sanitario de Atención Primaria. Así, los licenciados especialistas, o los médicos en un lenguaje más coloquial, verán recompensada cada tarde extra de trabajo con un importe máximo de 314,16 euros, que se abonarán en concepto de productividad. Mientras tanto, los enfermeros y enfermeras percibirán 209,04 euros.

Por último, la orden de Sanidad indica que esta labor añadida «no computará dentro de la jornada ordinaria establecida», aunque las horas extra de trabajo se tendrán en cuenta de cara a no superar las 48 horas semanales de trabajo efectivo. Asimismo, se indica que aquellos profesionales que se presenten voluntarios deberán mantener su compromiso durante el periodo de vigencia de esta medida.

Con esta nueva actuación, Sanidad tratará de poner remedio al inminente colapso de la Atención Primaria, amenazado, entre otras cosas , por esos más de 15.000 nuevos contagios notaficiados en la jornada de ayer. De ellos, 3.643 se correspondieron con este viernes, mientras que el día anterior, cuando Sanidad no publicó el informe diario, se alcanzó la cifra de 11.816, lo que se extrae de la diferencia de entre ambos datos. De esta forma, se superó el registro del miércoles, anterior pico de infectados con 11.277.

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