ISRAEL DEL SANTO
«Soy favorable a que el personaje que estás retratando se exprese en su propia lengua»
Director de ‘El Corazón del Imperio’
La villa romana de Almenara-Puras es uno de los escenarios clave de ‘El Corazón del Imperio’, la última propuesta histórica de Movistar +. Esta docuserie cuenta la historia de Roma, en latín, a través de mujeres cuya vida fue en parte silenciada. Su director, Israel del Santo, guiado por Santiago Posteguillo, completa esta parte de la historia gracias al apoyo de historiadoras o filólogas.
Pregunta.-Dicen que el público es soberano, ¿qué mensajes le han llegado tras el estreno del primer episodio, Gladiadoras?
Respuesta.-Es el principio, hay que dar tiempo a la gente. Somos Movistar y se consume distinto, con el tiempo. Se juntó todo el equipo a verlo, y todos muy contentos. También la familia, que no cuenta porque lo que hago siempre gusta. No nos preocupan los números o las audiencias, prefiero que lo vean 3 personas y les guste, a que lo hagan 150.000 y nos escupan por la calle, siempre digo lo mismo.
P.-En su caso ha trabajado en producciones históricas, pero ¿por qué decide fijarse en las Damas romanas del siglo I A.C.?
R.-Me gusta mucho lo histórico y hemos pasado por distintos periodos, pero Roma me atraía mucho y era una asignatura pendiente la ficción romana en España. No habíamos hecho muchas cosas que destacasen en calidad de imágenes, de recreaciones, y era lo que más nos atraía. La temática era perfecta para hacer una prospectiva nueva, el punto de vista de la mujer. Roma es la clave de casi todo lo que pasa después en la historia, si lo adecuamos a nuestro comportamiento actual. Para conocernos a nosotros mismos es mucho más fácil si conocemos la historia. Roma es el sitio perfecto para aprender dos o tres cosas, que yo he aprendido, y no para enseñar a los demás.
P.-¿Cómo surge la relación con Santiago Posteguillo?
R.-Santiago y yo de hecho antes de empezar con esta serie estábamos colaborando en una anterior. Nuestra productora Globalset adquirió los derechos de Africanus, su primera trilogía, para adaptarlo a la televisión y llevamos tiempo trabajando con una posible serie con productores norteamericanos. Este tipo de series tardan más en salir que una serie nacional. Llevamos tiempo trabajando y hemos llegado a una relación muy buena. Puedo decir que Santiago es un gran amigo, además de la persona con la que colaboro en algunos proyectos.
P.-¿Qué conocían del Museo de las Villas Romanas para venir a rodar parte de la serie?
R.-Nosotros hacemos muchas series históricas, y sabemos que España es un lugar muy rico en restos arqueológicos. Nuestro patrimonio es muy delicado a la hora de llevarlo al cine o televisión, y es muy difícil entrar en un castillo y que no te parezca estar en un museo. Cuando buscamos los interiores para esta serie y vinimos a este Museo de las Villas Romanas sí tuvimos la sensación de estar en una domus romana, más que en un museo. Laura, la directora del centro, es clave en esta serie, hicimos un tándem muy bonito para que un lugar visitable para el público se convirtiese en un lugar de rodaje de una serie.
P.-¿Qué le ha aportado al rodaje este espacio arqueológico?
R.-Todos los espacios interiores y del atrio de todas las mujeres están rodados aquí. Estuvimos mes y medio trabajando, y hemos ambientado cada espacio para cada una de las mujeres. En esta domus hemos celebrado seis bodas, dos funerales, hemos asesinado a varias personas, hecho cuatro o cinco fiestas, hemos metido caballos dentro… Ha habido banquetes, con hasta 70 figurantes por día, ha sido Alejandría para Cleopatra. Es maravillosa.
P.-Aitana Sánchez-Gijón destacaba la difícil adaptación de rodar en latín. ¿Ha complicado el rodaje?
R.-Para nada, le daba un punto extra a la motivación de los actores o actrices de esta serie. Nos gusta hacer cosas fuera de lo normal. En Conquistadores se rodó todo en plena selva del Amazonas, y creaba un extra a los actores. El hecho de que sea en latín ayuda a cualquiera de las actrices a acercarse más a quien era Fulvia, Julia Mesa o una gladiadora. Más allá de esa motivación es una cuestión de veracidad y de realismo. Soy un director de generaciones más modernas, no concibo a Cleopatra hablando en castellano. Cleopatra hablaba ocho idiomas, y hubiera aprendido castellano, pero no existía.
P.-Una de las historiadoras señala que ‘En Roma la arena es una metáfora de la vida’. ¿Qué reflexión pretendían trasladar al espectador?
R.-Son conceptos arduos y difíciles de explicar, pero intentamos sintetizarlos. No es un proyecto de fin de carrera de nadie, es divulgación histórica para acercarnos a ese momento y que el espectador entienda una serie de cosas que parecen sencillas, pero no lo son. El concepto de la vida y la muerte se puede ver hasta en la propia arquitectura de los anfiteatros. Solo hay dos puertas, una de entrada y otra de salida. Si sales victorioso sales por la misma que has entrado, y sino sales por la otra. Ese concepto de que la romanización lleva a eso, te coloca delante de todo el pueblo y ejemplariza con el castigo que da a unos, o con la gran victoria o la gloria que da a otros. No hemos cambiado tanto.
P.-Sorprende en las imágenes del primer episodio el vestuario de la época de las gladiadoras...
R.-Era una de los temas que más nos preocupaba al inicio porque veníamos de hacer Conquistadores donde todo era un concepto más paramilitar, más oscuro, pero ahora todo son mujeres romanas, de la alta sociedad, y necesitábamos dar un punto extra. Contábamos con Alicia Alcolado, la directora de vestuario, que ha hecho un trabajo excepcional, y hemos contado con vestuario propio de los estudios NU Boyana de Bulgaria, que están acostumbrados a otras producciones romanas como 300 de un nivel muy alto, y con Cornejo en España que es la sastrería de alquiler de vestuario más importante de Europa.
P.-Ya había contado con Aitana Sánchez-Gijón como Isabel La Católica en Conquistadores, pero ¿cuánto se aprende de ella?
R.-Muchísimo, Aitana es a pesar de su juventud la persona con más experiencia de nuestro equipo. Es un plus para nosotros, un honor. Hemos llegado a un punto de que ella se siente muy a gusto con todo el equipo. Es una gran actriz, no tiene ningún problema en verse en una escena delante de un actor o actriz sin experiencia, le ayuda le apoya y saca lo mejor que tiene.
P.-Desde fuera se percibe que el consumo de contenidos deja a un lado la televisión convencional y todo se adapta a la demanda, ¿cómo ve el futuro del sector audiovisual?
R.-Estamos en un momento de incertidumbre, no sabemos como va a ser el año que viene. Yo no tengo claro que el próximo septiembre siga existiendo Netflix, hablar de hábitos del consumidor es complicado. Un día estrenas una serie y tienes que estrenarla de golpe, darle al espectador todos los capítulos, pero a las tres semanas un logaritmo decide que es mejor estrenarla semana tras semana. Quién tiene la verdad absoluta? Nadie, no tenemos ni idea, y estamos muy perdidos de lo que va a venir. La creatividad va a ser muy necesaria se consuma como se consuma.
P.-El Gobierno ha utilizado el cine como moneda de cambio para aprobar los presupuestos, y que un 6% de las producciones en España sean en lenguas cooficiales distintas del castellano. ¿Cómo lo valora?
R.-Soy favorable a que el personaje que estás retratando se exprese en su lengua. No tengo ningún problema con que se exprese en catalán, en euskera, en andaluz o en latín. Hay que darle coherencia desde el diseño propio y no por imposiciones. En esta serie hablan en latín, egipcio, arameo. Estoy muy a favor de que se hablen otras lenguas. Cuanta más variedad, más ricos.