El padre de la joven de Aranda afirma que la Justicia no defiende a la víctima
"Si lo llego a saber no denuncio, la Justicia es muy garantista con la presunción de inocencia", asegura
Cuatro largos años. Es el tiempo que ha pasado desde que el 24 de noviembre de 2017, una adolescente arandina , que no había cumplido los 16 años, fue agredida sexualmente por tres jugadores del club de fútbol local, como ha confirmado ya la Justicia en dos sentencias. Cuarenta y ocho meses que han hecho mella en esta familia arandina. “Si lo llego a saber no denuncio”, asegura hoy el padre de la menor, harto y visiblemente afectado. “La Justicia es muy garantista con la presunción de inocencia, con los agresores, pero no protege a la víctima. No nos hemos sentido protegidos ni por las instituciones ni por una sociedad, que en una parte nos ha señalado”, lamenta.
Desde que el Tribunal Superior de Justicia dictó sentencia reduciendo la pena inicial de 38 años de prisión (dictaminada por la Audiencia Provincial) a apenas dos; este padre no vive, sólo deja pasar los días. “Yo lo intento pero esto no es vivir. Es una agonía continua. Sin embargo, ellos ahí están, en libertad, campando a sus anchas, jugando al fútbol, con mujeres y fanfarroneando en Instagram. No es justo. ¿Qué pasa con lo que le hicieron a mi hija? ¿Es que a nadie le importa?”, cuestiona.
Sin fecha en el Tribunal Supremo, la espera agota. “Si de verdad hay Justicia, que yo ya lo dudo, reconducirá el sinsentido de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia y volverá a condenar a estos tres impresentables como merecen”, afirma a sabiendas de que como pronto será en verano de 2022.
En su opinión, la reducción tan drástica de pena ha puesto en duda lo único que tenían: la credibilidad, pero sobre todo les duele la absolución del más pequeño de los condenados, Raúl Calvo. “Dijeron por cercanía de edad con la víctima pero, ¿qué tienen que ver una niña de 15 años, que de mentalidad tenía 13, con uno de 19? ¿Cómo pueden decir que lo suyo no fue agresión si fue el que consumó? No tiene ningún sentido. Si una mujer o una niña, en este caso, sufre una agresión sexual grupal no se le pasa en dos minutos, solo por cambiar de habitación. Es ridículo”.
La familia de la menor ha tenido, asegura, muy poca ayuda. “Del Ayuntamiento, nada porque al final nos derivaron a Acción Social pero nada. Solo hemos recibido ayuda psicológica de la Junta de Castilla y León pero los primeros dos años era en Burgos, y cuando se jubiló, luego pasamos a Peñafiel… era una odisea porque teníamos que ir hasta tres veces por semana porque la niña lo necesitaba”.
Mi hija puede salir con la frente alta
Hoy siguen con ayuda pero en Aranda de Duero y mucho más espaciada, porque la menor pese a momentos puntuales está un poco más tranquila. “Todo va por dentro”, advierte el padre preocupado también por sus dos hijas pequeñas y su mujer. “Puede parecer que está mejor pero de bien nada. Esto nos ha destrozado la vida”, sostiene convencido, eso sí, de que no se irán de Aranda. “No tenemos que huir de nada. Mi hija puede salir con la frente alta porque ella es y fue víctima de unos desaprensivos”.
Lucha contra su anterior abogado
El
no solo les afecta mental y psicológicamente, también en lo económico. “Ya he perdido la cuenta de lo que llevamos. Esto es una ruina”, subraya tras conocer que el otro litigio judicial que se abrió tras terminar de forma abrupta con su primer representante legal, Fernando García Puertas, le obliga a pagar 14.000 euros. “He recurrido porque no estoy en absoluto de acuerdo con la tarifa que aplicó”, afirma.
Hay que recordar que el Caso Arandina se remonta al 24 de noviembre de 2017, cuando la menor fue agredida en el piso que compartían los futbolistas, Carlos Cuadrado alias ‘Lucho’, Víctor Rodríguez ‘Viti’ y Raúl Calvo . El 11 de diciembre de ese mismo año, el padre de la menor daba el paso y presentaba la denuncia ante la Policía Nacional. Comenzaba un proceso judicial que está lejos de terminar.