El Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo en pleno tilda de “error histórico” el nombramiento de un obispo compartido con Salamanca
La Junta de Portavoces, con representación de todos los grupos, dejó constancia del “sentimiento de tristeza” de los mirobrigenses tras “romperse la continuidad de casi 900 años de historia”
El Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo en pleno mostró este martes su “profundo malestar” por la decisión anunciada ayer por la Conferencia Episcopal de nombrar a José Luis Retana como obispo compartido con Salamanca. Un hecho que la Junta de Portavoces, con representación de todos los grupos municipales, tildó de “error histórico”.
Mediante un comunicado conjunto firmado por el alcalde, Marcos Iglesias, así como Laura Vicente, Tomás Muñoz y Joaquín Pellicer, como portavoces de PP, PSOE y Ciudadanos, respectivamente, quisieron dejar constancia del “sentimiento de tristeza” de los mirobrigenses tras “romperse la continuidad de casi 900 años de historia” de la Diócesis Civitatense, “vinculada desde el primer momento a la repoblación de la ciudad en el siglo XII” y que, según destacaron, “ha contribuido al bienestar material y espiritual de todos los habitantes de su territorio”.
Según reza el comunicado, esta decisión representa “un hecho triste para todos”, creyentes o no. “Sentimos que se nos despoja de una institución de la que todos nos sentimos orgullosos y nos embarga el sentimiento de que perdemos algo más en esta tierra nuestra tan necesitada de apoyos”, manifestaron los portavoces municipales.
Además, consideran que el hecho de que la diócesis mirobrigense deje de contar con un prelado propio y residente en la sede, “enclavada en la llamada ‘España Vaciada’”, en concreto, en una zona que “sufre el azote de la despoblación”, contribuye a “la centralización de determinados servicios” que conllevarán “perjuicios” para sus habitantes.
Con la declaración institucional, los representantes públicos del Ayuntamiento mirobrigense pretenden dar traslado a los obispados de Salamanca y de Ciudad Rodrigo, así como a la Nunciatura, a la Conferencia Episcopal y al Prefecto para la Congregación de los Obispos en Roma de su “más profundo pesar y disconformidad con este hecho”.
No obstante, quisieron aprovechar para dar la bienvenida al nuevo prelado, le felicitaron por su nombramiento y, en el mismo acto, se ofrecieron a colaborar con él “en todo aquello que sea posible”. “Deseamos que las relaciones Ayuntamiento-Diócesis sigan siendo tan cordiales como siempre lo han sido a través de la historia”, concluyeron.