Olga Hurtado: «La polarización ideológica está alimentando los delitos de odio»

Pregunta.– A las puertas del día internacional declarado a instancias de la Unesco, ¿qué tal está de salud la tolerancia en Castilla y León? 

Respuesta.– Es una Comunidad que está lejos de la incidencia de Madrid o Barcelona, pero la prevención a través de la formación y las distintas campañas es cada vez más necesaria. El pasado año se denunciaron 78 delitos de odio en las nueve provincias. La mayoría fueron por ideología, un total de 27, y les siguieron los causados por racismo y xenofobia, con once, y los de orientación sexual e identidad de género, que sumaron 8.

P.– Parece que aquellos skin head y aquellos sharp de los años 90 del siglo pasado han dado paso a otras formas de intolerancia. ¿Cómo ha cambiado el paisaje en los últimos años?

R.– Los grupos juveniles violentos con ideologías intolerantes siguen existiendo, tanto de ultraderecha como de ultraizquierda, que utilizan la violencia para inculcar sus ideologías. El problema que tenemos es que siguen existiendo esas agresiones, pero la estética no está tan marcada como en aquel momento, y pasan un poco más desapercibidos en cuanto a eso. Pero hay que destacar que los delitos por odio ideológico son la primera causa de este tipo de agresiones en España. Por eso hay que prevenir todo lo que tenga que ver con esos movimientos ultras que lo único que buscan es confrontación y utilizan a los jóvenes, porque utilizan para sus intereses la Ley del menor.

P.– Pero ahora hay más herramientas para perseguir todo esto, ¿no?

R.– Conocemos mejor cómo funcionan y cómo actúan, gracias a trabajos como el Informe Raxen que elaboramos actualmente, y para eso está también la Fiscalía de Delitos de Odio en todas las provincias de Castilla y León. Policía Nacional y Guardia Civil también hacen informes anuales sobre el problema desde 2013.

P.– ¿Qué debe hacer la víctima cuando acaba de sufrir una de estas agresiones de odio?

R.– Nosotros instamos a que todos denuncien. El problema de estos casos es que se denuncia muy poco. Alrededor del 80% de los casos no se denuncia nunca. Cuando la víctima sufre una agresión de este tipo tiene mucho miedo a denunciarlo, porque habitualmente se trata de personas que normalizan las agresiones porque están muy acostumbradas a recibirlas. Ocurre por ejemplo con delitos de odio hacia discapacitados, que suelen sufrir mucho acoso escolar. Nosotros instamos a todos a que denuncien. Ahora están reconocidos tres tipos de víctimas en el Estatuto de la Víctima del 2015: las de delitos de odio, las de violencia de género y las de terrorismo. Al estar ya reconocidas, y tener un informe del Ministerio del Interior que las contabiliza, se está favoreciendo que se visibilice, pero vamos muy poco a poco, como pasó con las víctimas de la violencia de género.

P.– ¿Ustedes les ofrecen alguna herramienta para que denuncien?

R.– Nosotros tenemos una oficina de asistencia a víctimas, con asistencia jurídica, por un lado, y de acompañamiento por otro, porque el Estatuto de Víctimas así lo permite. Una víctima puede asignar a una organización para que le acompañe en la denuncia, lo que es muy importante porque muchas veces desisten, puesto que conlleva un tiempo y psicológicamente se encuentran solos. Ocurre con mujeres inmigrantes, que dejan de denunciar porque no tienen la fuerza suficiente para seguir. Nuestra organización ha acompañado ya a más de 1.200 víctimas. Cualquier víctima se puede poner en contacto con nosotros en Valladolid, a través de nuestro teléfono 983 374 507 y también a otro número que existe a nivel nacional, el  901 101 375. Desde ahí asesoramos. 

P.– ¿Hay más intolerancia ahora que antes en Castilla yLeón?

R.– Hay más intolerancia en general a nivel nacional, y hay mucha polarización ideológica, ese es el problema. Hay mucho enfrentamiento, y mucha actitud de culpar al otro de determinadas situaciones. Esto se ha disparado mucho con las redes sociales, porque el discurso de odio, o el ‘ciberodio’, como se ha dado en llamar, ha posibilitado que un mensaje que se podía quedar un poco marginal, o que no tenía mucho seguimiento, ahora con un simple Twitter o un Instagram, los chicos pueden recibir ese discurso de odio, a veces muy radicalizado hacia el diferente. Eso se ha disparado, lo vemos constantemente. Nosotros llevamos a Fiscalía muchos de estos casos, pero son muy difíciles de eliminar.

P.– De cara a la celebración del día internacional, ¿tiene su organización algo preparado en la agenda?

R.– Celebramos una semana por la tolerancia en la que realizamos diferentes jornadas educativas en centros de Valladolid, y también organizamos una exposición, con el título El mapa de la intolerancia, en la que recopilamos las diferentes manifestaciones del problema y cómo podemos atajar estas situaciones. Es una exposición subvencionada por la Diputación de Salamanca que está recorriendo centros educativos y juveniles de toda la provincia, y este es el segundo año que la organizamos. Esta semana va a estar en Ciudad Rodrigo y en Santa Marta. Por otro lado, esta semana del 15 al 19 estamos de jornadas en bastantes centros de Valladolid: en el Lourdes, IES La Merced, el Colegio Internacional, el Gregorio Fernández, en el IES Ferrari, el Delicias, Nuestra Señora del Carmen y otros.