Las familias vulnerables de Castilla y León recibirán 130€ contra la subida de la luz

Compensar las constantes subidas que está sufriendo la factura de electricidad. Ese es el objetivo que se ha marcado la Junta de Castilla y León, y para lo que entregará a las familias más vulnerables y en riesgo de pobreza de la Comunidad una ayuda de 130 euros para que puedan hacer frente a estos incrementos. De hecho, este dinero no irá destinado únicamente a los recibos de la luz, si no también a los del gas y los de otros combustibles y suministros.

El encargado de anunciar esta medida fue el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que lo hizo ayer durante la inauguración del nuevo curso de la UNED en Zamora. El líder del ejecutivo autonómico incidió en que su gobierno «protege a las personas de Castilla y León», y por ello se ha marcado el objetivo de «ninguna familia sin luz y ninguna familia sin calefacción por dificultades económicas». No en vano cabe detallar que actualmente el precio del megavatio hora está muy por encima de los 200 euros, un coste que es en torno a siete veces más disparado que hace un año y que hace que muchas familias no sean capaces de afrontarlo.

Tal y como explicó Mañueco, está previsto que estas ayudas vayan a parar a una 45.000 familias de la Comunidad, que recibirán esos 130 euros antes de final de año. Para evitar trámites innecesarios, el ingreso se realizará de forma directa y sin que sean necesarios trámites de solicitud, pues llegará a aquellos núcleos con mayores necesidades que la Junta ya tiene identificadas y entre las que se incluyen los de menos recursos, los perceptores de la Renta Garantizada de Ciudadanía y las personas mayores que reciben pensiones no contributivas. Por tanto, el gasto social total estimado para esta subvenciones se sitúa en los seis millones de euros.

Con todo, este no será el único importe movilizado por el gobierno de la Comunidad dirigido a minimizar el impacto del elevado precio de la energía. El paquete de medidas anunciado por Mañueco incluye también otros ocho millones de euros que se incrementarán a las partidas que reciben las entidades locales, como ayuntamientos y diputaciones, para ayudas de emergencia a las familias, y que en este contexto implicará la creación de una nueva línea por la subida de la electricidad y otras energías con especial enfoque en la calefacción.

De estos ocho millones, cuatro se entregarán a lo largo del presente año y otros cuatro durante el próximo ejercicio, puesto que en este caso son las corporaciones locales las que tramitan las ayudas de emergencia y de esta forma la Junta de Castilla y León ayuda a las familias a través de ellas. Es importante destacar, en este sentido, que estas ayudas ya existen actualmente, y que la inversión del ejecutivo autonómico lo que hace es incrementar los importes.

Esta segunda línea de actuación comparte buena parte del objetivo de la primera, que es mitigar el impacto en la economía de las familias de «la subida desproporcionada de la factura de la luz, el gas y otros combustibles, que son fundamentales para el funcionamiento de la calefacción, pone en dificultad a muchas familias», como reiteró el presidente de la Junta.

Junto a estas dos medidas, Mañueco presentó una tercera que no supondrá inyecciones de dinero a las familias, pero que igualmente las beneficiará frente al elevado coste de la energía. En este caso, el líder del ejecutivo autonómico habló de «reforzar los convenios de las empresas suministradoras para evitar cortes por impagos», ya que durante el último año se habían llevado a cabo actuaciones en la misma línea que sacaron «de un apuro a más de 400 familias». Actualmente se encuentran en fase de renovación los convenios con Iberdrola, Naturgy y Repsol, mientras que se trabaja en la elaboración de un cuarto para sumar a Endesa a esta propuesta. 

De esta forma, la Junta establecerá acuerdos con las principales empresas del sector logrando que una factura impagada no implique el corte automático del suministro, un avance que el propio Mañueco calificó como «importante».

Finalmente, y dentro de estas medidas, Fernández Mañueco remarcó también que la Junta de Castilla y León está pendiente de que el Gobierno de España notifique si mantiene el bono térmico este año, así como la relación de beneficiarios y el importe, de modo que se pueda o no incluir en el proyecto de los Presupuestos Generales de la Comunidad para 2022. Mañueco también apuntó que para abonar esta ayuda a lo largo de 2020 se gestionaron 8,8 millones de euros que se repartieron entre las 93.000 familias beneficiarias, con cantidades que oscilaron entre los 67 y los 123 euros.

Con esta batería de medidas, la Junta de Castilla y León ponen en marcha nuevas ayudas para las familias de Castilla y León con más necesidades. «No vamos a dejar en estos momentos de gran incertidumbre económica y sobre todo social a nadie tirado», insistió Mañueco. «Vamos a estar pendientes de aquellas familias que más lo necesitan con estas cuatro líneas. Algunas ya existían, otras son novedades y lo que vamos a hacer es perfeccionar», añadió.

Señaló también que estas actuaciones «vienen a complementar las ayudas que se destinan por parte de las corporaciones locales en colaboración con la Junta de Castilla y León», y que complementan también otras ayudas como la Renta Garantizada de Ciudadanía.

«Tenemos unos servicios sociales de primera entre los mejor valorados de España», afirmó el líder del gobierno castellano y leonés. «¿Y eso por qué es? Por iniciativas como esta. Por estar al lado de las personas cuando lo necesitan. Por tener una sensibilidad y una empatía con los más vulnerables. Y eso es lo que vamos a seguir haciendo. Por tener una voluntad política de proteger a las personas y a las familias de Castilla y León. Lo hemos hecho, lo estamos haciendo y lo vamos a seguir haciendo en el futuro», concluyó.