DIEGO MORENO
«Mañueco quería reformar la sanidad rural y ha decidido colgarle el mochuelo a su consejera»
Procurador del PSOE. Leonés nacido en Bilbao, coordinador de la política sanitaria del grupo socialista en las Cortes, analiza el abrupto inicio del curso político a cuenta de la reordenación de la Atención Primaria en el medio rural, que ha elevado de rumor a posibilidad cierta el adelanto de las elecciones en Castilla y León
Pregunta.- Resulta que el PSOE lleva a las Cortes una votación contra la reforma sanitaria que quiere implantar la Junta en el medio rural y va el PP de Mañueco y la respalda. ¿Cómo lo explica?
Respuesta.- No lo esperábamos, aunque no es la primera vez que Mañueco intenta aparentar un compromiso con la sanidad pública; ni es la primera vez que, después, incumple su palabra. ¿Cuál es la explicación? Mañueco quería aplicar su reforma de la sanidad en el medio rural cuanto antes, pero ha visto que la contestación social iba en aumento, así que ha decidido colgarle el mochuelo a su consejera de Sanidad y soltar lastre.
P.- ¿Y la abstención de Ciudadanos, cómo la interpreta?
R.- Vergonzosa, si estaban tan seguros de que la consejera hacía lo correcto deberían haber votado en contra de nuestra iniciativa.
P.- ¿Percibe un cambio de postura real en el PP o cree que Mañueco está cargándose de razones para adelantar las elecciones?
R.- Percibo un aumento de tensión en la banda derecha de Castilla y León, percibo que el PP quiere fagocitar cuanto antes a Cs y quedarse con su espacio político. A Mañueco no le interesa en absoluto la sanidad pública. No creo que haya pisado un consultorio local desde que es presidente. Solo intenta evitar la tensión interna que le está generando su Plan de Reestructuración de la Sanidad en el Medio Rural, por si acaso le ordenan desde Génova adelantar elecciones.
P.- Y ahora qué: la consejera ha emplazado a Tudanca a una reunión para esta semana.
R.- Luis Tudanca ha establecido tres premisas para celebrar esa reunión:retirada formal del plan de Mañueco para reestructurar la sanidad en el medio rural, reapertura de consultorios y la vuelta a la atención sanitaria presencial. A Mañueco ya le hemos fiado varias veces y nos ha engañado. Primero tiene que dar muestras evidentes de que su intención es parar los recortes en la sanidad en el medio rural, tal y como expresó con su voto esta semana en el Pleno, luego vendrá el diálogo. ¿O acaso pretende Mañueco que nos reunamos con una consejera a la que ha desautorizado?
P.- La polémica gira en torno a un plan que Sanidad no ha hecho público. Y ahora dice el vicepresidente que no existe ningún plan. ¿Usted lo ha consultado? ¿Dónde está?
R.- No pueden decirnos que no existe el plan cuando algunos gerentes de área ya se habían lanzado a predicar sus bondades. Por cierto, con todo lujo de detalles. Fíjese que en algunas zonas ya sabemos que tenían pensado abandonar o dejar sin actividad asistencial hasta el 80% de los consultorios locales. ¡Cómo para que nos digan que no existe! Supongo que Igea se ha dado cuenta de que Mañueco les está intentando colgar el mochuelo y ahora ninguno de los socios reclama la paternidad de su pretendido plan. La realidad es que el plan existe y la Junta no lo ha hecho público porque, en todo momento, han intentado evitar el debate social. De hecho, Mañueco utilizó la pandemia como tapadera para instaurarlo por la puerta de atrás y sin debate público. La mejor prueba es que hace unos días la propia consejera de Sanidad estuvo cinco horas compareciendo en las Cortes y gran parte de ese tiempo lo dedicó a hablar sobre el plan.
P.- ¿Es lo mismo el ‘plan Segovia’ del que ahora se habla que el llamado ‘plan Aliste’ planteado en 2019?
R.- Exacto, no han variado una coma, solo han cambiado de zona. Desde el principio de legislatura Mañueco ha buscado meterle la tijera a la sanidad pública, comenzando con la del medio rural, porque como tanto nos recuerda su consejera, absorbe muchos recursos para el porcentaje reducido de población al que presta servicio. Solo tenemos que recordar que el director de Planificación y Asistencia Sanitaria, el señor Montero, nombrado por el PP, fue uno de los diseñadores de este modelo.
P.- Yendo al fondo del debate. ¿Qué es lo que no le gusta al PSOE de la reorganización rural?
R.- No nos gusta que se cierren los consultorios de los pueblos, o para ser más exactos, que se dejen sin actividad; no nos gusta que se obligue a personas mayores, a enfermos crónicos, a depender de la generosidad de los vecinos para acudir a la consulta del médico o de la enfermera, porque en algunos casos puede que lo hagan, pero en la mayor parte de los casos derivará en que la gente deje de ir y su salud se verá gravemente afectada. Entendemos que hay falta de profesionales, pero no podemos aceptar que el modelo que adoptemos para siempre suponga la renuncia a mejorar la captación de profesionales de la Medicina y la Enfermería. No nos gusta que en el medio rural se implanten los medios telemáticos para compensar el déficit de profesionales, sin tener en cuenta la capacidad o la posibilidad de utilizarlos. No nos gusta que la calidad de la asistencia en el medio rural sea inferior por una cuestión de falta de voluntad política.
P.- La semana pasada Igea dijo que la política sanitaria «es una basura en todo el país» porque se construye a base de mentiras. Insiste en que la sanidad rural es cuestión de matemáticas: que hay 2.300 médicos para 3.500 consultorios en Castilla y León. Y que casi la mitad están a punto de jubilarse. ¿De dónde saca usted un millar de facultativos para mantener la presencialidad y la frecuentación?
R.- Efectivamente es cuestión de matemáticas. El resultado electoral de 2019 tendría que haber alumbrado un gobierno de cambio, presidido por Luis Tudanca. Sin embargo, el señor Igea prefirió hacer presidente a Mañueco y gobernar con el partido que ha desmantelado la sanidad pública de Castilla y León y que ha provocado la huida de nuestros profesionales a comunidades vecinas. Si hubiera echado bien las cuentas, si hubiera puesto en la ecuación el bienestar de las personas, en vez del suyo propio, a estas alturas, las soluciones se estarían implementando.
P.- El déficit de médicos no es un problema ni nuevo ni exclusivo de Castilla y León. Y los incentivos no son la panacea, porque en otras autonomías también faltan pese a estar mejor pagados…
R.- Desgraciadamente, el problema viene de lejos. Solo hay una diferencia: los gobiernos de otras comunidades han hecho su trabajo y han previsto sus necesidades de recursos y programado la incorporación de profesionales, estableciendo los incentivos salariales y profesionales adecuados y, sobre todo, creando las condiciones idóneas para que los profesionales quieran trabajar en su comunidad. La pregunta es:¿Por qué los gobiernos del PP no lo hicieron?
P.-¿Estamos hoy más cerca de un adelanto electoral que la semana pasada?
R.- Los socialistas trabajamos cada día para conectar con la sociedad de Castilla y León. Y no dejaremos de hacerlo hasta el mismo día de las elecciones. Si a Mañueco le ordenan desde Génova adelantar las elecciones o no, no nos preocupa porque estamos preparados para volver a ganar las elecciones y gobernar esta Comunidad en cualquier momento.
P.- ¿Y más lejos o más cerca de una moción de censura?
R.- Ya presentamos la moción de censura para visualizar nuestra alternativa de gobierno y aunque no prosperó, Luis Tudanca ha sido percibido por los castellanos y leoneses como el verdadero líder político de la Comunidad. Dudo mucho que volvamos a presentarla antes de que termine esta legislatura.
P.- Si la legislatura continúa hasta completar los cuatro años. ¿qué escenario augura para los próximos dos cursos, ya sin una mayoría absoluta de la coalición PP-Ciudadanos?
R.- La legislatura en términos políticos está prácticamente agotada: Mañueco ha fracasado en su intento de reconstruir la economía de Castilla y León tras la pandemia, somos de las pocas comunidades en las que las cifras de actividad no mejoran, las ayudas no han llegado a los sectores más afectados, el diálogo social no fructifica y uno de sus proyectos estrella, el de la reestructuración de la sanidad pública en el medio rural, ha naufragao. De aquí en adelante, probablemente veremos a los socios de gobierno dándose codazos, intentando culparse mutuamente de los fracasos y luchando despiadadamente por el espacio político de la derecha, junto a VOX. Castilla y León ha perdido una oportunidad maravillosa de modernizar y relanzar nuestra economía y de fortalecer los servicios púbicos para fortalecer nuestro estado del bienestar.