La consejera Casado claudica y anuncia la reapertura inmediata de consultorios y la vuelta de las consultas presenciales en Castilla y León
La titular de Sanidad cede ahora ante la presión de Mañueco
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, en una imagen de archivo. - ICAL
Lleva resistiéndose toda la legislatura, pero en cinco días la consejera de Sanidad acepta recuperar la presencialidad médica en los pueblos. Verónica Casado claudica y, bajo mandato del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, anuncia la reapertura inmediata de consultorios en Castilla y León y la vuelta de las tan reclamadas consultas presenciales. Un cierre, por otro lado, que Casado ha negado hasta la saciedad. Y que desde la oposición y hasta alcaldes de todo signo político exigían revertir, sin que hiciera acuse de recibo, hace ya más de un año, cuando se terminó el estado de alarma.
Estos movimientos apresurados de la titular de Sanidad no son más que otra prueba de la inestabilidad política en el seno de la Junta a causa de una cuestionada gestión sanitaria de Casado. El bloque de Cs del gobierno autonómico actúa bajo la presión del adelanto electoral que está sobre la mesa y los pone contra las cuerdas.
Si Mañueco pedía este viernes al PP “tener las pilas puestas” ante esa posible cita con las urnas antes de lo que a muchos de sus oponentes les gustaría y ligaba acabar el mandato” a que “haya estabilidad política y parlamentaria”, desde Cs tratan de disimular la inestabilidad que ha provocado el empecinamiento de Casado en reordenar la Atención Primaria rural.
Aunque estas prisas ahora no parece que vayan a detener que se produzcan elecciones anticipadas que tanto asustan a las filas naranjas porque amenazan su supervivencia. El mecanismo empezó a funcionar y a acelerarse cuando este martes los populares decidieron apoyar la PNL socialista que tumbaba el Plan Aliste de la consejera y se alinearan en este asunto con el PSOE, que tan crítico ha sido con la política de Sanidad.
Este anuncio de Casado, que contradice todo lo repetido y defendido por ella misma en los últimos meses, deja en evidencia cómo a la consejera no le queda otra que plegarse a las instrucciones del presidente de la Junta. Ya le ordenó Mañueco a la propia Casado que pidiera una reunión con los grupos parlamentarios desde el consenso y que solicitara al líder socialista una reunión para abordar los retos de Primaria. Lo hizo, sin embargo, el PSOE insiste en que no se sentará a negociar el futuro de la Atención Primaria hasta que la Junta reabra los consultorios locales y los médicos vuelvan a atender a los pacientes en persona y en los pueblos, no en un centro de salud de referencia con las dificultades de accesibilidad y conexión que eso conlleva en la dispersa y envejecida Castilla y León rural.
En eso parece que está ahora Sanidad. En reabrir a toda prisa todo lo cerrado y en revertir ese plan que algunos, como el vicepresidente y portavoz de la Junta, han llegado a negar que exista, pero que Casado ha defendido en cada comparecencia pública. Es más, ya el 19 de mayo la consejera presentó su proyecto de Atención Primaria asegurando que “en Castilla y León no ha dejado de hacerse atención presencial en ningún momento, ni en los más duros ni en las desescaladas” y habló de cómo se combinaría la atención presencial con telefónica.
Pues bien. Ahora dice que “recupera la total normalidad en las consultas presenciales superada la alerta Covid-19”. Sorprende que así sin más y con las restricciones al mismo nivel que en otros meses previos, como por ejemplo antes de Semana Santa, ahora dé por “superada” la alerta del coronavirus.