Sanidad admite que las consultas médicas presenciales en Castilla y León este año solo alcanzan el 30%
El Observatorio del Sistema de Salud revela que siete de cada diez consultas médicas de Atención Primaria del primer semestre del año fueron por teléfono, mientras que la presencialidad en enfermería subió al 60%
Una de las principales críticas que persigue al cuestionado sistema sanitario autonómico, la falta de atención presencial, se traduce ahora en cifras: el ‘tú a tú’ no ha estado muy presente en Atención Primaria ya que siete de cada diez consultas atendidas por un médico de Familia en el primer semestre del año fueron telefónicas.
Con la política sanitaria de la Junta en el punto de mira tras tumbar PP y oposición la reforma sanitaria planteada por la consejera del ramo, Verónica Casado, Sanidad reconoce que únicamente han sido presencialesun 30% de las consultas de Primaria en Castilla y León atendidas por facultativos de Familia, de enero a junio de este 2021.
En concreto, de un total de 8.004.142 consultas, en solo 2.401.242 de ellas no hubo un teléfono de por medio.
Así consta en el último informe del Observatorio el Sistema de Salud de Castilla y León publicado por la Junta. En él se refleja además que la presión asistencial tanto en los pueblos como en las ciudades, es decir, el número de pacientes atendidos por profesional y día, tan sólo se incrementó en junio un 8% –un 9% de las urbes y un 7% en el medio rural– respecto al mismo mes de un 2020 marcado por las arrolladoras primeras olas de la crisis sanitaria. La presión sube un 23% si la comparativa se efectúa con abril de ambos ejercicios.
La diferencia entre el medio rural y urbano en este incremento es mínimo, dos puntos más en el urbano. Estas cifras incluyen de manera global la atención en los pueblos y en las ciudades.
Mientras ver al médico en los pueblos se ha hecho más difícil, con solo ese 30% reconocido por la propia Junta, la atención de los profesionales de enfermería arroja otros resultados. El mismo observatorio cifra la presencialidad en un 60% de las 3.956.734 consultas de enfermería atendidas en la primera mitad de este año y en 3.054.485 los procedimientos realizados por estos sanitarios.
De hecho, la presión asistencial en el mes de junio sí ve en las consultas de enfermería un aumento significativo, siendo un 24% más que cuando los castellanos y leoneses nos enfrentábamos a las primeras olas de contagio. En este caso, el incremento es mayor en el medio rural, con un 28% más de pacientes atendidos por enfermero y día este junio respecto al anterior.
Este informe permite analizar también la evolución de la atención hospitalaria durante el mismo periodo y deja en evidencia que la actividad esta aún lejos de recuperar los niveles previos al estallido del Covid-19. No se alcanza por el momento la actividad hospitalaria prepandemia.
La progresión mensual muestra que desde enero el volumen de intervenciones crece paulatinamente hasta llegar a junio con una cifra similar a la de ese mes de 2019.
Sin embargo, al contabilizar todas las operaciones realizadas en el primer semestre las cifras globales quedan muy por debajo de hace dos años. Tanto, que la diferencia se fija en un 28% menos de intervenciones quirúrgicas programadas en estos seis primeros meses frente al mismo periodo de 2019.
Causante de esa distancia tan amplia está también que las 5.769 operaciones de enero y las 4.624 de febrero de este 2021 son muy inferiores a las más de 10.000 y de 12.000 respectivamente que se efectuaron tanto en 2019 como en 2020 cuando aún comenzaba a oírse hablar del Covid-19.
A la vez, conforme avanzan los días la curva de este ejercicio se inclina hacia arriba. Ya en marzo fueron 9.479 intervenciones, aunque seguían lejos de las 12.963 de cada uno de los años previos. Paulatinamente se incrementó la actividad de los quirófanos y en junio las 11.181 efectuadas están ya muy próximas a las 11.250 de aquel mes preCovid.
Desde el Observatorio subrayan que «el 99,6% de los pacientes con cirugía de prioridad 1 han sido intervenidos con una demora de menos de 30 días».
Con las primeras consultas de especialistas ocurre algo similar, que todavía no se acerca a la actividad anterior previa a esta crisis sanitaria. Basta comparar las 569.055 consultas hospitalarias que tuvieron lugar en los seis meses de este año con las 697.573 de hace dos. Esto se traduce en un 18,42% menos.
De nuevo, la evolución es ascendente tras un 2020 que concluyó con 15.767 primeras consultas menos que su predecesor.
En el primer semestre de este 2021 se ha experimentado un incremento significativo. En el primer mes el año, con las vacaciones de Navidad en los primeros días, tan solo hubo 67.854 primeras visitas al especialista en Castilla y León. Poco a poco fue en aumento, con 87.592 en febrero, hasta las 106.447 de junio, tal y como puede observarse en la gráfica adjunta.
Sacyl terminó junio con 2.226 primeras consultas hospitalarias menos que el último junio sin coronavirus, pero muy por encima de las 65.884 que registró un 2020 en el que se atendía principalmente lo más urgente y la asistencia a los centros médicos estaba restringida por el coronavirus.
Respecto al primer acceso al especialista, Sanidad indica que «el 59% de las consultas preferentes han sido atendidas con una demora menor a los 15 días».
Las urgencias hospitalarias, que nunca han estado restringidas y que fundamentalmente depende del paciente asistir o no, sufren un ‘recorte’ de casi el 26% por las 524.616 veces que un usuario acudió a estos servicios de los centros hospitalarios en la primera mitad de 2019 frente a las 388.562 de el presente curso, en el que el temor al contagio sigue presente por las nuevas varia ntes y olas.
Respecto las pruebas radiológicas ambulatorias, como las ecografías, las mamografías el tac y la resonancia magnética, se observa que, en abril de 2020, cuando más se luchaba para contener el virus, se redujeron drásticamente pero continuaron en un nivel bajo hasta marzo de este año. Fue entonces cuando el ritmo se acercó al previo a la presencia del coronavirus hasta incluso superarlo para compensar parte de las pruebas diagnósticas que se habían demorado por el contexto actual. De hecho, este pasado mes de abril se hicieron más que en esa fecha de 2019, agrandando ese aumento en mayo y manteniéndose en junio.